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'Caso Moix'

La caída de Moix pone en el punto de mira a Maza y Catalá

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, en el patio del Congreso de los Diputados.

"Hacer política es hacer las cosas a lo grande" y "no ocuparse por los chismes". Así se pronunciaba este jueves el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en Burgos, donde había acudido a clausurar unas jornadas de la UGT. Lo hacía pocas horas después de conocerse la dimisión de Manuel Moix como fiscal jefe Anticorrupción por unas informaciones de infoLibre que apuntaban que es propietario del 25% de una sociedad en Panamá que, a su vez, posee un chalé en la sierra madrileña. A esa hora, los partidos de la oposición, incluido Ciudadanos, socio de investidura del PP, ya habían dejado claro que no les basta con esta baja. Exigen que el fiscal general del Estado y el titular de Justicia sigan el mismo camino.

Rajoy coló ese mensaje, el de los "chismes" al final de su discurso y a pocos les cupo duda de que era una alusión velada al caso Moix. A su llegada al acto había esquivado las preguntas de los informadores sobre la caída del máximo responsable judicial de lucha contra la corrupción. Para el Gobierno, que el miércoles vio cómo se aprobaban los Presupuestos Generales del Estado de 2017, la situación en la Fiscalía se ha convertido en un problema. Un obstáculo al que se suman también los escándalos de corrupción que afectan al Partido Popular, la formación que los sostiene. Y que en los próximos meses harán que el propio Rajoy comparezca en una comisión monográfica en el Congreso y declare como testigo en el marco del caso Gürtel

En la "dimisión irrevocable" de Moix, tal y como la calificó el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, no sólo pesó la forma en la que el Gobierno se fue desmarcando de él en las 24 horas previas. También fue determinante el malestar en el colectivo de fiscales. Si el martes todas las asociaciones profesionales le exigían que diese explicaciones por sus relaciones con la empresa panameña dueña del chalé que heredó junto a sus tres hermanos, a última hora de la tarde del miércoles se quedaba solo del todo. 

Enfado en la carrera fiscal

La Asociación de Fiscales, la mayoritaria, la que había apoyado su nombramiento, le pidió que pusiese su cargo a disposición de Maza al entender que el episodio desvelado por infoLibre comprometía "la imagen de imparcialidad de la institución" y suponía "un menoscabo para la imagen de la Carrera Fiscal".

Pese a que el Gobierno insista ahora en la separación de poderes y en dibujar una especie de frontera entre Ejecutivo y Poder Judicial, la frontera no ha existido en las últimas semanas. El miércoles, la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, aseguraba a los periodistas que desde Moncloa se "respeta" la "autonomía del Ministerio fiscal" y el titular de Justicia, Rafael Catalá, sostenía que "los nombramientos de fiscales no son de confianza del Gobierno". Quedaban menos de 24 horas para que Moix dimitiera por "motivos personales" y se descargó en Maza, su superior, toda la responsabilidad sobre el futuro del fiscal jefe Anticorrupción. Pero no hacía ni un mes que desde el más alto nivel del Ejecutivo, su presidente, y desde la sede de la soberanía popular, el Congreso, se hacía una cerrada defensa de Moix.

"Independencia y personalidad"

Era 10 de mayo y el Pleno de control al Gobierno en la Cámara baja estuvo dominado por el caso Lezo"Es un profesional con una amplia trayectoria que actúa con independencia y personalidad", defendió Rajoy en respuesta a Pablo Iglesias (Unidos Podemos). Por su parte, Catalá puso también el énfasis en los "30 años" de carrera de Moix. "Funciona con eficacia cada día. Está actuando cada vez más", subrayó el ministro de Justicia. Después, en una interpelación urgente del PSOE fue más contundente todavía al señalar que "la fiscalía anticorrupción funciona de manera brillante"

Por estas fechas, el Gobierno ya conocía las discrepancias nacidas en el seno de la Fiscalía Anticorrupción tras las últimas decisiones tomadas por Moix o la sustitución de los fiscales de la presunta financiación ilegal de Convergència. Pero también conocía que, como había publicado infoLibre, Moix, que fue fiscal superior de Madrid entre julio de 2003 y septiembre de 2015, impidió hasta en tres ocasiones que se investigase la trama societaria creada por Ignacio González y su familia para lucrarse con la construcción y explotación del campo de golf del Canal de Isabel II

El favorito de Ignacio González

Tampoco pasó inadvertido que, en unas conversaciones entre el exministro Eduardo Zaplana e Ignacio González que forman parte del sumario de la operación Lezo, el expresidente madrileño, ahora en prisión, asegurase que la llegada de Moix a Anticorrupción sería buena para que marchasen mejor sus problemas con la Justicia. 

