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Barómetro del CIS

El CIS preelectoral coloca al PSOE trece puntos por delante del PP y la derecha no podría sumar mayoría

El PSOE ganaría las elecciones con el 30,2% de los votos y entre 123 y 138 escaños, seguido del PP con un 17,2% y de 66 a 76 actas. Ciudadanos tendría un 13,6% y entre 42 y 51 diputados, mientras Unidas Podemos caería al cuarto puesto con entre 33 y 41 sillones y el 12,9% de las papeletas. Vox entraría al Congreso con entre 29 y 37 parlamentarios y el 11,9% de los sufragios. Esa es la proyección que hizo pública este martes el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en su barómetro para las elecciones del próximo 28 de abril.

Tal y como informó infoLibre, en su barómetro preelectoral el CIS dirigido por José Félix Tezanos ha decidido volver a variar la metodología utilizada para elaborar su proyección y ha incluido cocina en la estimación, aunque refinando la receta para tratar de tener en cuenta la volatilidad del voto y para determinar dónde pueden ir algunos de los votos de quienes se declaran indecisos. El sondeo no puede compararse con el último que hizo público el instituto en febrero, ya que entonces el CIS se limitó a ofrecer datos de intención de voto directa –el recuento de las respuestas ofrecidas por los encuestados, sin ninguna modificación– corregidos únicamente para tener en cuenta la participación estimada. Esos datos no pueden tomarse como una estimación de voto fiable, ya que es información que no se ha tratado antes de su publicación.

En esta ocasión, por el contrario, los datos sí llevan cocina, y sitúan a los socialistas con una ventaja de trece puntos sobre el PP. La derecha, según este sondeo, no tiene ninguna opción de sumar la mayoría absoluta, situada en los 176 escaños, ya que entre PP, Ciudadanos y Vox alcanzarían una horquilla de entre 137 y 164 actas. Pero la izquierda –PSOE y Unidas Podemos– tampoco lo tiene fácil: en el peor pronóstico, se quedaría en 156 diputados, aunque en la parte más alta de la horquilla alcanzaría los 179 parlamentarios. Eso haría innecesario que los socialistas recabasen el apoyo de ERC (17-18 escaños), PNV (6 diputados), Junts per Catalunya (4-5 parlamentarios), Compromís (1 o 2 diputados) o EH Bildu (entre 3 y 5 actas).

La encuesta ha sido realizada con una muestra mucho mayor a la del resto de los sondeos (16.194 entrevistas), pero su trabajo de campo finalizó hace tres semanas, el 18 de marzo, por lo que no recoge el efecto de las noticias acaecidas en los últimos días. El sondeo, de hecho, ha tenido que ser recodificado para incluir la estimación de coaliciones como Navarra Suma –la alianza de PP, Ciudadanos y UPN en esa comunidad, que obtendría entre uno y dos escaños–, que no se habían constituido para esa fecha. Asimismo, la volatilidad del voto es otro elemento a tener en cuenta: hasta el 25,3% de los encuestados aseguran que irán a votar, pero que no tienen decidido aún a quién.

Vuelco en Cataluña

El sondeo confirma también el importante ascenso de los nacionalistas catalanes a raíz del despeñamiento de En Comú Podem, que pasaría de sus 12 diputados actuales a entre cinco y siete. ERC subiría de nueve a entre 17 y 18 parlamentarios, parte de los cuales le quitaría a Junts per Catalunya –la marca del PDeCAT para estas elecciones–, que caería de los ocho que consiguió en 2016 a cuatro o cinco. Conjuntamente, las dos fuerzas independentistas obtendrían entre 21 y 23 diputados, por los 17 que tuvieron los anteriores comicios.

En Cataluña, no obstante, hay otro vuelco: el que ocurre en la derecha nacionalista española. El PP perdería la mayor parte de sus seis representantes en la comunidad y se quedaría con solo un diputado, el de Cayetana Álvarez de Toledo, número uno de los conservadores por Barcelona. Mientras tanto, Vox sumaría tres, escogidos por esa misma provincia, y Ciudadanos conseguiría cuatro (tres en Barcelona y uno en Tarragona). En Euskadi, por el contrario, ni PP, ni Ciudadanos, ni Vox obtendrían representación.

Pacma, por su parte, podría entrar por primera vez al Congreso con hasta dos diputados, y quien se quedaría fuera sería Nueva Canarias, que en la última legislatura ha tenido un diputado (Pedro Quevedo) elegido en coalición con el PSOE. Tampoco entraría en el Congreso En Marea, aunque esa marca ya no es la que apoyan Podemos e IU en Galicia, sino el partido que con ese nombre dirige Luís Villares, enfrentado tanto con el partido morado como con la federación liderada por Alberto Garzón.

En lo relativo a la la valoración de líderes, el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, repite como dirigente más valorado, aunque su 4,1 no le sirve siquiera para aprobar entre el electorado. Tras él se sitúa el presidente de ciudadanos, Albert Rivera, con un 3,7, mientras su homólogo en el PP, Pablo Casado, queda tercero con un 3,3. En cuarto lugar aparece el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, con una puntuación media de 3,1, y el líder peor valorado es el de Vox, Santiago Abascal, con apenas un 2,6.

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