Sánchez propone que los dueños de las redes sean responsables de lo que ocurra en ellas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habla durante el Foro Económico Mundial de Davos.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha propuesto este miércoles una serie de medidas para luchar en la Unión Europea contra la amenaza que considera que las redes sociales suponen para la democracia, entre ellas acabar con el anonimato y que los propietarios sean considerados responsables de lo que suceda en sus redes, según recoge EFE.

Sánchez ha centrado su intervención ante el plenario del Foro Económico Mundial de Davos en ese peligro y ha instado a "abrir los ojos" y adoptar decisiones para evitar males que conllevan, como la desinformación y las noticias falsas, que benefician a los antisistema y a los propietarios de esas redes.

Ante ello, ha pedido un frente común y ha avanzado una serie de medidas que va a proponer al resto de líderes de la UE, entre ellas poner fin al anonimato en las redes sociales y poder perseguir así a quienes cometan delitos por esa vía.

Instará igualmente a que se haga cumplir la Ley de Servicios Digitales de la UE y que los propietarios de las redes rindan cuentas si no cumplen con las normas establecidas. 

Puso el ejemplo de que si en un restaurante hay una intoxicación, el dueño es responsable, y de igual manera los dueños de las redes deben serlo si no cumplen y "los algoritmos pueden envenenar a la población".

Además, planteó obligar a las redes a "abrir la caja negra de los algoritmos de una vez por todas" y cumplir plenamente con la ley de servicios digitales de la Unión Europea, reforzando su ejecución y también las sanciones a quienes no cumplan. A ello sumó reforzar la competencia y la capacidad del Centro Europeo para la Transparencia Algorítmica, con una financiación específica.

En su análisis de la situación, subrayó que tras la promesa de los fundadores de las redes sociales de que éstas servirían para unir y apuntalar las democracias con nuevas ideas, ha habido efectos positivos pero otros que se ocultaban como "en el caballo de Troya", entre ellos el ciberacoso, el discurso del odio, el acoso sexual, la invasión de la privacidad o el auge de la violencia.

"Las redes sociales están afectando el sistema democrático en todo el mundo", advirtió, antes de lamentar que hayan polarizado el debate público, hayan sustituido el rigor por la inmediatez y estén generando una sociedad cada vez más dividida y más fácil de manipular.

Promueven también a su juicio la desinformación y las noticias falsas, de modo que "lo que iba a ser un espacio para un debate constructivo se ha convertido en un campo de batalla minado con manipulación y censura", recalcó, para subrayar a continuación que esto lo promueven potencias extranjeras como Rusia para debilitar las instituciones y alterar los procesos democráticos.

También consideró que lo promueven fuerzas antisistema "que quieren generar el caos para llegar al poder, como hicieron los fascistas en el pasado", y los propietarios de las redes sociales, "el grupo de tecno-multimillonarios que ya no están satisfechos con tener el poder económico casi en su totalidad, sino que también quieren el poder político socavando las instituciones democráticas".

Para Sánchez, lo que cercena la democracia es el poder de las élites y de los que por ser ricos piensan que están por encima de la ley y pueden hacer lo que quieran. "Por eso -apostilló- los multimillonarios quieren acabar con la democracia".

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Asumió por todo ello que haya personas famosas y empresas que hayan decidido abandonar las redes sociales y confesó que él mismo ha llegado a planteárselo en varias ocasiones, pero consideró que son muy importantes para los jóvenes y un recurso común para la humanidad que, como tal, hay que proteger.

En consecuencia, defendió ese frente común para adoptar medidas "valientes", en las que enmarcó las que anunció que propondrá al resto de líderes europeos.

El presidente del Gobierno aprovechó para destacar la situación económica de España y considerar que esa es una prueba de que la socialdemocracia funciona.

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