Es en este contexto, en el de la defensa cerrada de la actuación de Moix, en el que los partidos de la oposición piden a Catalá y a Maza que rindan cuentas. Desde el PSOE, su secretario general, Pedro Sánchez, aseguró que la dimisión llega "tarde y mal" y evidencia un "cambio de postura" del Gobierno. Por su parte, Óscar Puente, alcalde de Valladolid, también del PSOE, dijo confiar en que Maza y el ministro de Justicia "sigan el mismo camino". "Está claro", dijo, que "no sirven" para sus puestos.

Por parte de Unidos Podemos, su secretario general de Organización, Pablo Echenique, avisó, horas antes de confirmarse la dimisión de Moix, de que el ya exfiscal Anticorrupción "es un peón". "A Moix lo pone Maza, a Maza lo pone Catalá y, a Catalá, Mariano 'sé fuerte' Rajoy", aseguró en un mensaje en Twitter.

Mientras, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, consideró que la dimisión de Moix "llega mal y tarde", y reclamó que tanto el fiscal general del Estado, José Manuel Maza, como el ministro de Justicia, Rafael Catalá, abandonen sus respectivos cargos.

Catalá insiste en la legalidad

Por su parte, Catalá, uno de los aludidos, afirmó que respeta la decisión de Moix de renunciar por "motivos personales" al no entender que exista "ningún motivo de legalidad para promover su cese más allá de la renuncia personal". Obviaba el ministro que el fiscal Anticorrupción se había marchado después de ofrecer varias versiones contradictorias del episodio de su sociedad en Panamá. El de Justicia es uno de los ministros que más desgaste ha sufrido en este primer tramo de legislatura, gran parte a cuenta de los escándalos de corrupción.

Fuentes del Consejo Fiscal, el organismo asesor del Fiscal General del Estado, confirmaron en su día a infoLibre que desde el Ministerio de Justicia se sugirió a Consuelo Madrigal, antecesora de Maza, que llevara a cabo algunos de los movimientos que ha acabado poniendo en marcha su sucesor. A saber: relevar a Javier Zaragoza de la Fiscalía de la Audiencia Nacional, colocar a Moix al frente de la Fiscalía Anticorrupción o cesar al fiscal superior de Murcia, Manuel López Bernal.

En el PP, dieron por "completamente zanjado" el caso con su marcha. Fueron las palabras que empleó el vicesecretario de Organización, Fernando Martínez-Maillo.

"En cuanto hay una polémica, algunos tratan de sacar rédito político", lamentó el número tres de los conservadores. "Nadie cuestionará que Moix ha hecho como fiscal un gran servicio a este país, y lo tiene que seguir haciendo, como hay tantos fiscales en España que lo hacen con los normalidad", añadió, según informa Europa Press.

En privado, algunos dirigentes conservadores insistían en la "legalidad" del caso que afecta a Moix. Pero admitían que "chirría" que el responsable judicial de la lucha contra la corrupción tuviese vínculos con paraísos fiscales. Argumentos similares se atrevió a pronunciar en público el expresidente del Congreso, Jesús Posada (PP). En los pasillos de la Cámara baja, donde es diputado, admitía que el caso aunque "ético", no era "estéticamente adecuado". En este sentido, elogió su decisión de dimitir.

En el Gobierno y en el PP han resonado en los últimos días unas palabras que pronunció el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en abril de 2016, tras la dimisión de José Manuel Soria. "Nadie que haya operado en paraísos fiscales puede estar en el Gobierno". El ministro de Industria se vio obligado a dejar su cargo tras mentir a la hora de explicar sus vínculos en empresas radicadas en paraísos fiscales. Y es que los conservadores encuentran muchas similitudes entre ambos escándalos.

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Tras los Presupuestos...

Este episodio ha empañado a Rajoy uno de sus momentos más dulces de lo que va de esta legislatura en la que Gobierna en minoría con patinazo de por medio después de responder el martes con un "sí" rotundo a la pregunta de si seguía confiando en Moix. El jueves, a pocas horas de la dimisión, el Congreso de los Diputados daba luz verde a los Presupuestos Generales del Estado de 2017,Presupuestos Generales del Estado de 2017 algo que aleja el fantasma del adelanto electoral.

Los conservadores creen que ya han tocado techo en lo que se refiere a la influencia de los escándalos de corrupción en su electorado y que en las próximas generales recuperarán parte del voto perdido gracias a la "recuperación económica". "A partir de ahora nos toca recuperar. Pero casos como este no ayudan en absoluto", mantiene un diputado.

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