Reforma laboral

Sánchez lleva la reforma laboral a una mesa presidida por él mismo con Yolanda Díaz y cinco ministros más

Yolanda Díaz y Nadia Calviño en una imagen de archivo.

La reforma laboral ya no es competencia exclusiva del Ministerio de Trabajo dirigido por Yolanda Díaz, cabeza visible de Unidas Podemos en el Ejecutivo de coalición, pese que hasta ahora ha sido su departamento el que ha pilotado los pormenores de la negociación, manteniendo durante meses una reunión semanal con los agentes sociales. La intención de Díaz era aprobar el texto definitivo a mediados de noviembre, para que llegara al Boletín Oficial del Estado antes del 31 de diciembre, cumpliendo así el compromiso con Bruselas.

Para sorpresa (y enfado) de Díaz, lo que trasladan ahora en la Moncloa es que la derogación (o, más bien, la “modernización”) de la reforma laboral es demasiado importante para que la lidere la vicepresidenta segunda en solitario. Según alegan las fuentes gubernamentales consultadas por infoLibre, el documento final que remitan a la Unión Europea deberá salir de una mesa de diálogo entre seis ministerios (todos socialistas a excepción del de Trabajo), presidida por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.

Se trata de la Mesa de Diálogo Social para la Recuperación, la Transformación y la Resiliencia, constituida por primera vez en noviembre de 2020 y que únicamente se ha reunido en tres ocasiones con los agentes sociales (patronal y sindicatos) durante este último año. La última el pasado mes de abril. “Esta mesa está por encima del resto y es en la que se va a consensuar el documento final”, insisten las citadas fuentes. “Toda la parte previa del Ministerio de Trabajo, de diálogo, de tomar impulso, es la base. Pero ahora estamos en una fase decisiva y deben hablar el resto de ministerios”, zanjan.

Estos ministerios son el de Asuntos Económicos y Transformación Digital (Nadia Calviño), el de Hacienda (María Jesús Montero), el Educación y Formación Profesional (Pilar Alegría), el de Seguridad Social y Migraciones (José Luis Escrivà) y también el Industria, Comercio y Turismo (Reyes Maroto). Todos ellos han participado en las reuniones anteriormente citadas.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Nadia Calviño, ha presidido esta mesa cuando Sánchez se ha ausentado. Este lunes la vicepresidenta ha puesto en valor la labor de cada ministerio, pero ha defendido esta jerarquización “para garantizar la articulación de todas las reformas y las inversiones del ámbito de recuperación”, al mismo tiempo que ha reivindicado que “el Gobierno tiene que hablar con una sola voz”.

Díaz: "Hay una parte del Gobierno que no quiere cumplir con lo pactado"

Las palabras de Calviño esconden un conflicto que empezó el pasado jueves. Mientras Díaz preparaba junto a su equipo la reunión de la Comisión Delegada para Asuntos Económicos del día siguiente, le llamó la atención un correo electrónico que recibió en la bandeja de entrada de su mail. Se trataba de una comunicación interna firmada por Calviño mediante la cual se trasladaba que, de ahora en adelante, todo lo relacionado con los trabajos para derogar la reforma laboral del PP quedaba bajo la coordinación de la propia vicepresidenta económica. Desde ese momento, Trabajo pasaba a ser un “departamento más”.

La ministra de Trabajo contestó a ese mail personalmente. Pero como el asunto le pareció de la máxima “gravedad”, se puso en contacto directamente con la Moncloa para trasladar que se trataba de una “injerencia del Ministerio de Economía en las competencias de Trabajo”, aunque las posiciones se consensúen. Tras comprobar que su interlocución con Presidencia no daba resultados, desde Unidas Podemos movieron ficha: “El espacio confederal de Unidas Podemos solicita una reunión urgente de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición entre el PSOE y UP”, anunció la secretaria general de Podemos, Ione Belarra. Una reunión que se ha mantenido este lunes en el Congreso.

Por otra parte, una contundente Díaz ha pedido este lunes al PSOE, como "otra parte mayoritaria del Gobierno", que "se aclare" en el debate, "sobre todo porque están dando declaraciones diferentes". "Hay una parte del Gobierno que no quiere cumplir con lo que ya habíamos convenido", ha afirmado en una entrevista en laSexta, en la que también ha acusado a compañeros del Consejo de Ministros (sin citar nombres) de "no querer derogar" la norma aprobada por el Partido Popular ni subir el salario mínimo interprofesional. Este medio le ha preguntado a Calviño en rueda de prensa si se sentía interpelada por esas palabras, pero la vicepresidenta primera ha evitado contestar.

La ministra de Trabajo ha asegurado que los aspectos que ella defiende están pactados con Bruselas en el Componente 23 del plan de recuperación, por lo que está cumpliendo los compromisos con la Comisión. "Es imposible arreglar los males del trabajo español manteniendo esta legislación", ha lamentado. 

El conflicto de fondo entre Díaz y Calviño

El principal punto de fricción se encuentra en la prevalencia de los convenios de empresa frente a los de sector sectorial –como decretó la reforma laboral de Mariano Rajoy 2012, que Calviño quiere mantener y Díaz invertir. Además, la ministra de Economía no quiere recuperar la llamada ultraactividad –si un convenio caduca mientras se negocia uno nuevo, continúa la aplicación del caducado–, eliminada en la reforma de 2012. 

Por otra parte, las desavenencias con la CEOE han pivotado principalmente en torno a la temporalidad. A lo largo del año, Trabajo ha presentado varias propuestas en forma de borrador sistemáticamente rechazadas por la patronal. No obstante, la confianza de la vicepresidenta segunda en el diálogo social es ciega, y no sería la primera vez que una discusión aparentemente abocada al fracaso se termina pactando.

En este punto también difieren ambas vicepresidentas, aunque la ministra de Trabajo aspira a contar con el sí de patronal y sindicatos, asume que este consenso no es indispensable para que la nueva norma salga adelante, mientras que la ministra de Economía sí quiere contar con su visto bueno.

Una reunión sin avances

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Este lunes ha tenido lugar una reunión de la mesa de seguimiento del acuerdo de coalición que el PSOE y Unidas Podemos en el Congreso para tratar de resolver la disputa abierta en el Ejecutivo por la reforma laboral. El encuentro ha durado más de una hora y media, y ha finalizado a las 21.20 horas. Mientras que el PSOE ha afirmado que la reunión ha sido "constructiva", con "buen tono" y que se han emplazado a seguir hablando, desde Unidas Podemos han sido más explícitos y han asegurado que "será necesario seguir negociando dado que por el momento no hay un consenso sobre la reforma laboral". 

En la cita han participado, por parte del PSOE, el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra; y el portavoz en el Congreso, Héctor Gómez.

En cuanto a la delegación de Unidas Podemos, estaba compuesta por la secretaria general de Podemos y ministra de Derechos Sociales; Ione Belarra; la ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz en el Congreso, Pablo Echenique; el secretario de Estado para la Agenda 2030 y dirigente de IU, Enrique Santiago; el jefe de gabinete del Ministerio de Trabajo, Josep Vendrell, y el secretario de Estado de Empleo y Economía Social, Joaquín Pérez.

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