28A | Elecciones generales

Propuestas (y ausencias) destacadas del programa de Pacma para el 28A

La presidenta de Pacma, Silvia Barquero, y la candidata del partido a la Presidencia del Gobierno, Laura Duarte, frente al Congreso.

A un paso de las elecciones que se celebrarán este domingo 28 de abril, las previsiones son generosas con los animalistas. El partido en defensa de los derechos de los animales, Pacma, podría entrar por vez primera en el Congreso con hasta dos diputados, según la encuesta preelectoral del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). Lo cierto es que los animalistas llevan tiempo preparándose para su gran salto: desde su nacimiento en 2003 se han presentado a todas las llamadas electorales y su ascenso desde 2008 ha sido progresivo, con un crecimiento en votos que no cesa. Pacma se presenta fuerte a los próximos comicios. El vídeo confeccionado para la campaña electoral no ha dejado indiferentes y Vox ha pedido a la Junta Electoral Central que lo retire. "Nos reafirmamos en todo el contenido del vídeo. Seguiremos plantando cara a las políticas del odio y la violencia que abanderan", ha reaccionado en redes sociales la formación.

El partido liderado por Silvia Barquero desarrolla sus propuestas sobre un pilar básico: la lucha por los animales. En su ADN se encuentra la defensa de quienes, afirman los animalistas, no tienen voz y esa es su prioridad. No obstante, el programa electoral [consultar en este enlace] incluye entre sus páginas un nutrido eje relativo a justicia social, que introduce algunas líneas definitorias en materia de vivienda, educación o sanidad... pero que también deja algunos espacios en blanco.

  Animales y medio ambiente

El partido animalista lleva 16 años luchando por la defensa de los animales. Esa batalla se concentra ahora en una propuesta electoral básica: la creación de una Ley General de Bienestar Animal. La norma planteada por la formación no es nueva. También bautizada como Ley Cero, fue presentada en 2017 a todos los partidos políticos con representación parlamentaria.

La normativa persigue legislar sobre la abolición de todos los espectáculos, tradiciones y festejos con animales. Asimismo, la formación apuesta sin titubeos por alcanzar el cierre de circos, zoológicos y delfinarios para terminar con la explotación y cautividad, además de terminar con el negocio peletero. Propone también el sacrificio cero, prohibiendo la venta y fomentando la esterilización y adopción.  

El fin de la experimentación con animales es otra piedra angular para el partido, que carga contra el "terrible e innecesario sufrimiento de los animales de experimentación", una realidad, dice, a la que "la sociedad no puede dar la espalda". Reclama la puesta en marcha de alternativas experimentales sin animales y llama a incrementar las partidas presupuestarias encaminadas al desarrollo y validación de otros métodos que los sustituyan.

A nivel institucional, Pacma cree necesaria la creación de un Observatorio dependiente del Ministerio de Justicia, "al que corresponderá la dirección, coordinación, propuesta y ejecución de las políticas en materia de bienestar y protección animal". En esa carrera por blindar institucionalmente la protección de los animales, se inclina también por instaurar la figura del Defensor de los animales, una Dirección General de Protección y Bienestar Animal y una Fiscalía contra el maltrato animal.

Tampoco olvida Pacma, en su programa electoral, el compromiso que mantiene con el medio ambiente. En ese sentido, plantea la creación de una Ley contra la crisis climática, que marque un plan estratégico para perseguir los objetivos que fija la Unión Europea y caminar hacia una "economía descarbonizada". El documento programático del partido animalista incluye además una descarbonización del transporte, unido al fomento del transporte público y a un modelo de movilidad sostenible, que cristalizaría en una ley estatal.

El modelo de alimentación que aspira a implantar Pacma, por otro lado, tiene que ver con la reducción del consumo de productos de origen animal, por lo que propone una "mayor carga impositiva, aplicando un impuesto climático a los productos de origen animal". Plantea también el fin de las "subvenciones al sector", ayudas que sí cree conveniente destinar a "los alimentos vegetales saludables y cuya producción sea más respetuosa con el medio ambiente".

Pacma diseña igualmente una ley de protección de los ríos y sus ecosistemas, "que garantice un abastecimiento sostenible del agua y una gestión de recursos hídricos que no se rijan por los intereses privados", además de una nueva ley que sustituya a la actual de montes.  Promete, finalmente, trabajar sobre una política forestal que "ponga en valor los montes, proteja los bosques, ponga fin a la deforestación, combata la tala ilegal de árboles e impulse la reforestación".

