“¿Hasta dónde vais a seguir tragando? ¿Hasta dónde?”. Esta expresión la lanzaba el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, durante la manifestación del pasado domingo en Madrid pensando en los socios del Gobierno. Una de las grandes obsesiones del gallego es pinchar en el bloque de investidura para que dejen caer a Pedro Sánchez y no descarta presentar una moción de censura cuando vea que puede haber agua en la piscina.
Pero esa piscina sigue seca todavía. Los socios del Gobierno, a pesar de la profunda incomodidad que les suscita el caso Cerdán y la entrada en prisión de José Luis Ábalos, no quieren romper la baraja y están desoyendo la presión que intenta ejercer el Partido Popular para que la legislatura llegue ya a su fin.
Génova 13 no rechaza una moción de censura, aunque no se atreve a dar el paso todavía. A pesar de la presión de algunos barones por dar esa batalla ya en el Congreso, en el entorno de Núñez Feijóo prefieren esperar a que se produzca algún movimiento judicial como una imputación del PSOE por financiación irregular en la pieza abierta por los pagos en metálico del partido, que puede suponer una línea roja para los socios.
Junts cierra la puerta a Feijóo
Los populares han puesto su mirada especialmente en Junts. El líder de los populares pidió expresamente a los empresarios catalanes la semana pasada durante un encuentro en Foment del Treball que ejerzan su presión para que el partido de Carles Puigdemont dinamite de manera efectiva la legislatura. Una llamada que, de momento, no ha tenido efecto.
Fuentes de Junts insisten en que su mala relación con el PP no ha cambiado y que siguen en la línea de no ir a una moción de censura. Lo verbalizó el propio número dos del partido, Jordi Turull, este fin de semana calificando de “osadía” el reclamo de Feijóo: “No debe pedir ayuda a los empresarios, sino perdón por pedir a tantos empresarios que se vayan de Cataluña y no pedir que vuelvan”. Desde el partido de Puigdemont insisten en que es Pedro Sánchez el que tiene que mover ficha si quiere aguantar la legislatura.
El PNV rechaza el "circo" del PP
Un socio clave para que siga la coalición en La Moncloa es el PNV, que ha mandado algunos avisos de preocupación al PSOE durante los últimos días. Pero, lo cierto es que también rechaza de manera clara la posibilidad de sumarse a una moción junto al PP y a Vox para tumbar a Sánchez. El portavoz de los nacionalistas en el Parlamento vasco, Joseba Diez Antxustegi, afirmó este lunes que sentía “vergüenza” por la protesta convocada por los populares y lamentó el “circo que algunos intentan montar permanentemente”, a la vez que apostó por “elevar el nivel” de la política.
Criticó hacer este tipo de manifestaciones “que son para la galería, para el show, para insultar”. Lo que, a su juicio, “resta mucha credibilidad a la política en su conjunto". "Tendremos posiciones distintas. Pero lo que no podemos permitir es el circo permanente este que se tiene en Madrid y que algunos quieren incluso traer aquí, porque la gente no está a eso", remató.
Aunque no se vaya a sumar a la pinza, el PNV sí está mostrando incomodidad. Aitor Esteban, líder del EBB, decía la semana pasada que si fuera Sánchez no firmaría mañana el decreto de disolución de las Cortes pero “iría pensando en cómo y en cuándo” si la situación seguía así. No obstante, fuentes socialistas desdramatizan estas palabras y recuerdan que el PNV tiene la Lehendakaritza, las diputaciones forales y los grandes ayuntamientos gracias a pactos con el PSE-EE: “Nosotros somos la balanza. Nos necesitan”.
Sumar no abrirá la puerta a un Gobierno del PP y Vox
Desde dentro del Gobierno, Sumar sigue manteniendo intacta su intención de agotar hasta el fin la legislatura. Fuentes de ese ala incluso no ven que pueda producirse un adelanto electoral para la primavera que viene ante la situación de inestabilidad parlamentaria y el cerco por los casos de corrupción. En público incluso han retado al Partido Popular a presentar una moción de censura. Creen que Feijóo no se atreve porque si la pierde también supondrá su fin como líder de los populares en beneficio de Isabel Díaz Ayuso.
Como señala un miembro de Sumar en el Gobierno: “Nos genera contradicción estar con el PSOE, pero por nosotros no habrá un Gobierno del PP y Vox. Nos fiamos de que Sánchez no cometió irregularidades. Habría salido ya. ¿Qué ha salido? Sólo unos whatsapps de cómo llamaba a Margarita Robles”. Además, insisten en Sumar que se aprobarán los presupuestos en el Consejo de Ministros y se llevarán al Congreso. No obstante, no descartan que el proyecto se retire en las Cortes Generales si no hay apoyos: “No hemos hablado de eso con el PSOE”.
Asimismo, en el ala de Sumar no ven a Junts sumándose en estos momentos a una moción de censura impulsada por Núñez Feijóo con el respaldo de Santiago Abascal (Vox). Y reflexionan que habrá "movimientos" de los posconvergentes ante la posible vuelta de Carles Puigdemont a España cuando se pronuncie el TJUE: “Pero no sabemos en qué sentido se pueden producir entonces”.
También salió ERC en contra de las pretensiones de Feijóo de hacer caer la legislatura. Según el vicesecretario de Comunicación y portavoz del partido, Isaac Albert, "es un chiste que el PP, que es el partido más corrupto de Europa, haga una manifestación contra la corrupción”. Para concluir así: “Es un chiste que el PP, que tiene una sede nacional pagada con dinero negro, haga bandera de la lucha contra la corrupción. Es un chiste que el señor Feijóo nos hable a ERC de títeres, de juguetes, cuando él está en manos de Abascal y de la señora Ayuso".
Desde Podemos, la eurodiputada Irene Montero aseveró que el futuro de la legislatura solo depende del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y enfatizó que su partido ahora está "entregado" a poner a la izquierda en pie. A pesar de llevar tiempo advirtiendo de que la legislatura está muerta, el partido no contempla sumarse a una moción de censura. La candidata a las elecciones generales criticó la manifestación de una "derecha golpista que amenaza la democracia".
“¿Hasta dónde vais a seguir tragando? ¿Hasta dónde?”. Esta expresión la lanzaba el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, durante la manifestación del pasado domingo en Madrid pensando en los socios del Gobierno. Una de las grandes obsesiones del gallego es pinchar en el bloque de investidura para que dejen caer a Pedro Sánchez y no descarta presentar una moción de censura cuando vea que puede haber agua en la piscina.