Una nueva desigualdad: la exclusión financiera

Ana Prieto

Operaciones habituales y aparentemente sencillas como sacar dinero del banco, hacer una transferencia o consultar la cuenta, no lo son tanto para quienes carecen de destreza en el uso de las herramientas digitales. La digitalización, que puede facilitar trámites cotidianos, se convierte en una barrera infranqueable para las personas que, por una causa o por otra, carecen de la destreza precisa para desenvolverse en el mundo de las nuevas tecnologías. Es el caso de muchas personas mayores a las que la digitalización de la banca les crea un grave problema. Estas dificultades, junto al cierre de sucursales bancarias —sobre todo en la zona rural—, la escasísima atención presencial y la rápida implementación de la banca on line, dan como resultado una nueva forma de desigualdad: la exclusión financiera. Basta con echar una mirada a nuestro alrededor, a nuestro entorno más cercano para comprobarlo.

Es imprescindible la adopción de medidas, de soluciones para garantizar y asegurar el acceso de todos los ciudadanos a los servicios financieros. En el caso de los pensionistas, la banca española debe recordar que son casi 10 millones

Los usuarios de los servicios bancarios tienen que poder gestionar sus intereses con la entidad en la que depositan su dinero, independientemente de su edad y de sus habilidades. Es imprescindible la adopción de medidas, de soluciones para garantizar y asegurar el acceso de todos los ciudadanos a los servicios financieros. En el caso de los pensionistas, la banca española debe recordar que son casi 10 millones. Puede que entre ellos haya muchos que carecen de habilidades digitales, pero están dejando claro que no van a permitir que se pisen sus derechos. Es indignante para ellos, como afectados, y para cualquier persona decente, que tengan que depender de la ayuda de familiares y amigos para resolver trámites bancarios.

La vicepresidenta del Gobierno de España, Nadia Calviño, en una reunión con representantes de la banca (AEB, CECA, UNACC) y del Banco de España ha solicitado información sobre la efectividad de las medidas que el sector bancario ha puesto en marcha, y ha trasladado la decisión del Gobierno de abordar conjuntamente y con urgencia garantías de plena inclusión financiera de toda la sociedad, incluyendo a los mayores. En esa reunión, acordaron que el Observatorio para la Inclusión Financiera realice un diagnóstico de la situación y que las patronales bancarias revisen su “Protocolo Estratégico para Reforzar el Compromiso Social y Sostenible de la Banca”, planteando así nuevas soluciones para garantizar la inclusión financiera.

En el Grupo Parlamentario Socialista trabajamos para diseñar e implementar acciones para mejorar la vida de las personas y, preocupados con estas cuestiones, hemos registrado varias iniciativas destinadas a promover la atención presencial en personas para las que las nuevas tecnologías puedan suponer un motivo de exclusión financiera, evitando su discriminación. Se busca asegurar en todo el territorio, especialmente en las zonas rurales, que las entidades financieras garanticen en sus canales de relación con su clientela una atención personalizada. Es preciso atender a las características de la zona geográfica y al nivel de competencias digitales, a fin de que las personas mayores usuarias de entidades financieras puedan ver satisfecho su derecho a la inclusión bancaria. Tiene que hacerse en consonancia con el “Plan de Competencias Digitales” para que sea viable su implantación e impacte en colectivos que precisan de apoyo para desarrollar dichas competencias.

Trabajamos por la igualdad haciendo frente a la discriminación. Ahí nos encontrarán a los socialistas. También frente a la nueva desigualdad que es la exclusión financiera.

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Ana Prieto es diputada del Partido Socialista

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