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Navarra

Barcina rechaza dimitir y apela a Rubalcaba para que no haya moción de censura

Yolanda Barcina, durante su comparecencia en el Palacio de Navarra, tras conocerse el dictamen de la comisión de investigación del Parlamento.

La comisión de investigación abierta en el Parlamento de Navarra terminó este viernes sus trabajos con la petición de reprobación de la presidenta foral, Yolanda Barcina, de su dimisión y la de su vicepresidenta y consejera de Economía, Lourdes Goicoechea y con la exigencia de un anticipo electoral. Además de reclamar a las dos la "asunción de responsabilidades políticas", el órgano parlamentario acordó enviar a la Fiscalía el documento final junto con los testimonios y los papeles recibidos por si hubiera "responsabilidades penales". Pero Barcina ya dejó claro hoy que no se irá ni convocará comicios para el 25 de mayo, ni destituirá a Goicoechea. Eso sí, apeló a Alfredo Pérez Rubalcaba y su número dos, Elena Valenciano, para que impidan la moción de censura contra ella.  

La comisión aprobó sus conclusiones con los votos a favor de PSN-PSOE, Bildu, Aralar-NafarroaBai, Izquierda-Ezkerra (coalición de IU y Batzarre) y Geroa Bai y el voto en contra de Unión del Pueblo Navarro y PP, quienes presentaron votos particulares. El dictamen pasará ahora a la Mesa de la Cámara para que se discuta en pleno, que lo ratificará sin dificultades, ya que los cinco grupos suman 26 de los 50 escaños. En él ya se advierte de que si Barcina no se va por su propio pie, el resto de grupos deberán adoptar "las medidas pertinentes para la devolución de la palabra a la ciudadanía y poner fin a la crítica situación actual". 

El informe, de 36 páginas [consúltalo aquí en PDF], establece ocho conclusiones "contundentes", basadas en 11 hechos que los diputados consideran "acreditados", en expresión del presidente de la comisión, el socialista Juan José Lizarbe. Entre ellos, que la decisión de retrasar las devoluciones de IVA supuso un "grave perjuicio para las empresas navarras y para el empleo", decisión "ordenada" por Barcina y "materializada" por Goicoechea. Asimismo, se cree probado que la vicepresidenta interfirió "hasta en cuatro ocasiones diferentes" en las actuaciones de Hacienda contra la Universidad de Navarra, del Opus, que consideró "tremendo" y una "faena".

En cuanto a las conclusiones, se considera, en primer término, que Goicoechea, "prevaliéndose de su cargo" de consejera de Economía, Hacienda, Industria y Empleo, realizó "injerencias e interferencias en el normal y autónomo funcionamiento técnico y profesional de la Hacienda Tributaria de Navarra", con la intención de "obtener ilegalmente datos fiscales protegidos", de "mediar" en el funcionamiento de la Hacienda foral, de "obtener trato de favor para una empresa, anterior cliente de su asesoría fiscal" y de "modificar el criterio técnico" de la Hacienda de la comunidad en la inspección fiscal a la Universidad de Navarra. Los comisionados creen "verosímil pensar" que quiso obtener trato de favor para empresas anteriores clientes, "solicitando conocer el plan de inspección". 

Barcina, "conocedora, corresponsable" y "manipuladora"

La presidenta, según la comisión, sería "conocedora y corresponsable" de las actuaciones de Goicoechea. Y ambas "no han cumplido la legalidad vigente", infringiendo hasta 13 preceptos. Se determina que las dos "no han actuado en defensa de los intereses generales de la comunidad" y "únicamente lo han hecho por interés político y partidista, siguiendo la estrategia política del PP" en tres cuestiones: retraso en las devoluciones del IVA; "pacto" con el Ejecutivo de Mariano Rajoy, "sin conocimiento ni consenso alguno sobre los objetivos de déficit y endeudamiento para los años 2014, 2015 y 2016, hipotecando, de esta forma, el futuro de Navarra"; y "falta de objetivos y estrategia para la elaboración y planificación de la necesaria reforma fiscal". 

La comisión juzga acreditadas, "en su práctica totalidad", las acusaciones de la ex directora gerente de la Hacienda foral, Idoia Nieves, en su comparecencia del pasado 11 de febrero, acusaciones que abrieron la crisis política en la comunidad. 

