Deporte o negocio
Clubes de fútbol sin ánimo de lucro
Mirando al suelo y esquivando charcos, varios jugadores de Unionistas caminan sobre el barro del círculo central. La lluvia ha convertido la tierra del campo Reina Sofía de Salamanca en un lodazal. En un pasaje, futbolistas de ambos equipos comentan el mal tiempo y observan el cielo. “Esto es lo que no queríamos”, dice el entrenador Astu. No ha comenzado el calentamiento y ya asoman bufandas blanquinegras en la grada.
Son las 15:30 del domingo 14 de diciembre. Se enfrentan el Real Salamanca Monterrey C.F. y Unionistas de Salamanca C.F., dos equipos de la capital charra empatados a puntos, para disputar el liderato de Primera Provincial, la última división.
Pero Unionistas es un caso particular. Al igual que en otros equipos, no hay Messis ni Cristianos y sus futbolistas abandonan los entrenamientos a la mitad para irse a trabajar. Sin embargo, la clave es el apoyo y dedicación de sus casi 2.500 socios que marcan en su primera temporada el rumbo del club, una cifra altísima para la categoría (el Getafe, en Primera, tiene sólo 7.000 socios).
Del "aquí mando yo" al "un socio, un voto", de la "codicia empresarial" al "espíritu deportivo", de las “empresas deshumanizadas" a los "clubes de fútbol" y, sobre todo, del "fútbol negocio" al "fútbol romántico". Un cartel en la sede del Unionistas sintetiza su ideario, en el que los socios tienen “capacidad de decisión real en el club”, afirma su presidente Javier Tejedor.
La gran inspiración es el FC United of Manchester, creado ante la compra del Manchester United por el estadounidense Malcolm Glazer en 2005 y que actualmente juega en la Premier Division, el séptimo escalón del sistema de categorías inglés.
El director general del United of Manchester, Andy Walsh, explica en Informe Robinson (Canal +) que el día de esta compra “fue muy triste”. “Hicimos una asamblea general con todos los aficionados y la sugerencia fue crear un nuevo club”, subraya Walsh. “Lo que nos hace especiales es que los aficionados dirigen el club”.
Unionistas no surge como respuesta a la ofensiva de un multimillonario, sino por la desaparición en 2013 de la Unión Deportiva Salamanca (UDS). Según su web, lo hace con el objetivo de honrar su memoria y “agradecer lo que dio a toda la ciudad y provincia durante 90 años de historia”. Perdida la esperanza de salvar la UDS del concurso de acreedores, diferentes aficionados de peñas se reunieron en una Plataforma de Aficionados Unionistas para empezar a dar forma a un nuevo equipo pero sin la intención de suplantar al recién fallecido y con la firme decisión de buscar un modelo de gestión alternativo, de no repetir los mismos errores de la extinta UDS.
Esto les puede hacer especiales, pero no únicos. El pasado agosto se celebró en Palencia el I Encuentro de Clubes Populares de España. Equipos como C.D. Palencia, Unión Club Ceares o Xerez Deportivo se reunieron para compartir experiencias. Los puntos comunes están en el manifiesto Por la propiedad comunitaria y contra el fútbol negocio: el fútbol “no es un monopolio profesional deportivo que deba quedar exento de la responsabilidad social, legal y deportiva” y “debe quedar sujeto a la participación colectiva e institucional de la masa social que lo integra y no al interés particular, empresarial o mercantil” de modo que “imperen los más elementales principios democráticos” y “los valores éticos del deporte en la práctica del fútbol”.
Estos equipos “al margen” cosechan sus primeros éxitos dentro y fuera del campo. Fundado en 2012 en la última división, el C.D. Badajoz ha encadenado dos ascensos y ya batalla en Tercera. Al sur, más de 3.500 socios apoyan al Xerez Deportivo mientras que en Madrid, el Atlético Club de Socios, escisión rojiblanca contra “el rampante mercantilismo”, tiene además de fútbol un equipo de rugby. Los ejemplos se multiplican: Sociedad Deportiva Logroñés, F.C. Tarraco, CAP Ciudad de Murcia...
