CONFLICTO PALESTINO-ISRAELÍ

El rey avala la postura del Gobierno de reconocer el estado de Palestina, que Feijóo tachó de "ocurrencia"

El rey Felipe VI junto al ministro de Exteriores, José Manuel Albares, durante la clausura la VIII Conferencia de Embajadores de España.

El rey Felipe VI defendió este jueves durante su intervención en la clausura de la Conferencia de Embajadores, en el Ministerio de Asuntos Exteriores, el reconocimiento de un Estado palestino que viva en paz junto a Israel como la vía para conseguir "parar el ciclo de violencia" que se vive en Oriente Próximo y evitar que se repita en un futuro, según recoge Europa Press. Las palabras del monarca van en la línea de la postura del Gobierno de Pedro Sánchez, que ha sido duramente criticada desde la derecha. En concreto, el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, llegó a pedir al presidente que "se deje de ocurrencias" sobre Israel y Palestina y "no cree un conflicto diplomático" después de que en una visita a Oriente Próximo abriese la puerta a reconocer de forma unilateral a Palestina si otros socios europeos no apuestan por un reconocimiento coordinado.

En cambio, este jueves, Felipe VI se mostró contundente durante su intervención en la que reconoció también que "la tragedia que vive Gaza está sacudiendo la conciencia de la Humanidad, como también lo hizo el atentado terrorista" perpetrado por Hamás contra Israel el pasado 7 de octubre, "el peor de su historia". El rey insistió en que hay que condenar lo ocurrido y pedir la liberación de todos los rehenes, así como "seguir insistiendo en que sin una solución política, que pasa por el establecimiento del Estado palestino junto a Israel, no será posible parar este ciclo de violencia o impedir que se vuelva a repetir". Asimismo, recordó que precisamente "esta fue la promesa de la Conferencia de Paz de Madrid de 1991 y la comunidad internacional debe movilizarse para ayudar a las partes a materializarla".

La postura del rey va en la línea de lo expresado por el Gobierno de Pedro Sánchez desde el inicio del conflicto. Así lo ha trasladado el presidente en numerosas declaraciones, tanto en el Congreso, declaraciones, entrevistas o mítines. Incluso lo dijo durante su viaje por Oriente Próximo a finales de noviembre.

En sus encuentros en Israel con el primer ministro, Benjamin Netanyahu, y con el presidente, Isaac Herzog, reiteró su defensa de la solución de los dos estados. También desde Rafá, único paso fronterizo abierto con la Franja, el presidente abrió la puerta a que España pueda reconocer de forma unilateral a Palestina si otros socios europeos no apuestan por un reconocimiento coordinado: "Ha llegado el momento para que la comunidad internacional y especialmente la UE tomen una decisión sobre el reconocimiento del Estado palestino".

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Estas palabras le valieron al Gobierno que Israel llamase a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, el pasado 24 de noviembre y esta regresó a su país tras ello, sin que por el momento haya una fecha de regreso. Esta postura, que fue la misma que la del primer ministro belga, Alexander de Croo, fue calificada por Hamás como "clara y audaz" en un comunicado duramente criticado por la derecha. Frente a las críticas lanzadas por el PP, que le acusaron a acudir a un país en guerra a generar discordia, Sánchez pidió a los de Feijóo que estén "con los derechos humanos" si no quieren apoyar al Ejecutivo.

El PP criticó, días después de este viaje, el "error garrafal" de Sánchez por ir a Israel para "atacar" a ese país. Miguel Tellado no aclaró entonces si su formación apoyaría el reconocimiento de un Estado palestino en caso de que el PSOE lo lleve al Parlamento, una postura avalada ahora por el rey.

Días antes, el propio Feijóo aseguró que la política exterior del Gobierno de Sánchez era "absolutamente excéntrica" y que no distingue entre "el respeto al pueblo palestino y la condena del grupo terrorista Hamás. El presidente del PP también condenó que el presidente haya "roto el consenso" de todos los gobiernos españoles anteriores en relación con este conflicto y le afeó que "no ha consultado con nadie" su postura, una "unilateralidad" que también ha calificado de "ocurrencia".

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