En su quinta conclusión, los comisionados consideran que las actuaciones de Barcina y Goicoechea constituyen "prácticas consistentes en la utilización de las funciones y medios de la Administración en provecho político y partidista de sus gestores", hecho que se podría denominar "corrupción", según la acepción cuarta de la Real Academia Española, como precisa el dictamen. El informe pone de manifiesto, en su sexto punto, la actitud "obstruccionista y manipuladora" de la presidenta durante su comparecencia en el Parlamento. 

Por todo ello, se remiten las conclusiones, actas, transcripciones y demás documentación a la Fiscalía. La comisión "reprueba" la actuación de Barcina y Goicoechea, exigiéndoles que "asuman las correspondientes responsabilidades políticas y pidiendo su dimisión, así como la convocatoria de elecciones al Parlamento de Navarra para el próximo 25 de mayo de 2014". "En caso contrario, las presentes conclusiones obligan al conjunto de grupos parlamentarios a tomar las medidas pertinentes para la devolución de la palabra a la ciudadanía y poner fin a la crítica situación actual". 

Una "comisión trampa" para Barcina

Por la tarde, la presidenta compareció en rueda de prensa en la sede del Gobierno foral. Y, como había advertido en otras ocasiones, aseguró que no dimitirá ni convocará elecciones anticipadas porque no va a "seguir la hoja de ruta de Bildu" y quien lo haga –en referencia al PSN–, deberá "explicarlo". La jefa del Ejecutivo cargó las tintas contra Jiménez, porque hace un año no votó la moción de censura que presentaron los nacionalistas y ahora, que nada ha "cambiado", está "dispuesto a pasar esa línea roja de llegar a acuerdos con Bildu". 

Barcina no está dispuesta a ceder siquiera la pieza de su vicepresidenta. Insistió en que mantiene su confianza en Goicoechea, a quien incluso ve "más fortalecida", porque "no se ha demostrado nada contra ella", y porque los trabajos de la comisión han dejado ver "que tanto el Gobierno de Navarra, como la Hacienda foral como la consejera han actuado con honestidad". 

La presidenta negó las acusaciones que le endosa el dictamen, porque en él no se encuentra ningún delito, porque eso que le llama "injerencias en grado de tentativa" no está "en el Código Penal". Se burló incluso de que el informe, para justificar que hubo corrupción rescate una acepción del diccionario de la RAE. "Será la primera comisión de investigación en España en la que todas las personas que han comparecido, incluida la persona que ha dado origen a que esta comisión se iniciase, han dicho que no hay corrupción y que no hay ilegalidad alguna". La comisión, en cambio, "o ha servido para cambiar el veredicto que ya tenían prefijado aquellos grupos de la oposición que dijeron que en 15 días o me iba o me echaban".

Para Barcina, ha sido una "comisión trampa" y que nació con un "pretexto" y una "idea prefijada". "Ahora toda Navarra sabe la verdad y sabe que esta comisión ha sido una excusa para lograr un objetivo político. Y para esto no hacía falta que se pusiese en cuestión el buen nombre de Navarra"  y se procediera a "zarandear" a entidades como Volkswagen o la Universidad de Navarra.

Ferraz le dice que hable con el PSN

Como había venido haciendo en las últimas horas, apeló a la dirección del PSOE para frenar la moción que se cierne sobre ella. Dijo confiar en Rubalcaba y Valenciano –alusión nada inocente porque es ella quien se presenta a las europeas de mayo– que dijeron que "no iban a traspasar la línea de pactar con Bildu". 

¿Será ella la candidata en unas nuevas elecciones? Barcina no quiso contestar y se remitió a lo que en su momento decida su partido: "Yo no soy UPN", contestando a la afirmación que hace 15 días hiciera Jiménez ("El PSOE en Navarra soy yo"). 

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Tras la comparecencia, el secretario de Relaciones Institucionales y Política Autonómica del PSOE, Antonio Hernando, calificó en un comunicado de "muy desafortunadas" las palabras de Barcina. La presidenta, dijo, “se ha equivocado de destinatario porque su mensaje no puede estar dirigido a la calle de Ferraz sino al Partido Socialista de Navarra y a Roberto Jiménez, que es con quien tiene que hablar”.

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