Trump, primer presidente de EEUU en recibir una condena penal, pero sin prisión ni multa

Donald Trump asiste a una reunión este miércoles en el Capitolio en Washington.

El presidente electo de Estados Unidos Donald Trump ha sido condenado hoy en su segundo proceso relacionado con conductas sexuales, el de los pagos irregulares a la actriz porno Stormy Daniels para encubrir su aventura, que se suma a su condena por abuso sexual y difamación a la escritora E. Jean Carroll, según informa EFE.

El juez Juan Merchan dictó para el republicano libertad incondicional después de que en mayo de 2024 un jurado popular le declarase culpable de 34 delitos de falsificación de registros comerciales para comprar el silencio de Stormy Daniels y proteger así su candidatura en las elecciones de noviembre del 2016, que ganó. Según el relato de la actriz, esta conoció al magnate en 2006, en unas jornadas del American Century Celebrity Golf Tournament en Lake Tahoe, Nevada, y en ese encuentro ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas. Por aquel entonces, Trump llevaba casado con su esposa Melania alrededor de un año y ella había dado a luz recientemente a Barron Trump.

En 2011, Daniels entabló negociaciones para vender por 15.000 dólares una exclusiva sobre sus relaciones con Trump con Bauer Publishing, el editor de la revista Life and Style, que finalmente no salió a la luz por la intervención del entonces abogado del republicano, Michael Cohen. La sentencia de hoy, que tiene lugar solo diez días antes de que Trump vuelva a la Casa Blanca, es histórica, pues se trata de la primera vez que un presidente convicto asume la más alta magistratura de la nación.

Además, se trata de la segunda condena que enfrenta el republicano relacionada con sus conductas sexuales, pues también en mayo fue hallado culpable en su caso civil por abuso sexual y difamación a la escritora E. Jean Carroll, juicio que también tuvo lugar en la Gran Manzana. Carroll acusaba a Trump de haberla violado en el probador de unos grandes almacenes de Nueva York a mediados de los 90, así como de difamarla cuando ella se decidió a hacer pública su denuncia en un libro que publicó en 2019. Aunque el futuro mandatario ha intentado apelar el caso, el pasado diciembre un tribunal federal de apelaciones confirmó el veredicto del jurado y le ordenó pagar cinco millones de dólares.

Polémicos comentarios sexuales

Ambos casos son un reflejo de las polémicas conductas y comentarios sexuales que ha hecho Trump a lo largo de su vida: por ejemplo, en 2016 la prensa sacó a la luz unos audios en los que el próximo presidente hacía crudos comentarios sexuales sobre las mujeres. "Me atraen automáticamente las mujeres guapas: simplemente empiezo a besarlas. Es como un imán. Sólo beso. Ni siquiera espero. Y cuando eres una estrella te dejan hacerlo. Puedes agarrarlas de la vagina. Puedes hacer lo que sea", decía entonces. En ese mismo audio también habla sobre su fallido intento de conquistar a una mujer casada: "Lo intenté y fracasé. Lo admito. Sí intenté tirármela. Ella estaba casada. Lo intenté con todas mis fuerzas"

Una "derrota de la caza de brujas demócrata"

En declaraciones posteriores a conocer la sentencia, Trump equiparó su condena penal a libertad incondicional a una derrota de la supuesta "caza de brujas" a la que dice estar sometido por parte del Partido Demócrata. "Los demócratas radicales han perdido otra patética caza de brujas estadounidense, después de gastar decenas de millones de dólares y pasar seis años de trabajo obsesivo", escribió, y subrayó que "el verdadero jurado, el pueblo estadounidense, ha hablado y me ha dado un mandato abrumador" en las pasadas elecciones.

Pese a esas palabras, aseguró que piensa apelar el fallo de "esta burla despreciable" y así "restablecer la confianza de los americanos en el que una vez fue nuestro gran sistema de justicia".

Cronología del caso 'Stormy Daniels', que ha derivado en la imputación de Trump

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En su publicación, Trump consideró que el fallo de Merchan "prueba por sí solo que NO HAY CASO, NUNCA LO HUBO" porque "fue un caso sin delito, sin daños, sin pruebas, sin hechos, sin ley, solo un juez conflictivo, un testigo estrella que es una desgracia y ha sido degradado como abogado (en referencia a su exsecretario Michael Cohen) y una interferencia electoral criminal".

El presidente electo volvió en su entrada a otro de sus temas favoritos, la presunta degradación de la ciudad de Nueva York, donde labró su fortuna pero que le dio la espalda, razón por la que ahora estableció su residencia en Mar-a-Lago (Florida).

Así, consideró que el tiempo y el dinero gastado en su causa "debió haberse utilizado para proteger a los neoyorquinos del crimen rampante que está destrozando la ciudad y el Estado", una retórica sensible a muchos oídos en momentos en que se han producido varios crímenes muy mediáticos en la ciudad.

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