El órgano que preside la jueza que vinculó a ETA con el 11M ve "infundado" tachar la lona antisánchez de electoralista
La gigantesca lona que junto a la imagen vociferante de quien se presenta como experto en desalojar a okupas muestra una foto de Pedro Sánchez y llama a expulsarlo a Marruecos solo busca en realidad un “efecto publicitario”. ¿De quién? De Desokupa, la empresa que declara haber recuperado “las casas de 7.600 familias”. Sostener que esa lona instalada en la calle Atocha de Madrid tiene una clara “naturaleza y finalidad electorales”, como adujo el PSOE en su denuncia, “resulta ser argumento tan forzado como infundado”.
Los entrecomillados de las líneas de arriba centran los razonamientos con los que la Junta Electoral Provincial de Madrid (JEP) ha revalidado la resolución previamente adoptada por la junta de zona de la capital: es decir, el acuerdo por el que el 7 de julio ese órgano inferior se negó a desmontar la lona de Desokupa financiada por el dueño del bufete gallego DP Abogados Consultores. En su resolución confirmatoria, fechada el 12 de julio y a la que por fin ha accedido infoLibre, la JEP madrileña incluye lo siguiente: “El propio lema preferente que aparece en la lona “Desokupa a la Moncloa!” con una fotografía del presidente del Gobierno, aun coincidiendo con el recurrente [el PSOE] en lo desabrido o punzante de la frase empleada, no resulta ajena (sic) al efecto publicitario de la actividad de los denunciados, que se niega”.
Como todas las que emite, la resolución sobre Desokupa va firmada por la presidenta de la JEP. Salvo en una de aquellas obtenidas por infoLibre tras una petición al Tribunal Superior de Madrid (TSJM), no consta su nombre. Pero se trata, y así lo ha confirmado ese mismo tribunal, de Gemma Gallego Sánchez. Es decir, la jueza que en 2006 saltó a la fama al vincular con ETA la matanza del 11-M.
Una lona sí, pero la otra no
El acuerdo sobre Desokupa condensado en los párrafos anteriores lo aprobó la junta provincial seis días antes de ratificar la resolución de la junta de zona de Madrid que obligaba a la fundación Avaaz a mutilar o retirar otra lona, esta colgada en el barrio de Chueca.
La pancarta de Avaaz decía “vota contra los pactos del odio”. Junto a ese lema, que se quedó sin el “vota” tras la exigencia del órgano electoral, aparece un dibujo que, como si esbozara una primera y una segunda piel superpuestas en el mismo ser, exhibe los rostros de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal.
Por resumir, tanto los magistrados de la junta de zona de Madrid como los de la junta provincial entienden que la pancarta de Desokupa se ajusta como un guante al principio de que “el derecho fundamental a la libertad de expresión ocupa una posición preferente”. En cambio, creen que vulnera la Ley Orgánica de Régimen Electoral (Loreg) la de Avaaz, donde también se lee que “despreciar los derechos de las mujeres” no es patriotismo ni la homofobia libertad.
Exmiembro del CGPJ a propuesta del PP
Integrada por tres jueces a los que el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) nombra mediante “insaculación” (sorteo) y como ya ha quedado expuesto, la junta provincial de Madrid la preside Gemma Gallego Sánchez. La magistrada ya ocupó ese cargo en las autonómicas y municipales de mayo y lo vio prorrogada la responsabilidad dado el adelanto de los comicios generales.
Miembro del CGPJ entre 2008 y 2013 a propuesta del PP y afiliada a la tanto conservadora como mayoritaria Asociación Profesional de la Magistratura (APM), Gallego subió múltiples peldaños a partir de noviembre de 2006 cuando, tras la querella de una asociación subvencionada por el Gobierno de Esperanza Aguirre, la de Ayuda a las Víctimas del 11-M, instruyó un sumario con el que alimentó la tesis de que tras la masacre de Atocha del 11 de marzo de 2004 se encontraba ETA y no el yihadismo.
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Protagonista así del conocido como caso del ácido bórico , Gallego sentó en el banquillo a cuatro mandos policiales en contra del criterio de la Fiscalía y a petición de tres acusaciones populares, una de ellas la ya citada de Ayuda a Víctimas del 11-M, más la ultraderechista Manos Limpias y la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) .
En julio de 2008, la Audiencia de Madrid absolvió a los cuatro policías, cuyo delito había consistido, según Gallego, en manipular un informe al borrar las conclusiones –especulaciones, terminó dictaminando la sentencia– a que habían llegado dos peritos: que en casa de uno de los implicados en la matanza de 2004 se había encontrado ácido bórico y que tres años antes se había hallado también la misma sustancia en un registro a ETA, ergo era la banda terrorista la que estaba tras el 11-M. El ácido bórico se utiliza, entre otras cosas, como matacucarachas.
La sentencia que absolvió a los cuatro mandos a los que Gallego había llevado al banquillo entre los aplausos de medios afines al PP señalaba lo siguiente: que "lo único que hubiera podido impregnar de relevancia punitiva el supuesto de hecho enjuiciado [ignorar las referencias al ácido bórico como nexo entre el 11-M y ETA] hubiera sido que las observaciones realizadas [por el perito] tuvieran consistencia, rigor científico y pudieran afectar el resultado del proceso a que iba destinada la pericia”. Pero eso, añadía la Audiencia madrileña, "no fue así”.