Ayuso destinará en 2024 más dinero a conciertos con la sanidad privada que a atención primaria

Un sanitario durante una manifestación por la sanidad pública en Madrid.

La Comunidad de Madrid sigue apostando por la sanidad privada. La presidenta, Isabel Díaz Ayuso (PP), financiará los conciertos en 2024 con más de 1.200 millones de euros, una cifra que supone el 12% del gasto sanitario total (10.157 millones). Así se desprende de los presupuestos del Gobierno autonómico, que –según su versión– "refuerzan la excelencia y calidad" de los servicios públicos. Sin embargo, la afirmación pierde fuelle si la cifra anterior va seguida de otra realidad: la atención primaria, el sector más castigado por el Ejecutivo autonómico, recibirá menos fondos que los conciertos.

Los titulares con los que el Gobierno de Ayuso publicitó sus cuentas son muy diferentes. "La sanidad madrileña es el área donde la Comunidad de Madrid invertirá más recursos en 2024 gracias a un total de 10.157 millones de euros, lo que supone un crecimiento de +16,3% y la mayor dotación de su historia. La atención primaria será una de las prioridades —para ello, contará con 2.572 millones (+25,1%)—", defendió el Ejecutivo regional en una nota de prensa. El problema es que esas cifras, ha denunciado la oposición en varias ocasiones, al igual que las organizaciones en defensa de la sanidad pública, son tramposas.

Madrid, año a año, computa lo destinado a recetas médicas como parte de los fondos con los que se financia la atención primaria. Este año, esa partida asciende a 1.386 millones de euros. Si esa cifra la restamos al gasto total de primaria (esos 2.572 millones), resulta que la financiación real para este área se queda en 1.185 millones, lo que supone no un 25% del gasto sanitario como defiende la Comunidad, sino un 11,7%. Menos de lo que se destinará a conciertos.

"Está claro que los presupuestos van en la línea de los de otros años y de las políticas que ha seguido el PP en la Comunidad de Madrid. Hay una apuesta muy contundente por la privatización, por el deterioro de la sanidad pública y por no solucionar los problemas que tiene la atención primaria", denuncia Marciano Sánchez Bayle, portavoz de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública (FADSP). En enero de este mismo año y en diciembre de 2022, Madrid fue precisamente el escenario de dos manifestaciones masivas que, por otro lado, sólo fueron la culminación de meses de protestas de los profesionales sanitarios.

"Menos discursos y más recursos", pedían entonces. Las cifras que se habían visto en los presupuestos eran parecidas. Las cuentas para 2023 no llegaron a aprobarse, por lo que se prorrogaron las vigentes en 2022. Entonces, el total del gasto destinado a sanidad ascendió a 8.783 millones, de los cuales 2.055 se destinaron a atención primaria, un 23%. El gasto en recetas, este año, se situó en 1.110 millones, lo que situó el gasto real en primaria en el 10,7% del presupuesto sanitario ( 945.268.836 euros).

La Consejería de Sanidad, a preguntas de infoLibre, se remite a estas cifras para continuar defendiendo sus presupuestos, que dice que reflejan una "apuesta manifiesta por la sanidad pública". "Si se compara con 2022, que es el último presupuesto aprobado, el incremento es de 517 millones de euros, pasando de 2.055 millones a 2.572 para 2024", explican, sin especificar la dotación presupuestaria que se destina a las recetas. Además, continúan, "hay que tener en cuenta que en los últimos dos años se ha puesto en marcha el Plan de Mejora Integral de Atención Primaria, dotado con 300 millones de euros, que ha permitido la creación de 1.222 nuevas plazas de profesionales de todas las categorías".

Según criticó la líder de Más Madrid, Mónica García, en las cuentas para el próximo año no se ve "ni el más mínimo interés por proteger la vida, por cuidarla, por hacerla mejor". Al contrario, añadió en una intervención en la Asamblea de Madrid, la hacen "más difícil, más dura y más dolorosa para la mayoría de los madrileños". La diputada y portavoz de Sanidad de la formación en la Cámara regional, Marta Carmona, va un poco más allá. "La Comunidad siempre infrafinancia. Los presupuestos son tremendamente rácanos", critica en conversación con infoLibre.

También se remite a los datos. Al igual que los presupuestos, el Gobierno autonómico publicó hace pocos días el documento de los gastos, ya cerrados, correspondientes al año 2022. De ellos se desprende, explica la diputada basándose en cuentas calculadas por la propia formación, que la Comunidad de Madrid gastó en primaria 507 millones más de lo que había planificado inicialmente, lo que deja la cifra en una muy similar a la que se prevé gastar en 2024. "Y hay que tener en cuenta que el año 2022 en atención primaria fue horroroso. Fue el año de las protestas y las huelgas", recuerda Carmona, que prevé que este año también habrá que invertir más de lo que se prevé en las cuentas.

Las cifras que explican el descontento sanitario

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La sanidad, y muy especialmente la primaria, fue la piedra en el zapato de Ayuso durante todo 2022. La huelga de sus médicos y las protestas en las calles a las que se sumaron los ciudadanos en distintas ocasiones la colocaron en el primer plano político y mediático, un lugar que no ocupaba desde que en el año 2012 los grandes recortes del PP desembocaron en la creación de la Marea Blanca. No fue la única autonomía en la que hubo protestas, pero sí en la que fueron más frecuentes y masivas.

No es para menos. La reorganización —caótica— de las urgencias de primaria tras la pandemia, la sobrecarga, la falta de médicos en centros de salud y la merma de pediatras han llevado a los facultativos madrileños al límite. Sólo hacen falta algunas cifras para entenderlo. Según un informe de la Federación de Asociaciones en Defensa de la Sanidad Pública, Madrid aglutina el 50% de los médicos de toda España que tienen a más de 2.000 pacientes en sus agendas, una cifra muy por encima de la recomendada. Una encuesta realizada por los médicos internos residentes (MIR) del sector constató que el 70% de los recién titulados planeaba marcharse a trabajar a otra autonomía. Sólo en 2022, los centros de salud perdieron a 262 pediatras. La lista de la sangría es casi interminable.

Así, y según un informe presentado a finales de octubre por la Asociación Madrileña de Administración Sanitaria (AMAS), la actividad que se realiza en las consultas de centros de salud en Madrid ha registrado una disminución de un 8% en los últimos 15 años, el mismo periodo en el que, de media, en el Sistema Nacional de Salud este factor ha experimentado un crecimiento del 14%. Por otro lado, las urgencias que se atienden en la primaria en España han crecido un 147% en el SNS, un porcentaje que cae en picado hasta el 1% en el caso de Madrid.

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