La otra cara

Bajo el epígrafe "justicia social", Pacma desarrolla a partir de su página 55 un diagnóstico de las principales carencias que en su opinión golpean a la ciudadanía y, al mismo tiempo, dibuja algunas medidas destinadas a mejorar aspectos clave como la sanidad o la educación. No obstante, la formación animalista deja sin cubrir debates fundamentales como la cuestión territorial. Nada dice del conflicto en suelo catalán ni sugiere posibles soluciones. No es el único gran ausente. Pacma tampoco mantiene una posición sólida respecto a la interrupción voluntaria del embarazo: el programa no hace mención alguna del aborto. Ni sobre los debates alrededor de la prostitución o los vientres de alquiler. Sin noticias, tampoco, de la memoria histórica. Lo mismo ocurre con la política exterior, más allá de las líneas dedicadas a la cooperación internacional para el desarrollo.

Otras cuestiones quedan parcialmente abordadas por los animalistas. Hablan, por ejemplo, de incrementar el salario mínimo interprofesional (SMI) "para garantizar unos mínimos niveles de vida necesarios y que se acerque a niveles europeos", aunque no concretan cuál sería la subida prometida. A nivel laboral, Pacma no cree necesario revisar la duración de las jornadas o las horas extraordinarias, ni tampoco un refuerzo de las prestaciones por desempleo.

Sí promete derogar la Ley mordaza –con la redacción de una nueva norma que regule la seguridad ciudadana– y la reforma laboral. También busca fomentar la presencia de mujeres en puestos de responsabilidad e igualar los permisos de maternidad y paternidad, aunque olvida la ratificación del convenio 189 de la OIT para regular el trabajo doméstico. La formación dirigida por Silvia Barquero presenta una firme oposición a la estacionalidad en el empleo y entiende que la mejor manera de combatirla es a través de la "creación de un tejido de oferta turística alternativa", aprovechando "la infraestructura ya existente creada alrededor del modelo actual".

Pacma deja espacio para una "justicia redistributiva", que a su juicio debe girar en torno a la "progresividad del sistema fiscal, revisando las deducciones existentes en el Impuesto de Sociedades y los tipos del IRPF", además del rediseño, dice, del impuesto sobre la herencia, "haciéndolo aplicable sólo a grandes fortunas". En el terreno impositivo, la formación únicamente propone una reducción del IVA al tipo superreducido del 4% para la atención profesional veterinaria. En materia fiscal, el partido animalista se inclina por diseñar un plan de lucha contra el fraude, y propone cuestiones como el fin de los paraísos fiscales, la persecución de la evasión fiscal o "un sistema fiscal justo, gravando las grandes fortunas y estableciendo una tasa sobre las transacciones financieras".

Sobre las pensiones, los animalistas únicamente dedican un párrafo al asunto para prometer "reformar la Constitución para incluir la prohibición expresa de que cualquier gobierno, actual o futuro, pueda tocar, recortar o privatizar el sistema público de pensiones", sin especificar ningún otro detalle al respecto.

En cuanto a vivienda, Pacma promete luchar contra los desahucios y por una vivienda digna. Y aunque menciona el problema del alquiler, no plantea propuestas para pinchar la burbuja que se cierne sobre él: nada sobre la duración de los contratos ni sobre la limitación de las subidas, más que de manera general. "Es necesario facilitar el acceso a un hogar tanto a jóvenes como a mayores y frenar esa subida en el coste y alquiler de la vivienda", dice. Tampoco plantea el fin de los privilegios fiscales de las socimis, como demandan las plataformas antidesahucios. Sí habla de "paralizar todos los desahucios en el parque de vivienda dependiente de las administraciones públicas, en los casos de endeudamiento sobrevenido a causa de pérdida de empleo", o de la creación de una Oficina en Defensa de la Vivienda para la información e intermediación. Cree importante, en ese sentido, confeccionar un censo actualizado de viviendas vacías y analizar su disponibilidad. En el marco de esta política de vivienda social, Pacma también propone "la expropiación a los dieciocho meses de los inmuebles vacíos que sean propiedad de bancos e inmobiliarias subsidiarias de entidades financieras". También aspira a regular las viviendas de alquiler turístico e incluirlas en la Ley de Arrendamientos Urbanos.

