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Gobierno y PSOE encajan el impacto del fallo de los ERE convencidos de que no afectará a la investidura de Sánchez

Fernando Varela

Tanto el PSOE como el Gobierno de Pedro Sánchez han encajado la sentencia del caso de los ERE conteniendo la incomodidad que les causa la condena de dirigentes políticos tan relevantes como los expresidentes José Antonio Griñán y Manuel Chaves pero convencidos también de que el fallo judicial no afectará a las negociaciones en marcha para construir una mayoría que permita la investidura de Pedro Sánchez y la formación de un Gobierno de coalición con Unidas Podemos.

A la confianza de los socialistas ayudó este martes que ninguno de los socios potenciales del PSOE haya puesto distancia con Sánchez. El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, calificó la sentencia como el retrato de una época, la del bipartidismo, que trajo “corrupción y arrogancia”. Evitó, eso, si cualquier referencia expresa al PSOE y defendió que, a partir de ahora, con el Gobierno de coalición, “se abre la oportunidad de defender la justicia social y garantizar la limpieza de las instituciones”.

Lo hizo a través de un apunte en Twitter en el que consideró probable que lleguen más sentencias como ésta. “El bipartidismo trajo corrupción y arrogancia. Llegarán más sentencias como esta que retratan una época. España ha cambiado y no volverá a tolerar la corrupción. Ahora se abre la oportunidad de defender la justicia social y garantizar la limpieza de las instituciones”, escribió.

Su socio de coalición, el coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, también a través de Twitter, subrayó que la sentencia “confirma que durante años algunos dirigentes del PSOE-A utilizaron dinero público en Andalucía para sostener una red mafiosa que compraba la paz social y alimentaba la corrupción. Andalucía merece pasar página para tener un futuro digno”, señaló.

Mucho más crítica fue la líder de Adelante Andalucía, la marca andaluza de Unidas Podemos, Teresa Rodríguez, contraria además a la entrada de UP en el Gobierno. Rodríguez sí cargó directamente contra los socialistas: “El PSOE andaluz definitivamente se ha visto ante la sociedad andaluza como lo que es, un partido cargado de corrupción que ha sobrevivido durante 40 años haciendo trampas y utilizando dinero que era de todos para sus propios fines personales”, aseguró.

Iñigos Errejón (Más País) y Joan Baldoví (Compromís) también condenaron los hechos, pero evitaron pedir responsabilidades a la dirección del PSOE. El primero proclamó que "la corrupción secuestra las instituciones, pudre la esfera pública y solo deja cinismo a su paso. En Madrid, en Valencia o en Andalucía, sin ambages: llegar hasta el final y recuperar el dinero de todos y todas”, enfatizó también en un apunte en Internet. Su socio valenciano quitó hierro a la influencia que puede tener la sentencia en las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez. “No debería complicar. Evidentemente habrá consecuencias, pero tenemos que pensar por encima de esa sentencia. Lo que están pidiendo los ciudadanos es tener Gobierno", reflexionó en declaraciones a RNE. “Para el PSOE esto va a ser un castigo, pero todos debemos tener por encima de todo, bien claro, que el interés general es hacer un gobierno”. Se debe “estar a la altura” y ver las “señales claras” que emite el electorado.

Esquerra no se pronunció sobre el fondo de la cuestión pero sí aprovechó para comparar las penas impuestas a los exdirigentes socialistas andaluces con las condenas dictadas contra los independenistas juzgados por el procés. “Seis años de cárcel por robar 700 millones de euros y gastárselos en EREs falsos, prostitutas y drogas. Y trece años por convocar un referéndum...”, apuntó en Twitter el exeurodiputado Jordi Solé. En parecidos términos se expresó el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián: “El principal mensaje del tema de los ERE es que en este país sale más barato robar que votar”, sentenció.

Lo cierto es que en el PSOE y en el Gobierno daban por descontadas las condenas, igual que sus socios potenciales para la investidura. Creen que hace años que este ausnto les pasa factura, pero aún así esperan una gran gesticulación por parte de la derecha, política y mediática, tratando de vincular los hechos juzgados con Pedro Sánchez con el objetivo de blanquear sus propios casos de corrupción. Por eso su reacción ha sido subrayar que cuando se cometieron los delitos que la Audiencia ha considerado probados Pedro Sánchez no era más que un concejal en la oposición en el Ayuntamiento de Madrid. No puede tener menos responsabilidad en lo ocurrido, razonan.

Responsabilidades políticas asumidas

Los socialistas argumentan, además, que las responsabilidades políticas por lo ocurrido ya fueron asumidas cuando Griñán, Chaves y Gaspar Zarrías, tres de los condenados, abandonaron sus cargos de representación y fueron incluso suspendidos como militantes del PSOE.

La dirección federal evitó mostrar empatía con los condenados pero en el PSOE andaluz, donde la herida es mayor, sí se mostraron más próximos. Su secretario de Organización, Juan Cornejo, defendió la “honradez y honorabilidad” de los expresidentes Chaves y Griñán, apoyándose en que el fallo no ha hallado pruebas de que se hubiesen “enriquecido ilícitamente”. No “se han llevado un solo euro”, destacó el dirigente socialista andaluz. En ningún caso, añadió, este asunto responde a financiación irregular del partido: “Ni la ha habido ni la hay”.

Los que se han pronunciado desde las filas socialistas tampoco creen que la sentencia vaya a enturbiar las complicadas negociaciones. La ministra de Economía en funciones subrayó que el Gobierno “respeta y acata” la sentencia para, a renglón seguido, defender que la “limpieza, buena gestión de lo público y la honestidad” son las "marcas fundamentales" del PSOE y del Ejecutivo, por lo que, aseguró, el fallo judicial no afectará a la negociación con Unidas Podemos para formar gobierno.

En idéntico sentido se pronunció el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig. La sentencia, dijo en una entrevista en la Cadena SER, no va a “influir para nada” en las negociaciones. “Nosotros respetamos siempre y lo vamos a hacer siempre las decisiones judiciales y esto forma parte de la normalidad institucional”, zanjó.

El PSOE y el Gobierno saben hace tiempo que el calendario situaría la sentencia en estas fechas, en plenas negociaciones para tratar de sacar adelante la investidura de Sánchez. No es casual que el preacuerdo firmado por el presidente en funciones y Pablo Iglesias para formar un Gobierno de coalición incluyese en segundo lugar entre las prioridades de ambas formaciones el compromiso de “trabajar por la regeneración y luchar contra la corrupción”. El programa con el que el PSOE ganó las elecciones comprometió la aprobación de dos nuevas leyes en esa materia: una contra la corrupción y otra de Transparencia y Buen Gobierno, así como el refuerzo de la Oficina de Conflictos de Intereses.

Los socialistas dan por hecho que PP, Ciudadanos, Vox y los medios de comunicación que les son afines harán todo lo posible para poner en el punto de mira a Sánchez y alimentar así su ofensiva contra el preacuerdo con Unidas Podemos para formar un Gobierno de coalición. Frente al argumentario de la derecha, el PSOE se propone no sólo enfatizar la distancia que separa a su secretario general del caso de los ERE sino la responsabilidad estrictamente personal establecida por la sentencia en comparación con el caso Gürtel, que consideró culpable al PP y que acabó desencadenando la moción de censura contra Mariano Rajoy a la vista de que nadie en su partido estaba dispuesto a asumir responsabilidades por aquella trama de corrupción.

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