El 'beatus ille' del eurodiputado Ibán García del Blanco: desconectar por las montañas de León
Iban García del Blanco le ha contado a infoLibre cómo desconecta en sus vacaciones y cuales son los lugares donde consigue hacerlo. El eurodiputado explica que es a su tierra donde prefiere regresar cada vez que tiene tiempo: "Me gusta mucho volver en verano a León y perderme por alguna de sus montañas, de ruta, acompañado por amigos". Su 'beatus ille' según afirma, son los baños en un río o una conversación con sus amistades.
En León está la ruta del Cares, un pasaje de senderismo en el Parque Nacional de los Picos de Europa, uno de los grandes parajes naturales de nuestro país. Esta senda discurre sobre un desfiladero por el río denominado como la Garganta Divina, atravesando túneles y grutas, uniendo las localidades de Caín y Poncebos. El camino fue construido para facilitar las tareas de mantenimiento de la central hidroeléctrica de Camarmeña-Poncebos, usando dinamita, hace ya muchas décadas. El itinerario tiene 11 kilómetros de largo.
Él mismo dedicaba en Instagram unas palabras a su tierra: "Es difícil describir con palabras la belleza de los Picos de Europa, en León. Las mismas imágenes son sólo un pálido remedo de lo que la naturaleza decidió que fuese una obra maestra".
La provincia de León también ofrece rutas por enormes cascadas donde aliviarse del calor en verano. La Cascada de Lumajo, en el Valle de Laciana es una de las más valoradas por su gran salto de agua y la garganta por la que discurre. El Embalse de Bárcena, situado en el curso del río Sil, entre Santa Marina del Sil y Ponferrada, es otra de las paradas en la provincia donde huir del calor.
García del Blanco reconoce que le cuesta desconectar porque intenta estar al día con la actualidad a través de las redes sociales, aunque en verano lo hace con mucha menos intensidad. Es en esta época del año cuando los libros ocupan mucho más tiempo de su día a día.
En sus redes sociales, el eurodiputado actualiza diariamente su perfil con nuevas publicaciones pero dice que no comparte todo y que lo hace moderadamente. Reconoce, asimismo, que le cuesta distanciarse de la actualidad y que dedicar su tiempo de vacaciones a algunas actividades culturales le permite distraer su cerebro.
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Ahora en verano prefiere dedicar tiempo a la lectura y a escribir, aunque también le gusta hacer turismo cultural en algunas ciudades. El tiempo solo es otra de las cosas que valora García del Blanco en este momento.
"El fenómeno de normalización de la presencia tecnológica permanente hace que incluso me cueste recordar cómo era antes", confiesa el eurodiputado. La permanente conexión a la que está acostumbrado, también en su trabajo, le complica la tarea de descansar mentalmente durante las vacaciones.
García del Blanco reconoce la importancia de los momentos de desconexión: "Es imperativo tener espacios de introspección y también de aburrimiento". Por eso defiende incluso tener espacio de tiempo en el que no hacer nada, sin distracciones. "Decían los clásicos que el aburrimiento es muy fecundo para la creatividad", concluye.
