LA NUEVA LEGISLATURA

El PSOE frena en seco la ofensiva del PP en busca de tránsfugas para la investidura de Feijóo

Félix Bolaños, durante su visita al Museo Picasso de París

172. Este es el número de apoyos que tiene Alberto Núñez Feijóo. Una cantidad insuficiente para sacar la investidura en primera ronda con mayoría absoluta. La cifra mágica es 176, pero es casi un océano imposible para los populares poder sumar otros cuatro más. El resto de partidos (a excepción de Vox, UPN y CC) ya les han dado un portazo.

Los populares se agarran al sueño de lograr al PNV, pero, apenas 24 horas después de la designación oficial por parte del rey de Núñez Feijóo comos aspirante a la Presidencia, los jeltzales reiteraron otra vez su no, en boca de su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban. Sólo se reunirán con los populares “por cortesía”.

Y en estas trémulas jornadas de la política española el PP se centra especialmente en presionar al PSOE. Una ofensiva para agitar las aguas del socialismo, con la esperanza de que algunos diputados o el partido se aviniera a hacer presidente a Núñez Feijóo. Todo ello a pesar de que el PSOE ha dejado muy claro desde la campaña que no entrará en una operación así y el propio Pedro Sánchez se ofreció ante el rey como el único candidato que puede armar una mayoría para llegar al Palacio de La Moncloa.

Pero los populares, especialmente a través del vicesecretario de Cultura, Borja Sémper, están desplegando el argumento de un pacto entre los dos grandes partidos y apelan, como durante semanas, a los socialistas de “toda la vida” y a los que se pudieran sentir "incómodos". Algo que indigna a todo el PSOE, según fuentes de la dirección y de diferentes federaciones consultadas, que rechazan de lleno esa sombra del “tamayazo”.

El PSOE actual apenas tiene grietas internas y hay un convencimiento total de que hay que ir a esa investidura de Pedro Sánchez con la mayoría que se logró en la Mesa del Congreso (junto con Sumar, ERC, PNV, EH Bildu, Junts y BNG). Patxi López, jefe de las filas socialistas en el Congreso, afirma rotundamente en una entrevista con infoLibre: “Ningún socialista va a permitir por activa o por pasiva la investidura de Feijóo”.

El frustrado intento de captar a Page: "Una vergüenza que lo propongan"

Los populares siempre intentan alentar especialmente al PSOE de Castilla-La Mancha, dirigido por Emiliano García-Page, para que presione a favor de la vía con el PP y que los diputados de esa federación no asuman los postulados de Sánchez. Pero desde Toledo rechazan absolutamente esta posibilidad planteada. Fuentes consultadas del PSOE castellano-manchego se expresan de manera muy clara: “Ya lo propuso Espinosa de los Monteros en julio y salimos tajantes desde el partido y el propio Page diciendo que era una vergüenza el simple hecho de proponerlo”.

“De hecho es recurrente: siempre que hay una votación relevante, desde el PP instan el fantasma del tamayazo. Y nunca ha pasado y no pasará. Nosotros podremos tener opiniones críticas pero nunca habrá el mínimo riesgo de romper al PSOE”, sostienen las fuentes consultadas.

“Es más, estamos convencidos de que el PP alienta este tipo de debates con la intención de desviar la atención sobre su propio aislamiento y su impotencia de quedar en minoría”, trasladan las fuentes.

"Hay que estar desesperado para llamar al transfuguismo"

A lo largo de la jornada del jueves los principales dirigentes del PSOE expresaron su rechazo rotundo a los planteamientos del PP y se mostraron especialmente indignados con esa idea. Los socialistas ven capaces de todo a los populares, como pasó con la votación de la reforma laboral, cuando dos diputados tránsfugas de UPN, Sergio Sayas y Carlos García Adanero, se saltaron la orden de su formación y se alinearon con Pablo Casado. Hoy los dos se sientan en la nueva legislatura en el Congreso bajo las siglas del Partido Popular.

La ‘número dos’ del PSOE, María Jesús Montero, respondió este jueves a Sémper: “Hay que estar desesperado para hacer un llamamiento al transfuguismo y a diputados del PSOE para que rompan la disciplina de voto. El PP tiene que abandonar estas conductas. Lo vimos en la reforma laboral, cuando premiaron a dos tránsfugas. No se puede practicar una política en ese terreno de juego”.

Según Montero, Feijóo sabe que no tendrá los apoyos suficientes, por lo que “todo lo que está haciendo es postureo para retrasar y no afrontar la realidad”. La también ministra de Hacienda y Función Pública en funciones consideró que el líder del PP está en “una huida hacia adelante”, pero aseveró que el PSOE va a seguir trabajando durante estas semanas para armar esa mayoría de cara a una futura investidura de Sánchez.

Bolaños. "No van a tener éxito"

También criticó al PP el ministro de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, otro de los negociadores del PSOE, especialmente centrado en la agenda catalana. En su opinión: “No deja de ser una forma muy extraña de abordar una posible investidura hacer un llamamiento a la traición de los diputados elegidos con el voto de personas socialistas precisamente para parar la coalición entre el PP y Vox”.

Mandó el mensaje a los populares: “No van a tener éxito”. “En todo caso, simplemente con hacer hipótesis de una traición es algo que debería hacerse mirar el PP”, resumió el titular de Presidencia, que subrayó: “Es inaceptable llamar a diputados del PSOE al transfuguismo, es una elección de los ciudadanos”.

Para Bolaños, este mes hasta la investidura de Feijóo (un plazo que pidió el propio PP a Francina Armengol) se le va a hacer “larguísimo” a los populares porque sólo pueden “fingir” que pueden tener los votos para ganar. Además, denunció la doble moral del Partido Popular al decir que ahora hablará con los independentistas cuando ha dicho que el PSOE rompía España al hacer eso. “Bienvenidos al diálogo”, lanzó el dirigente socialista.

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Las mismas sensaciones transmitió la vicepresidenta tercera en funciones, Teresa Ribera, otra persona que ha ganado mucho predicamento dentro del partido en los últimos años y que fue la ‘número dos’ de Pedro Sánchez en la papeleta electoral. El llamamiento de Sémper es una “falta de respeto”, además de algo “muy poco democrático”, según explicó en una entrevista en la Televisión Canaria. De hecho, pidió a los parlamentarios populares que recapacitaran sobre su alianza con aquellos que niegan la violencia de género.

El PP ha pinchado hueso en ese intento de meter cizaña dentro del socialismo, que vivió un episodio dramático en 2016 cuando el partido se rompió en dos y acabó apoyando la investidura de Mariano Rajoy a través de la abstención. Pero posteriormente en las primarias se impusieron las tesis de Pedro Sánchez, que controla ahora el partido de manera plácida y con ideas compartidas ahora por casi el cien por cien de los dirigentes. Un ejemplo muy claro es que el portavoz de aquella abstención, Antonio Hernando, ahora forma parte del núcleo duro del presidente en funciones y está en la sala de máquinas preparando la investidura junto a la mayoría progresista.

La votación de la investidura no es secreta como la que se realizó el pasado día 17 para elegir la Mesa del Congreso (en papeleta en una urna), sino que es pública y, además, se hace por llamamiento a viva voz, por lo que cada diputado se retrata delante de la Cámara. Esto hace que la ruptura de la disciplina de voto sea evidente y delante de todos los compañeros.

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