Izquierda Unida

Dimiten dos cargos de confianza de Cayo Lara

Cayo Lara y José Luis Centella, durante la Presidencia Federal de IU, este 7 de junio.

La digestión del 25-M no está pasando sin pena ni gloria en Izquierda Unida. Le ha obligado a acelerar los cambios y a arbitrar primarias abiertas a simpatizantes para elegir a todos los cabezas de lista, un cambio cultural histórico en la federación. Pero también ha generado un corrimiento de tierras dentro de la dirección. Este sábado, formalizaron su renuncia a sus carteras dos dirigentes que hasta ahora eran de la confianza del coordinador, Cayo Lara. Ricardo Sixto se deshizo de la de Comunicación Externa. Y Enrique Santiago, secretario ejecutivo del Área de Convergencia Político-Social, se desprendió de su parcela mayor, la de Refundación y Convergencia, y retuvo únicamente la responsabilidad de relación con los movimientos sociales. Los dos, no obstante, seguirán en la ejecutiva a la espera de que el coordinador les asigne nuevas tareas en la remodelación que está prevista para las próximas semanas. 

Ambos, según las fuentes consultadas por infoLibre, ya avanzaron sus intenciones en los últimos días a sus círculos más cercanos, justo después de las elecciones europeas. Y este sábado lo confirmaron en la reunión de la Presidencia Federal, el órgano de poder que congrega a unos 70 dirigentes. Sus salidas traen causa del análisis que esta mañana anticipó Lara: hay que mejorar la política de comunicación –y para ello se organizará una jornada de análisis ad hoc– y hay que volver a hacer un llamamiento a la confluencia de la izquierda, una ambición que IU lleva persiguiendo varios años y que no acaba de materializarse por completo. De la portavocía de la organización se encargaba hasta ahora Sixto, diputado en el Congreso por Valencia, y de la convergencia con otras fuerzas, Santiago. 

Aunque a los dos les une la salida de sus actuales responsabilidades (no de los órganos de dirección), los miembros de la Presidencia no percibieron ambas actitudes de la misma manera. Sixto contó que se había producido una "falta de confianza" con Lara durante la campaña electoral de las europeas. El parlamentario entró en la dirección federal en febrero de 2013, tras la celebración de la X Asamblea y su cargo dependía directamente del líder, como se ilustraba en el organigrama aprobado en aquella fecha. En IU se habían oído "críticas muy fuertes a la gestión de los medios, al apagón informativo". "Y él ha hecho bien en irse antes. Además, es complicado llevar la Comunicación Externa desde Valencia. Nos planteó que quería hacer otras cosas y así será", deslizaron fuentes oficiales. 

Santiago, por su parte, alegó que consideraba que su etapa en la cartera de Refundación y Convergencia Político-Social, en la que llevaba desde que Lara accedió al liderazgo de IU, en 2008, estaba "agotada", y que por tanto la federación necesitaba de nuevos interlocutores con los agentes sociales y las plataformas ciudadanas en esta nueva etapa, como describieron distintos responsables. Algunos miembros de la Presidencia achacaban su anuncio al "fracaso" de la confluencia y la fuerte irrupción de Podemos, con quien no prosperaron los acercamientos. Otros, más cercanos a Santiago, lo atribuían a que el dirigente "siempre ha tenido enfrente el inmovilismo", así que la responsabilidad "será de terceros". 

"Es evidente que las tareas de convergencia no han tenido todo el éxito que hubiéramos querido", indicaron fuentes del aparato. Santiago, no obstante, mantendrá su trato con los movimientos sociales. Es decir, que pierde parte de sus competencias actuales. Las más importantes, ya que él ha pilotado en este tiempo el diálogo con activistas y plataformas y la construcción del bloque político y social. Santiago es, además, uno de los letrados de IU, el que diseñó y aún conduce las querellas de la federación de los papeles de Bárcenas y contra la cúpula de Bankia.

