Pedro Sánchez se enfrenta a una situación inédita en su carrera política: este jueves se somete al interrogatorio, como presidente del Gobierno, de la comisión de investigación sobre el caso Cerdán-Ábalos-Koldo impulsada por el Partido Popular en el Senado. Y lo hace bajo la lupa del PP, que pretende incluso que su versión sirva para que vaya al banquillo de los tribunales si no dice la verdad.
En el Palacio de La Moncloa, según fuentes gubernamentales, llevan tiempo preparando con el jefe del Ejecutivo esta intervención en la Cámara Alta, que arrancará a las 9 de la mañana. En el círculo de máxima confianza del líder socialista insisten en que hay absoluta “tranquilidad” por esta comparecencia.
El presidente contestará de una manera muy institucional, añaden las fuentes del Gobierno, y, por supuesto, responderá las preguntas de los senadores. No se ha preparado ningún tipo de anuncio, emiten desde el Palacio de La Moncloa, y volverá a insistir en que no hay ningún tipo de financiación irregular o caja B en la madrileña calle de Ferraz, donde está la sede del PSOE. Asimismo, el jefe del Ejecutivo no tiene ninguna intención de entrar en duras confrontaciones que contribuyan a un “circo”.
"Va a contestar a todo"
Lo que sí vaticinan desde el Gobierno es que el PP hará un “duro” y “sucio” interrogatorio al presidente, a tenor de lo que ha pasado anteriormente en las sesiones de esta comisión de investigación o de la propia sesión de control este miércoles en el Congreso, donde los populares han atacado duramente, empezando por Alberto Núñez Feijóo, al Ejecutivo por la gestión de la dana, obviando cualquier tipo de responsabilidad de Carlos Mazón y su Consell.
Fuentes del entorno de Sánchez trasladan: “El presidente va tranquilo. Esperamos que se deje hablar. Va a contestar a todo. Pero no habrá novedades, no ha aparecido nada nuevo”.
Asimismo, no quieren especular sobre quién será el senador del Partido Popular que finalmente interrogará al presidente del Gobierno. El favorito en las quinielas es Alejo Miranda, portavoz de los conservadores en esa comisión. No obstante, en las últimas semanas los socialistas han puesto sobre la mesa que el nivel es bajo entre los parlamentarios populares que integran ese órgano, como se evidenció durante las sesiones a las que acudieron tanto Koldo García como José Luis Ábalos.
Máxima expectación en el Senado
Cada grupo parlamentario tiene un tiempo de 50 minutos de intervención, donde se engloban también las respuestas del presidente. En total son siete grupos, pero, por ejemplo, el PNV ya ha dicho que no participará. El orden es de menor a mayor, por lo que arrancará, por parte del Mixto, María Caballero (UPN). La expectación es enorme por parte de los medios de comunicación. Los equipos del Senado llevan días preparando minuciosamente la comparecencia, que será en la sala Clara Campoamor. Se han habilitado varios espacios para acoger a los informadores. Al interior de la sala sólo podrán acceder medios gráficos.
El presidente del Gobierno no acudirá solo a la cita, sino que estará acompañado, según fuentes del Ejecutivo, por el titular de Justicia, Félix Bolaños, y por el secretario de Estado de Relaciones con las Cortes, Rafael Simancas, personas de la máxima confianza del jefe del Ejecutivo. También estará junto a él Iván García Yustos, director del Departamento de Asuntos Institucionales de La Moncloa.
Sánchez será el segundo presidente en activo de la democracia que acuda a una comisión de investigación de las Cortes Generales. Hasta ahora sólo estaba el precedente de José Luis Rodríguez Zapatero, que compareció en la comisión del 11M en el Congreso tras los fatídicos atentados. Por allí también pasó José María Aznar (PP), pero ya como expresidente. Asimismo, Mariano Rajoy tuvo que ir recientemente a la comisión de investigación en la Cámara Baja sobre la conocida operación Cataluña, pero lo hizo en calidad de exjefe del Ejecutivo.
"Tapar las vergüenzas de Mazón"
La comparecencia de Sánchez en el Senado era una de las grandes balas políticas que tenía Alberto Núñez Feijóo guardada en el cajón y la ha desempolvado en un momento de debilidad por las grandes crisis de gestión que viven algunos de sus barones como Juanma Moreno, por el cribado del cáncer de mama, y Carlos Mazón, por el aniversario de la dana.
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El paso de Sánchez por la Cámara Alta se materializará apenas horas después de que se haya celebrado el funeral de Estado en Valencia por las víctimas de la dana. De hecho, fuentes socialistas insisten en que Feijóo ha ordenado esa fecha en el Senado “para tapar las vergüenzas” de lo que está pasando con Mazón.
Esta cuestión pesó mucho este miércoles en el Congreso de los Diputados durante la sesión de control al Gobierno. El líder de los populares volvió a atacar al presidente con los supuestos casos de corrupción y le afeó que “politizara” la dana, pero, en cambio, Sánchez evitó el choque directo: “Hoy no es el día. Hoy es el día de las víctimas”. En Moncloa insisten en que este jueves se producirá la comparecencia y que responderá en ese foro.
La comparecencia se produce también horas después de que hayan pasado por el Tribunal Supremo Mariano Moreno, exgerente del PSOE, y Celia Rodríguez, trabajadora de la Secretaría de Organización, en su condición de testigos. El juez los citó después de que un informe de la UCO apreciara que no había concordancia entre las cuentas del partido y las liquidaciones de gastos de José Luis Ábalos. Los dos han negado que exista una caja B en la sede socialista.
Pedro Sánchez se enfrenta a una situación inédita en su carrera política: este jueves se somete al interrogatorio, como presidente del Gobierno, de la comisión de investigación sobre el caso Cerdán-Ábalos-Koldo impulsada por el Partido Popular en el Senado. Y lo hace bajo la lupa del PP, que pretende incluso que su versión sirva para que vaya al banquillo de los tribunales si no dice la verdad.