GALICIA
De exigir dimisiones a clamar contra quien las pide: el PP gallego, al otro lado del fuego 20 años después
La número dos del PP en Galicia, Paula Prado, afirmaba el pasado jueves en rueda de prensa que, durante la ola de incendios del verano de 2006, con diferencia la peor en dos décadas –77.000 hectáreas ardidas para un balance anual superior a las 95.000–, el entonces presidente socialista de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, "estaba de vacaciones y siguió de vacaciones". La acusación de la secretaria general de los conservadores reproduce casi literalmente la lanzada en septiembre de aquel año en el Parlamento por Alberto Núñez Feijóo, entonces nuevo líder del PPdeG, y en ninguno de los dos casos se corresponde con la verdad.
Fotografías e intervenciones públicas acreditan que Touriño tuvo actividad oficial como presidente directamente ligada con el fuego en aquellos fatídicos días, en los que habían muerto cuatro personas. Tras la ola los populares gallegos se apresuraron en exigir la dimisión del "calcinado" conselleiro del Medio Rural, Alfredo Suárez Canal (BNG), como "directamente responsable del mayor desastre ecológico de los últimos 16 años", había dicho Feijóo, así como en reclamar una comisión de investigación sobre lo sucedido.
Al mismo tiempo, impulsaban la constitución de Sós contra o lume. Se trataba de una plataforma apoyada en los gobiernos municipales del PP en concellos rurales y en su sindicato agrario afín, el después desaparecido Xóvenes Agricultores, para cargar contra el Gobierno de PSdeG y BNG. Intentaban así adelantar por la derecha a la Plataforma Nunca Máis que, cuatro años antes, había concentrado las protestas contra la gestión de los Ejecutivos de Fraga y Aznar tras la catástrofe del Prestige con la participación de diversos sectores progresistas y especial protagonismo de rostros conocidos del mundo de la cultura, descalificados por el PP y su plataforma como "titiriteros".
Del entorno de aquella plataforma había emergido también un sitio de internet. Imitando la dirección de la que fuera la web electoral del BNG en 2005, bajo la marca quin2006.com. Sus autores –el PP nunca la reivindicó como propia y había sido publicada anónimamente– divulgaban diversos textos e imágenes críticos con el Gobierno progresista en general y con la gestión de la ola de incencios en particular.
También habían difundido, entre otros contenidos, una lista de personas del mundo de la cultura que, por su implicación en Nunca Máis o en otras acciones contrarias a los intereses del PP de Fraga, no debían trabajar o colaborar con la CRTVG. Si lo hacían, acusaban, implicaba pago de favores políticos por parte de PSdeG y BNG.
De la "dilación" de las brigadas a la exigencia de dimisiones
La estrategia de combate escogida por el PPdeG durante y tras los incendios de 2006 –e incluso antes del inicio de la ola– contrasta en este 2025 no sólo con los reproches que el partido que encabeza Alfonso Rueda lanza a BNG y PSdeG por exigir responsabilidades políticas en la Xunta. También con la actitud que las fuerzas de la actual oposición gallega y quien ostenta cada uno de sus liderazgos, Ana Pontón y José Ramón Gómez Besteiro, están manteniendo, en cuanto a la exigencia de responsabilidades políticas –en el caso de Pontón, de dimisión del presidente–, tras la que sustituye precisamente a la de 2006 como la peor ola de incendios del siglo en cuanto a hectáreas ardidas. El balance anual se eleva a unas 111.000, según la suma de las estimaciones publicadas por la Xunta, y casi 145.000 atendiendo a las mediciones del satélite del programa europeo Copernicus.
El verano de 2006, había revelado tras la ola de incendios la Cadena SER, había comenzado con una circular interna de la dirección provincial del PP de A Coruña ordenando a sus alcaldías "dilatar" los trámites de la constitución de brigadas municipales contra incendios para hacer ver a la "opinión pública" la "lentitud de la Xunta". Finalizó con el propio Feijóo esgrimiendo capturas de un sitio web de mapas –el desaparecido mapasnet.com– para acusar al Gobierno de socialistas y nacionalistas de ocultar que habían ardido más de 175.000 hectáreas. El balance final real del 2006 fueron 95.947 hectáreas afectadas por el fuego y así se mantuvo en la documentación oficial de los Ejecutivos del PP de 2009 en adelante.
Después de la ola, durante la cual Medio Rural informaba dos veces por día sobre todos los incendios que existían y la superficie a la que afectaban –el PP puso fin a esta política informativa al volver a la Xunta–, Feijóo consideró en el Parlamento que "una vez controlado el fuego, es el momento de hablar de política", a empezar por exigir que el Gobierno asumiese "sus graves responsabilidades". "No quiero pensar qué tiene que pasar en Galicia para que algún conselleiro dimita. No lo quiero pensar porque me da miedo", había proclamado el actual líder estatal del PP, a quien Touriño había reprochado su "patética" fotografía simulando apagar un incendio con una "manguerita" durante una visita a un área afectada por el fuego en Meis (Pontevedra).
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Tras esas consideraciones, pronunciadas durante una comparecencia monográfica de Touriño sobre los incendios –semejante a la que va a protagonizar Alfonso Rueda este 9 de septiembre– llegó la principal puesta en escena de Sós contra o lume, una manifestación organizada en Santiago el 17 de septiembre a la que acudieron las planas mayores del PP en Galicia y en el Estado. "Touriño, cobarde, Galicia está que arde", "Zapatero, embustero", "Gobierno de inútiles, nuncamáis", "paripé no, investigación", "titiriteros, nunca más", coreó la multitud animada desde coches con altavoces que repetían consignas pregrabadas y acompañaban a la comitiva con pancartas recién salidas de la imprenta.
Al final de la marcha, Feijóo y Mariano Rajoy exigieron dimisiones en la Xunta ante un cartel con un montaje fotográfico en el que Touriño y Suárez Canal se sentaban junto a Anxo Quintana, vicepresidente de la Xunta y líder del Bloque, en una parada de autobús quemada. Casi veinte años después, la dirección de los populares gallegos censura que en el "diccionario" de BNG y PSdeG "hay tres palabras que se repiten constantemente: no, manifestación y dimisión" respecto a la ola de incendios.
Así "en política –cree Paula Prado– es fácil distinguir a quien quiere buscar soluciones de quien sólo pretende enredar". Sobre eventuales ceses de cargos políticos considera la número dos de Rueda que "una barbaridad como la de convocar manifestaciones en plena ola de incendios sí que merecía alguna dimisión".