Algunos responden a la desaparición de un equipo anterior. Otros plantean formas de resistencia ante determinadas directivas. “Son proyectos distintos pero nos une la esencia y desde entonces hay cierta relación entre este grupo de clubes”, explica Tejedor aludiendo a los equipos que se reunieron en Palencia, todos hechos desde abajo, desde la grada y basados en la comunidad.
Un homenaje continuo
Ha transcurrido la mitad de la primera parte y Unionistas ha pasado los primeros apuros. El equipo local se ha adelantado en el marcador, pero la contestación no tarda. Nacho, delantero pichichi de la liga, iguala el encuentro desde el punto de penalti. En el minuto 23 la hinchada unionista extiende los brazos, estira las bufandas y entona al unísono el himno de la Unión Deportiva Salamanca, fundada en 1923.
La lluvia de este domingo ha dejado a parte de la afición en casa, pero los blanquinegros han congregado a más de 350 personas que se afanan entre café y pipas. Aseguran que lo normal son casi 1.000 personas cuando juegan en casa. Apoyo y mucha expectación. No es habitual que encuentros en esta categoría cuenten con policía nacional.
Aficionados del Unionistas de Salamanca C.F. celebran un gol de su equipo
“Esto ha sido un boom”
, opina Manolo, socio y padre de un jugador. En la pequeña sede que tienen cerca de la estación de tren entran y salen aficionados que buscan merchandising o información. Pese al escepticismo inicial, el apoyo ha crecido sin parar, incluidos los entrenamientos durante la noche salmantina que Manolo y Chamorro siguen con atención pese al frío.
“¿Cómo va el Madrid?”, pregunta un jugador al estirar en la banda. “¡Y a nosotros qué nos importa eso!”, responde Manolo. Él y Chamorro, también socio y padre de un jugador, acuden a ver a los chavales, aunque se refugien a veces en el bar para tomar un café calentito. La importancia de este equipo In memoriam, charlan junto a la barra, no se limita sólo a jugar por el ascenso: compite (quizá incluso más) por el vacío de la UDS.
“Hoy es el día más triste de mis 90 años de historia. Estoy en cada una de vuestras lágrimas. Viviré siempre en vuestros corazones #HalaUnión”. Con este mensaje en Twitter desapareció el 18 de junio de 2013 la UDS que jugó 12 temporadas en Primera. Futbolistas como D'Alessandro, Giovanella o Pauleta pasaron por el club de la remontada 4-3 al Barcelona de Rivaldo, el equipo que ganó en el Bernabéu en el 74 y el que con Lillo ascendió a Primera en 1995 con un histórico 0-5 al Queso Mecánico de Albacete.
23 millones de euros fueron insalvables aunque Unionistas no fue la única vía de salida. Juan José Hidalgo, expresidente de la UDS y conocido empresario salmantino, intentó y sigue intentando crear un club que sustituya al antiguo equipo. Tiene los derechos federativos y, tras disputas legales, la Justicia le ha dado la razón, por lo que el futuro Salamanca Athletic podría competir en 2ªB la temporada próxima.
Los métodos de Hidalgo, según Unionistas, no pueden ser más contrarios a sus principios. “Empezar al día siguiente con otro equipo en la misma categoría, con los mismos colores y con el mismo nombre... A mí eso me parecería un poco fraude“, opina el presidente.
Voluntario pero profesional
Desde su unidad móvil aparcada en un corner, Ricardo Montilla, de SER Salamanca, retransmite el partido en directo (al volver del descanso golpea de nuevo el Monterrey para el 2-1). El periodista aún recuerda cómo su jefa se tiraba de los pelos cuando le pidió abrir la Onda Media, a la misma hora que el Carrusel Deportivo, sólo para los partidos de Unionistas que ella creía eran de Tercera División. “Yo le dije, 'no, Tercera no. Luego está la Regional y luego la Provincial...'”.
Pero las cifras de anunciantes, el seguimiento en redes sociales y la repercusión del equipo le han dado la razón. “Es un momento de reactivación. Es darle al 'reset' y encima con ilusión”, comenta Montilla, que confiesa que odiaba ponerse doble calcetín para estar a pie de campo en el Helmántico en Primera y que ahora acude encantado a partidos de Provincial. Gran parte del éxito de Unionistas, dice, se debe a la buena labor de su departamento de comunicación.
