Artesanías Jon

Pau Rausell Köster

En las redes sociales, al margen de la gran batalla cultural, que se libra a trazos gruesos, es posible identificar, en el ámbito del colegio invisible de las políticas económicas, una persistente guerra de guerrillas que libra escaramuzas todos los días. Y en el epicentro de esa guerrilla, como un francotirador armado de Datawrapper, está Jon González (@Jongonzlz), ingeniero industrial convertido en cartógrafo de la opresión boomer

Sus posts sobre pensiones, salarios congelados, rentistas no son memes virales: son balas de datos, bien documentadas, que perforan el triunfalismo oficial. Casi todos los días, como un reloj suizo en hora feliz, suelta tres posts —tres, ni uno más para no saturar, ni uno menos para no olvidar— con análisis despachados a la velocidad de un informe de consultoría. González es un profesional que, desde hace nueve años, ha hecho de la constancia un oficio. No me malinterpreten: el trabajo de González es impecable, obsesivo y disimula sus sesgos de manera brillante. Desde marzo de 2016, cuando soltó su primer tuit sobre la “bomba de relojería” de las pensiones —un gráfico rudimentario proyectando el gasto al 15% del PIB para 2050—, ha acumulado más de 780 posts sobre el tema. Nueve años de persistencia, una media de 85 al año, con picos en 2025 que rozan los 120, coincidiendo, casualmente, con las reformas de Escrivá y las subidas de cotizaciones para autónomos. 

Sus gráficos parecen sacados de papers universitarios, no de un blog de conspiranoicos. No es casualidad que sus posts resuenen en la “grey literature” y think tanks: Luis Garicano, ex-MEP y profesor de la LSE, lo llama “joya” en febrero de 2025, urgiendo a periodistas a consultarlo antes de escribir “empanadas mentales”. Jesús Fernández-Villaverde, de UPenn y Fedea, lo tilda de “inestimable ayuda” en marzo, enlazando su Substack como elixir contra la desinformación. González no solo influye en el debate —sus hilos generan 20-50 replies de economistas y activistas, sino que lo hace con material fiable que podría servir en un congreso de Economía Pública. 

Y no es un pasatiempo de fin de semana: es un empleo a media jornada en el timeline de X. Casi todos los días laborables —los fines de semana baja a uno o dos, para no quemar el karma algorítmico—, despliega su ritual: un gráfico matutino sobre la brecha salarial (salarios +4% real en 30 años vs. pensiones +72%), un hilo vespertino desmenuzando cómo las subidas del SMI financian en realidad más pensiones para jubilados, y un cierre nocturno con un toque sarcástico, como ese repost de su “gráfico favorito” que acumula 2.239 interacciones. Cada pieza viene con fuentes: INE, Funcas, OCDE, datos crowdsourced de sus fieles repliers. Es como si cobrara por likes.

Y prácticamente él solo ha conseguido levantar el tema y que la cuestión se incorpore en la agenda política. Jon lleva desde el 2016 pero es a partir de octubre de 2023 cuando el “sistema de pensiones” se convierte en objeto de debate público.

Sus top 10 repliers —no son bots: son ingenieros, periodistas y académicos que, con 6-15 replies al mes, convierten sus posts en foros de debate. En octubre de 2025, su gráfico del 24 —ese que muestra pensiones volando mientras salarios gatean— genera 40% de las interacciones del mes, con subhilos sobre “tiranía de la mayoría” que citan hasta posts franceses. Es persistencia pura: 2-4 posts diarios en promedio, con gráficos en el 78% de casos, como si fuera su turno de guardia en la guerra de la desinformación. Y funciona. Su resonancia en los legacy media —citas en la mayoría de los medios de derechas y en casi todos de la fachosfera; En el panfleto The Objective, incluso se atreven a afirmar que Jon aporta números .[…] fuera de su horario laboral, […]que hacen que quieras pirarte de España y no mirar atrás. Me imagino que para no causarle problemas con su empleador, si lo tiene, que no tengo ni idea. Aunque recuerdo algún otro mensaje en X que afirmaba que trabaja para el BBVA. Citas en El Confidencial, shares en ABC, El Mundo y OK Diario— y grey lit (ecos en Bruegel vía Garicano) no es viralidad aleatoria: es curación estratégica.

No es una crítica al ínclito ingeniero —al revés, admiro la disciplina. En un mundo de hot takes efímeros, sus tres posts diarios son un bálsamo de rigor. Casi un empleo, como digo: horas de scraping INE, horas de buscar y reelaborar gráficos que excitan al gran público y ofuscan con maestría sus sesgos para los enterados. Su evolución es la de un artesano: de alertas técnicas en 2016 a sarcasmos culturales en 2025, como ese “pensiones para boomers, deudas para Z”

Mientras la guerrilla generacional enfoca su martillo pilón en las pensiones, quedan fuera de plano la baja inversión en I+D, el brain drain que se lleva el talento porque los salarios de las empresas florentinas sacan rédito de  nuestro crony capitalism, y la incompetencia de los gobiernos regionales en la provisión del Estado del bienestar a costa de hacer regalos fiscales a los muy ricos. E ignoramos —o minimizamos— cómo la austeridad de 2009-2018, no el “sanchismo”, congeló salarios y disparó desigualdades. Y cuestionamos con “peros” los casi diarios indicadores que nos dicen que Carlos Cuerpo es sin duda el ministro de Economía más competente que ha tenido la economía española y que la economía española crece mucho más de lo que sus observadores auguran, aumentan los salarios y la productividad y se reduce la desigualdad. 

Mientras la guerrilla generacional enfoca su martillo pilón en las pensiones (...) ignoramos cómo la austeridad de 2009-2018, no el “sanchismo”, congeló salarios y disparó desigualdades

En el fondo no se puede estar en desacuerdo con Jon. Las pensiones son sostenibles si dedicamos unos 3 o 4 puntos más del PIB allá en en 2050. Aunque ya les digo yo que, comprobadas las capacidades de la Airef o Fedea de hacer predicciones a largo plazo, seguro que será algunos puntos menos. Solo hay que recordar que el propio BBVA research ha tenido que incrementar las previsiones de crecimiento, –¡en medio punto!– de la economía española a solo un par de meses de que se acabe el año. Eso es miopía extrema. 

Claro que ese 3% o 4% del PIB que necesitaremos tiene efectos distributivos, y costes de oportunidad sobre otras políticas (sin exageraciones). Pero yo, hasta ahora, la única alternativa que he oído es la de los 3 puntos de más de gasto militar que propone el Partido Popular, para servir al sátrapa narcisista transatlántico. Yo entre que se lo lleve el lobby de Casado y la industria militar americana o los pensionistas, no tengo duda.

Tres posts al día, como un mantra. Luis Garicano lo ve como “joya”; pero es una joya engastada en una narrativa mayor al servicio del gran capital. Un debate que, sin sutilezas, empuja hacia la idea de que el sistema de pensiones es insostenible, mientras se defienden alternativas privadas para la provisión de bienes públicos. 

Alguien, en un despacho decorado por suizos, cuyo negocio sea gestionar el ahorro, debe estar muy agradecido.

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Pau Rausell Köster es economista y profesor de Economía Aplicada de la Universitat de València.

Pau Rausell Köster

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