el gobierno de los jueces

Progresistas y conservadores coinciden en que los jueces voten en cada renovación del CGPJ

Pleno del Consejo General del Poder Judicial.

El Pleno del Consejo General del Poder Judicial ha llegado a un acuerdo. Habrá un solo informe para el Gobierno y las Cortes en el que se analizarán los sistemas de elección de vocales de los órganos similares al español así como los mejores estándares europeos. Pero a él se añadirán dos propuestas de modificación del sistema de renovación: una parlamentaria, defendida por los 10 vocales progresistas, y otra por elección directa de jueces y magistrados sin intervención de las Cámaras, la de los conservadores. Tras el difícil acuerdo -que muestra que, en realidad, no lo hay- ambas sensibilidades del órgano de gobierno de los jueces coinciden en un punto. La participación de los jueces y magistrados en el sistema de elección de los vocales debe pasar necesariamente por un proceso electoral en el seno de la magistratura. Para los consejeros a propuesta del PP, esa elección debe servir para elegir directamente a 12 de sus miembros, los de extracción judicial. Para los designados por el PSOE y Sumar, para elaborar una nómina de 42 candidatos de los que diputados y senadores tendrán que seleccionar a esos 12 integrantes.

El planteamiento de unas elecciones judiciales -sea para candidatos o directamente para vocales- ya constituye en sí misma una novedad que aporta transparencia y participación al proceso. Si el Gobierno y el Parlamento se inclinan por el sistema de elección parlamentaria de los 12 vocales, los ciudadanos podrán comprobar, mediante el acceso a los resultados de los comicios, cómo y a quién votan los jueces y magistrados. Si el Gobierno y las Cortes inspiran su reforma en el sistema propuesto por el sector progresista -el que, dada la actual composición del Ejecutivo y el Parlamento, tiene, a priori, más posibilidades de prosperar- los resultados electorales podrán ser luego comparados con el uso que hagan los grupos políticos de su última palabra sobre las 12 designaciones, conociendo el concreto grado de apoyo de cada vocal entre sus compañeros.

La propuesta de los vocales progresistas, además, garantiza la presencia en el Consejo de todas las asociaciones judiciales, una reclamación histórica en la carrera. Desde su creación, los partidos han primado tradicionalmente a la mayoritaria y conservadora Asociación Profesional de la Magistratura (el PP) y la progresista y minoritaria Juezas y Jueces para la Democracia (el PSOE). El segundo colectivo más importante en número de afiliados, la también conservadora pero más moderada Asociación de Jueces Francisco de Vitoria, ha quedado sistemáticamente relegada (salvo en un solo mandato en el que contó con un vocal). Lo mismo con el cuarto, el conservador y muy corporativo Foro Judicial Independiente. Con el sistema que proponen los vocales a propuesta del PSOE y Sumar, diputados y senadores "deberán mantener el equilibrio entre las diferentes asociaciones, evitando exclusiones y sobrerrepresentaciones, y las candidaturas de personas no asociadas", lo que implica que la pluralidad de la carrera debe quedar reflejada en el Consejo.

Respecto a los sistemas electorales concretos, los conservadores (partidarios de la elección directa de los 12 vocales) proponen una sola circunscripción nacional y un sistema de listas abiertas. En cada papeleta, según la propuesta de la derecha judicial, constarán todos los candidatos con sus categorías (juez, magistrado o magistrado del Tribunal Supremo) y las asociaciones a las que, en su caso, pertenezcan. Los electores podrán seleccionar con su voto a ocho compañeros. Los progresistas (que defienden que se siga con la renovación parlamentaria) también plantean un solo colegio para todo el Estado pero dan dos posibles modalidades de elección: o listas abiertas (de las que se seleccionen entre seis y ocho nombres) o una papeleta dividida por categorías en la que se pueda elegir a un magistrado del Supremo, cuatro magistrados y dos jueces.

El modelo conservador de elección directa de los vocales prevé que tras la votación se elabore una lista con los doce consejeros electos que tendrá que contener necesariamente tres magistrados del Supremo, tres magistrados con más de 25 años de antigüedad y seis jueces o magistrados sin sujeción a antigüedad. En cada una de esas categorías deberá aplicarse el criterio de paridad. Las elecciones que proponen los progresistas darán como resultado una nómina de 42 candidatos en la que deberán constar los seis magistrados del Supremo, 24 magistrados y 12 jueces más votados, que deberá elevarse al Congreso y al Senado. Además de seleccionar nombres de todas las asociaciones y no asociados, las Cámaras deberán garantizar la paridad y la pluralidad territorial para elegir a los 12 vocales judiciales.

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