¿Cómo se logra una profesionalidad así? Con voluntarios, muchos. Y especialistas, cada uno en su área. Abogados, informáticos, diseñadores, economistas. Cada persona aporta horas de trabajo en el ámbito que mejor domina. Este pulpo con muchísimos tentáculos –así lo definen desde la directiva– es el responsable de la imagen seria que emana el club, incluida la cantera (más de 120 niños). El entrenador, Jorge González "Astu", necesitaba alegar la sanción de un jugador y pidió un vídeo del encuentro a un directivo. “A las tres horas me lo envía. Un partido entero cortado con sólo las faltas que le hicieron al jugador. Eso lo dices en cualquier otro club y tardan una semana”.
Esta implicación de los socios permite al club construir su identidad de forma colectiva. Un toro, los colores blanco y negro y la tipografía Vítor, la característica de Salamanca, aparecen en el escudo diseñado por Rubén Arévalo y Victor Bernal que fue elegido por los socios en la primera asamblea general, en noviembre de 2013.
Y si el Real Madrid tiene a Plácido Domingo y el Atlético de Madrid a Joaquín Sabina, Unionistas cuenta con Kritter para su himno. La propuesta de esta banda de heavy-metal fue la preferida por los socios, con un 45% de los votos. “Quisimos hacer una canción fiestera”, explica el guitarrista Javier Hernández. “Dijimos: 'Vamos a pensar cómo cantan en Inglaterra los himnos'. Salen todos juntos y nos los imaginábamos con cervezas. Así enfocamos el proceso de elaboración”.
El "problema" del éxito
La lluvia da un respiro pero el campo sigue totalmente inundado y Unionistas busca las tablas en el marcador. Tras varias ocasiones falladas, Diego remata en el segundo palo y empata el partido. La grada Unionista enloquece y salta hasta la barrera para abrazarse con los jugadores.
Son días de vino y rosas para Unionistas, pero también hay quienes piden cautela. El periodista Ricardo Montilla, que aprecia todo lo conseguido hasta ahora, advierte sobre la posibilidad de que el club se emborrache de éxito a largo plazo: “Yo creo que no han asimilado lo que han sido capaces de generar. Me da miedo, incertidumbre, cómo va a crecer este equipo…”.
El momento más delicado sucedió el 7 de diciembre, cuando algunos aficionados de la Grada Unionista ocasionaron enfrentamientos por cuestiones políticas. La directiva fue fulminante: a las pocas horas disolvió la grada, medida que reconocen injusta, por ser un caso aislado de personas concretas, pero necesaria en un campo al que acuden familias con niños.
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El éxito de Unionistas también levanta ampollas entre ciertos equipos de la categoría. Humildes y veteranos, algunos comparan la llegada de Unionistas con la de un elefante en una cacharrería dispuesto a lograr en un año lo que ellos no han conseguido en décadas. “Han hecho las cosas muy serias desde el principio, que es lo que falta en Salamanca: tirar para adelante y que todos nos ayudemos”, suma el delantero unionista Nacho Sánchez.
¿Cuál es el techo entonces de un equipo popular? “Como decía un directivo, el que se quiera marcar el club y el socio”, apunta Astu, que subraya el compromiso de los jugadores, muchos de los cuales renunciaron a estar en Tercera por jugar con Unionistas. “No puedes decir que no por la ambición que tienen –afirma Antonio Paz, capitán del equipo–, por querer devolver la ilusión a la gente y la memoria de la UDS”.
Monterrey resiste pero en el minuto 72 los blanquinegros logran el tercer gol que les dará la victoria. Unionistas termina el año como líder invicto y los jugadores acaban embarrados hasta las cejas y abrazados a sus aficionados. A la salida de vestuarios, Nacho y Paz atienden a los medios como si fueran de Primera, pero Astu frena la euforia recordando que el próximo partido será complicado. Aspera ad astra, hasta las estrellas por el camino más duro. Es el lema de Unionistas. El viaje empieza aquí: en el barro.