Entendido "el mensaje del 25-M"

Este periódico intentó contactar con Sixto y con Santiago, pero ninguno de los atendió la llamada. A la salida de ambos habría que sumar la dimisión del que desde 2008 había sido jefe de las campañas electorales, Ramón Luque, sustituido para el 25-M por el secretario de Organización, Miguel Reneses. Desde el círculo de este se indica que los dos, Sixto e Iglesias, decidieron dejar sus carteras "a iniciativa propia" y ambos seguirán en los órganos de dirección. Con otras funciones, eso sí. Santiago, desde su cuenta de Twitter, negó que hubiera "dimitido". Dijo que había pedido ser "sustituido". Aunque "dimitir", según la Real Academia Española, es "renunciar, hacer dejación de algo, como un empleo, una comisión, etc.".

 

La renuncia de Sixto y Santiago se enmarca, según miembros de la Presidencia contactados por este periódico, dentro de una dinámica más amplia de "reestructuración completa de la dirección", que acabará cuajando, previsiblemente, en la reunión del máximo órgano de dirección, el Consejo Político Federal, previsto para el 28 de junio, o en el último encuentro de la Presidencia antes de las vacaciones de verano. Y esa petición de renovación integral y profunda para atender "el mensaje del 25-M", a juicio de una dirigente, ha sido "muy mayoritaria".

El propio Lara, en la presentación de su informe, ya avanzaba esta mañana que una de las tareas pendientes tras las elecciones europeas es el "reforzamiento de la dirección", para hacerla más "rápida y flexible en la respuesta". El coordinador, en su resumen final, recogió el guante y se comprometió a alumbrar esa "nueva dirección política", aunque siempre de forma dialogada con las federaciones –el poder territorial– y las familias de IU. "Intentaremos construir la nueva cúpula lo antes que podamos, para abrirnos a una nueva etapa en IU antes de las municipales y autonómicas de mayo", apuntalaban fuentes cercanas a Lara.

"Sin dramatismo, sin navajas"

Los cambios, siempre según las fuentes consultadas, no habría que entenderlos en un contexto de "crisis o cisma interno", sino de adaptación a una coyuntura histórica, en la que IU quiere proceder a una revolución interna total, con el objetivo de refrescar su mensaje y de lanzar las primarias abiertas lo antes posible en el centro de sus prioridades. "No hubo mal tono en ningún momento, todo lo contrario, simplemente una reflexión muy constructiva para el nuevo tiempo que viene", en palabras de un cargo territorial. 

"Lo importante del debate de hoy es que IU ha entendido que estamos ante un cambio histórico, que no nos vamos a quedar fuera del mismo, y que sabemos que tenemos que corregir errores. Se abre un debate amplio para concretar las decisiones a tomar, que se abordarán en el Consejo, sin dramatismos, ni navajas, mirando al futuro y con las luces largas", aseguró Tania Sánchez, diputada madrileña y una de las pocas dirigentes que accedió a que su nombre apareciera publicado. Igual que Ramón Luque: "La Presidencia ha tomado nota de las renuncias de Ricardo y Enrique, pero lo importante es el punto de inflexión que marca esta Presidencia, que significa que somos conscientes de la trascendencia del 25-M, que hemos escuchado el mensaje, que sabemos que se ha producido un terremoto electoral. Es una Presidencia en positivo, en la que salimos a la ofensiva". 

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Desde Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares y Montse Muñoz, también saludaron los avances, especialmente las primarias abiertas, una bandera histórica de la formación, pero recordadon a Lara que tenía que haberlas adoptado antes. "Bienvenidos, aunque sea tarde", era el mensaje, según tres de sus máximos representantes. IzAb demanda asimismo que se garantice una nueva dirección "plural y colegiada". 

Los cambios profundos en IU no se limitan sólo al reforzamiento de su dirección. La introducción de las primarias abiertas –para las que aún queda desarrollar el reglamento y el calendario– es clave, porque nunca se había ensayado esta fórmula. Pero además la federación se propone a actuar de forma "ágil" en otros aspectos: fortalecimiento de las federaciones más débiles, mejorar la participación de la militancia, comenzar a trabajar en el programa de las municipales y autonómicas, desplegar planes de formación, implicación en las movilizaciones... IU acelera el paso y cambia ante una "nueva etapa", y con ese mensaje se quedan, unánimemente, todos los dirigentes consultados.   

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