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El debate de investidura

Ciudadanos “no contempla” que Rajoy deje la investidura para después del 25S

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, apremió el martes a Mariano Rajoy a "poner fecha y hora" al debate de investidura como condición irrenunciable –además de las seis medidas sobre regeneración democrática y contra la corrupción– para sentarse a negociar el voto a favor de los 32 diputados de su grupo al candidato del PP. No exigió un plazo, pero sí señaló que, a su juicio, esa debate debería fijarse "cuanto antes"

Sin embargo, apenas 24 horas después de esa exigencia, Rajoy se desmarcó dejando claro que será él quien marcará los tiempos. Por un lado, dándose una semana de plazo para someter a la Ejecutiva del PP la seis medidas exigidas por Rivera y así aprovechar para irse de puente. Y, por otro, no aclarando cuándo piensa fijar el debate de investidura ni si lo hará en caso de no reunir los apoyos necesarios, pues la suma de los 137 parlamentarios del PP y los 32 de Ciudadanos no garantizan la investidura.

Rajoy y Rivera mantuvieron este miércoles en el Congreso de los Diputados una reunión de una hora y media de duración. El líder naranja salió de ese encuentro "satisfecho" e incluso aseguró en rueda de prensa que hacía una "valoración buena" de la cita. Sin embargo, fuentes de su entorno admitieron que la dirección naranja se enteró de que Rajoy iba a dilatar una semana el debate sobre las propuestas de Ciudadanos cuando éste lo anunció a los medios de comunicación. 

Y lo cierto es que el impasse que se ha dado Rajoy contribuye a ajustar todavía más el calendario. En Ciudadanos aseguran que "no contemplan" que el debate de investidura se celebre después de las elecciones autonómicas de Galicia y el País Vasco, fijadas para el 25 de septiembre, una posibilidad que no parece descartable si se analiza con detalle el calendario. "No tendría sentido que el PP lleve semanas insistiendo en que tiene que haber Gobierno y ahora dilate los plazos", dicen estas mismas fuentes. No obstante, no aclararon si se levantarían de la mesa en el caso de que finalmente fuera así. 

En cualquier caso, la consigna en Ciudadanos parece ser la de no presionar a los conservadores con los tiempos y, por el momento, esperar a la reunión de la Ejecutiva del PP y, después, conocer qué día se fijará el debate. Pero ahí también puede haber discrepancias porque en la formación naranja entienden que Rajoy, si acepta la condiciones puestas por Rivera, tendría que fijar una fecha para la investidura "de manera inmediata". "Ese mismo día o al siguiente", dicen las fuentes consultadas.

Sin embargo, eso es algo que el presidente en funciones dejó muy en el aire este miércoles. Siguió sin comprometerse a ir a ese debate de investidura si no cuenta con la "complicidad" del PSOE en forma de abstención garantizada de antemano: "Sobre esto ya veremos. Si Sánchez vota no, será imposible formar Gobierno. Adelantar acontecimientos tiene bastante poco sentido", insistió a preguntas de los periodistas.

Calendario 

Con esta situación no parece aventurada la posibilidad de que esa votación tenga lugar incluso después de las elecciones gallegas y vascas, un escenario que en Ciudadanos no contemplan porque siguen manteniendo que lo óptimo sería que Rajoy se sometiera a ese pleno en la semana que empieza el 29 de agosto. Pero esta última posibilidad dejaría poco más de diez días para la negociación contando con que los equipos negociadores de PP y Ciudadanos se pusieran a trabajar a partir de 18 de agosto. Y todo eso sin olvidar que el PSOE sigue enrocado en el "no es no" a Rajoy

Después del 2 de septiembre el calendario se complica. El sábado 3, el presidente en funciones tiene previsto trasladarse a la ciudad china de Hangzhou, donde hay convocada una cumbre de los jefes de Estado y de Gobierno del G-20 los días 4 y 5, un compromiso que parece ineludible. Además, una sesión de investidura que comenzara el 30 de agosto tendría el problema añadido de que en caso de que Rajoy no consiguiera su objetivo y ningún candidato lograra los apoyos necesarios en los dos meses siguientes, las nuevas elecciones se tendrían que celebrar el 25 de diciembre. 

Por otro lado, la campaña para las autonómicas de Galicia y el País Vasco empieza el viernes 9 de septiembre, lo que también dificulta las negociaciones para facilitar la continuidad de Mariano Rajoy al frente del Gobierno, pues cualquier cambio de posición de los partidos podría ser utilizado por sus rivales en ambas autonomías para criticarles por ser la "muleta" del PP. Además, también parece imposible cualquier acuerdo previo a la cita electoral con el PNV, cuya abstención también puede ser determinante si el PSOE se mantiene en el no, pero Rajoy sí consigue el voto a favor de los 32 diputados de Ciudadanos. Todo ello sin tener en cuenta que no existen precedentes de celebrar un debate de investidura en plena campaña de unas elecciones.

14 días sin fijar fecha 

En cualquier caso, hay que tener en cuenta que Rajoy aceptó el encargo del rey de formar Gobierno el pasado 28 de julio. Es decir, este jueves se cumplen 14 días desde entonces y la actual presidenta del Congreso, Ana Pastor, aún no ha fijado la fecha en la que tendrá lugar el pleno para investir al futuro presidente, una tarea que, según la Constitución, le corresponde a ella en exclusiva. 

El tiempo transcurrido ya supera al que dejó pasar Patxi López tras los comicios del 20D, que tardó 13 días en determinar la fecha de investidura desde que el rey propusiera como candidato al socialista Pedro Sánchez. El pasado 12 de febrero Rafael Hernando, portavoz del PP en el Congreso, envió una carta a López [consultar el documento aquí] en la que le instaba a fijar la fecha de investidura cuanto antes.

Hernando apuntaba al artículo 170 del Reglamento del Congreso [ver en PDF, aquí] para argumentar que, una vez recibida la propuesta de candidato, debería ser convocado el pleno de investidura, atendiendo al "espíritu imperativo, de obligado cumplimiento" de la norma. En este sentido, el conservador observaba que no haber convocado la fecha de la sesión era "de todo punto arbitrario y carente de un mínimo de responsabilidad". Pero la situación parece haber cambiado ahora para el PP, que no parece tener esa premura. 

De no decidirse por una fecha en lo que queda de semana, Ana Pastor ostentará el récord de ser el presidente del Congreso que más ha demorado su decisión, categoría que hasta ahora había recaído en su colega de filas, Federico Trillo, después de que en 1996 tardara 17 días en marcar en la agenda la investidura de José María Aznar.

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