En cuanto al eje en torno a la educación y la sanidad, las propuestas de Pacma se sostienen sobre la universalización y la gratuidad de ambos pilares. Apuesta además por una escuela laica, por "recuperar los recursos recortados", incluir la atención bucodental gratuita en la sanidad pública y por adoptar una "adecuada política de prevención" respecto a los accidentes laborales, incluyendo la salud laboral en los convenios colectivos. También propone la despenalización de la eutanasia y el suicidio asistido.

Si bien Pacma aboga por fortalecer los recursos en la lucha contra la violencia machista, sus propuestas se basan en mejorar y trabajar sobre el marco legal actual. No habla, el partido, de la violencia sexual o de adaptar la ley estatal al Convenio de Estambul, ampliando la definición de violencia a aquella que sufren las mujeres no sólo por parte de sus parejas o exparejas. Tampoco menciona la trata de personas con fines sexuales ni hace mención de su postura respecto a la prostitución y los vientres de alquiler. Sí propone medidas novedosas como la creación de unidades policiales especializadas y disponibles las 24 horas para atender los casos de violencia machista o incrementar el número de casas de acogida y pisos tutelados.

Respecto a las propuestas relativas a la migración, Pacma no recoge algunas medidas clave, como la derogación de la Ley de Extranjería, el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIE) o el fin de las devoluciones en caliente. Sí se refiere, por contra, a propuestas como un "aumento del presupuesto y del número de plazas en los centros de acogida" o al "acceso unificado a todos los derechos".

La vertiente animalista de los otros partidos

El torbellino animalista no es cooptado en exclusiva por Pacma, sino que salpica, con mayor o menor intensidad, a los principales partidos. Ciudadanos estima que "una mayor protección y bienestar para los animales" es muestra de "una sociedad más humana", por lo que propone una Ley de Bienestar y Protección Animal, cuyo principal objetivo no es otro que elevar las penas previstas para el abandono y el maltrato. Prometen, a través de las páginas de su programa electoral, garantizar "el buen trato a los animales en toda España, estableciendo medidas que promuevan la adopción, eviten el sacrificio de ejemplares sanos y reduzcan el abandono". También creen necesario promover reformas para que los animales de compañía "gocen de una categoría especial" en el Código Civil y dejen así de ser considerados como "cosas por el ordenamiento jurídico".

El PP, por su parte, incluye un punto dedicado a los animales de compañía dentro de su apartado sobre familia. "Trabajaremos para la defensa y la protección de los animales de compañía y mascotas", prometen e introducen, en este contexto, "reformas legales que luchen contra su abandono y maltrato". También garantizan "iniciativas contra el incivismo de los propietarios de animales que afectan a la convivencia, la seguridad y la salubridad del espacio público".

La batalla por la conversación digital del 28A: los “ultramotivados” de Vox y la novedad de Pacma

El PSOE, del mismo modo que Ciudadanos y siguiendo la estela de Pacma, plantea una Ley estatal para promover el bienestar animal, que a su juicio "constituye una preocupación creciente de la ciudadanía hacia todos los seres vivos en cuanto seres sintientes, que merece ser regulado en una norma legal de ámbito estatal". En cuanto a su contenido, el PSOE, de entrar en el Gobierno, solicitaría un dictamen al Consejo de Estado, teniendo en cuenta "los desarrollos legislativos en esta materia de los países de nuestro entorno".

Unidas Podemos, finalmente, se suma a la vocación de los partidos de proteger los derechos de los animales. Y para ello reitera el camino hacia una Ley de Bienestar Animal "en la que se introducirá una re­baja del IVA de los servicios veterinarios" hasta el 10% y de los productos de alimentación animal al 4%. Prometen asimismo tipificar el delito de maltrato de animales salvajes y elevar las penas al abandono. Igual que Ciudadanos, prevén reconocer en el Código Civil a los animales como "seres que sienten", de manera que se ofrezcan "mayores garantías tanto a los animales como a aquellas personas con quienes conviven". Del mismo modo que Pacma, Unidas Podemos cree importante implementar mejorar en el control de los animales domésticos y la "posibilidad de incluirlos sin problemas en los medios de transporte, centros públicos, albergues e instituciones de protección".

Respecto al consumo de animales, la formación morada tratará de mejorar la producción de animales de consumo a través de la instalación de cámaras, inspecciones periódicas e insistiendo en el requisito de aturdimiento previo al sacrificio. Por último, Unidas Podemos se inclina por eliminar las subvenciones relacionadas con la tauromaquia y promete prohibir los espectáculos que impliquen maltrato animal.

Más sobre este tema
stats