Polémica
Un pueblo de Burgos simula el gaseo de judíos en una fiesta de Halloween
En la noche del 2 de noviembre, Frías (Burgos) celebró una polémica noche de Halloween que incluyó una representación de cómo morían los judíos en las cámaras de gas en las que fueron utilizados niños como figurantes. Este acto incluyó la presencia del oficial y médico nazi Josef Mengele, interpretado por un actor, conocido como el ángel de la muerte en el campo de concentración de Auschwitz.
Tras contemplar la función, surgieron voces críticas, como la de José María Arraiza, activista de derechos humanos, que presenció la representación. "En Frías se organiza un Halloween que tiene mucho éxito y va mucha gente de toda la región. Fui para verlo y estaba repleto de gente", recordó Arraiza, quien señaló que "de repente, apareció en una de las plazas del pueblo una danza macabra de niños con la imagen de muerte que los guiaba. Los niños llevaban en el brazo una estrella de David. Al principio pensé que era una equivocación, pero no", relató.
"Acto seguido, apareció el tipo disfrazado de Mengele con el uniforme nazi y llevando a los niños a unas duchas de metal instaladas en la plaza. Les puso debajo de la duchas después de quitarles las maletas y entonces empezó a salir humo como si fuera gas. Poco después los niños se tiraron al suelo haciéndose los muertos. A mi juicio, me parece una forma de frivolizar el Holocausto y el sufrimiento de sus víctimas", señaló Arraiza a infoLibre, quien se ha dirigido al consistorio denunciando los hechos.
Desde el Ayuntamiento de Frías (PP), aseguraron que el consistorio no era conocedor de la representación del gaseo de los niños y declinó la responsabilidad en la Asociación Frías Medieval, organizadora de los actos.
La asociación, por su parte, defendió este lunes que su intención no era mofarse del Holocausto, sino sensibilizar sobre los crímenes nazis en Auschwitz. "Nada más lejos que frivolizar, todo lo contrario, lo que queríamos era criticar a los asesinos con intención de denunciar esos hechos", explicó una portavoz de la asociación a este periódico.
"Las fiestas de este año estaban dedicadas a las mentes del mal. Por eso, se eligieron varios asesinos históricos como Mengele y se representaron las cámaras de gas como una alegoría. Nuestra intención era denunciar y llamar asesinos a los que cometieron esos crímenes", sostuvo la portavoz, quien señaló que, además de la representación, el público pudo escuchar una locución que contaba la historia del Holocausto nazi.
Terrorifrías, un evento organizado por la Asociación Frías Medieval y el ayuntamiento para atraer turistas, se celebra en esta edición durante dos fines de semana consecutivos. Además de las representaciones teatrales, se monta una casa del terror en la Casa de Cultura, mientras medio centenar de actores se encargan de "aterrorizar" a los asistentes. La hostelería local se une al evento poniendo pinchos, bebidas "misteriosas" para la ocasión.