Tres años del 10N: Sánchez, centrado en darle la vuelta a las encuestas y preocupado por el espacio a la izquierda

Pedro Sánchez, en La Moncloa, en una imagen de archivo.

“El PSOE ha ganado por tercera vez este año las elecciones”. “Gracias a todos los millones de españoles que han participado en esta repetición automática de las elecciones”. “Nuestro proyecto es formar un Gobierno estable y hacer política en beneficio de la mayoría”. “Hago una llamada a todos los partidos políticos porque tienen que actuar con generosidad y responsabilidad para desbloquear la situación”. “Mi empeño, sí, sí o sí, es conseguir un Gobierno progresista”, “A partir de mañana, a trabajar por ese Gobierno liderado por el PSOE”.

Noche del 10 de noviembre de 2019. Estos mensajes los lanzaba Pedro Sánchez, presidente del Gobierno en funciones, desde el escenario instalado en la madrileña calle de Ferraz. Jersey rojo y chaqueta azul, acompañado arriba por su esposa, Begoña Gómez, y su entonces núcleo duro: Carmen Calvo, Andriana Lastra y José Luis Ábalos. Hoy todos apartados. España estaba en una situación absoluta de bloqueo. El PSOE volvía a imponerse, pero bajaba su apoyo respecto a abril. El PP se recuperaba un poco pero con unos malos resultados todavía para Pablo Casado. Ciudadanos se hundía, mientras Vox ascendía a la tercera posición. ¿Qué iba a pasar?

La historia llevaría entonces al primer Gobierno de coalición de la democracia. Y a tres años marcados por la situación sanitaria más dura en un siglo: la pandemia del coronavirus. Una legislatura removida también por acontecimientos que nadie se podía imaginar como la erupción del volcán de La Palma y la invasión rusa de Ucrania, con unas fuertes consecuencias en la economía. Hasta el propio Felipe González, muy crítico con Sánchez durante tiempo, ha reconocido que le ha tocado gestionar al actual presidente un momento “extraordinariamente difícil”.

Un Gobierno mucho más estable de lo esperado

El Gobierno que salió tras aquella victoria del 10N parecía altamente inestable y que podía caer en cualquier momento (‘Frankestein’ lo calificaron sus enemigos), pero ha resultado mucho más sólido de lo esperado a pesar del constante ruido interno. Como señalan fuentes de La Moncloa, la coalición ha sacado adelante durante estos años 172 iniciativas legislativas. Según los últimos datos del programa Cumpliendo (el proceso de rendición de cuentas iniciado por Pedro Sánchez), hasta junio de 2022 se había cumplido el 53,3% de los compromisos adquiridos, mientras que un 43,9% están en proceso.

El Ejecutivo encara el último año de la legislatura con varios retos. Según fuentes de La Moncloa, están “trabajando, trabajando y trabajando”, con la intención de proteger a la mayoría en este contexto adverso. “Ha sido una legislatura muy alterada por el covid, la guerra de Ucrania”. Como dicen en el entorno del presidente: “Queda rematar la legislatura, hay una enorme batalla contra la incertidumbre. Pase lo que pase, vamos a estar ahí”.

Se van a volcar en doblegar la curva de la inflación: “Se está consiguiendo”, señalan desde la sede del Ejecutivo. Y tienen como principal reto legislativo sacar los Presupuestos para el año que viene. “Vamos bien de calendario”, sostienen, con la idea de que estén en vigor el 1 de enero del año que viene.

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El otro gran reto es doblegar, pero hacia arriba, la curva de las encuestas. El PP sigue por delante, pero interpretan en Moncloa que el ya ha tocado techo. “Poco a poco”, resumen fuentes gubernamentales, que hacen este análisis: “Vamos viendo que los sondeos marcan una línea ascendente y constante de intención de voto del PSOE, mientras que es descendente entre los apoyos del PP. La efervescencia a Feijóo le ha durado poco, seis meses”. Y lo que sostienen asimismo es que se está evidenciando que el expresidente de la Xunta “no tiene proyecto ni equipo ni autonomía”.

Muestran además su enfado con el tipo de oposición que está desplegando últimamente el Partido Popular, que está volviendo a las tesis de Isabel Díaz Ayuso y enterrando el supuesto lado moderado con el que aterrizó Núñez Feijóo en Génova 13 el pasado mes de abril. “No todo vale”, se quejan en La Moncloa respecto a los conservadores. Todos mirando ya al primer duelo electoral del próximo mes de mayo (municipales y autonómicas), con el PSOE pensando que va a resistir mejor de lo que se espera.

Una de las preocupaciones que tienen los socialistas está precisamente en su flanco izquierdo para aguantar, y más vistas las tensiones entre Pablo Iglesias y Yolanda Díaz desde este fin de semana. Todos en el Gobierno, según fuentes de Moncloa, eran conscientes de esa tirantez, pero ahora el PSOE ve con preocupación que ese enfrentamiento se haga de una manera tan pública.

Lo que preocupa es que esa pugna de cara a las municipales “distraiga” voto. En el entorno de Sánchez creen que Pablo Iglesias, a pesar de su cada vez más presencia públicas, no tendrá la tentación de intentar volver a presentarse en las generales como cabeza de lista y siguen pensando que Yolanda Díaz será la candidata, a no ser de que ella tome la decisión personal de no concurrir.

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Los socialistas esperan y piensan que al final ese flanco izquierdo se entenderá y ven que los problemas no son principalmente ideológicos, sino de control por los puestos en las listas. “Es bueno que se entiendan y que haya ese espacio a la izquierda”, explica un miembro del Gobierno, para insistir: “Esperamos que sí prime la responsabilidad”. Para mostrar otro deseo y vaticino: “Esperemos con el tiempo lo resuelvan”. Y es que como observan, también hay muchos “factores personales” en esa batalla. Lo que descartan en Moncloa es que los miembros de Podemos en el Ejecutivo dejen el Consejo de Ministros antes de que acabe la legislatura. Y pronostican que si esas izquierdas van por separado, pueden acabar en la “irrelevancia”.

El presidente prepara ya la primera batalla de las municipales. Esa cita puede conllevar próximamente una crisis de Gobierno. ¿La razón? En el Ejecutivo hay dos nombres que suenan con mucha fuerza para el 28M: Carolina Darias podría dejar Sanidad para competir por el Ayuntamiento de Las Palmas y Reyes Maroto es el nombre que suena con más fuerza para abandonar Industria y entrar en la carrera por el Palacio de Cibeles contra José Luis Martínez-Almeida.

Sánchez también pretende explotar durante el año que queda (las elecciones deberían ser en diciembre del año que viene) su presencia internacional para reforzarse en la batalla contra Núñez Feijóo. El presidente acaba de participar en la COP en Egipto y la semana que viene viajará hasta Bali para la cumbre del G20, aprovechando para ir también de viaje oficial a Corea del Sur. A finales de noviembre asumirá la presidencia de la Internacional Socialista y el año que viene tendrá como plato fuerte la Presidencia rotatoria de la UE durante el segundo semestre. Con el examen final en las urnas.

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