'La flaca', tremendísima mulata: el flechazo cubano de Pau Donés hecho canción

El desaparecido Pau Donés.

La flaca (1996) es uno de los discos de debut más exitosos de la historia del pop español gracias, precisamente, a la canción que le da título. Basada en hechos reales, es la historia durante un viaje a Cuba de un flechazo en el núcleo mismo del corazón de Pau Donés (Barcelona, 1966-Bagerque, 2020), loco de amor por una "tremendísima mulata" con nombre y apellidos: Alsoris Guzmán.

Ella fue la inspiración, la musa para que esta canción dulcemente sudorosa se asentara en nuestra cultura popular, derramándose sobre nosotros con su melodía pegajosa y un estribillo cadencioso de esos que se cuelan en la cabeza y se quedan a vivir para siempre. Ese tipo de inmortalidad consiguió Pau con el gran hit del primer disco de Jarabe de Palo (incluso Melendi confesó en su momento que La flaca fue una de las primeras canciones que aprendió a tocar con la guitarra, pero no estamos en disposición de asegurar que eso sea algo bueno).

"Con vuestro permiso me dispongo a relataros cómo escribí La flaca. Para ello me aprovecho de un texto que escribí para la ocasión en nuestro disco-libro Orquesta reciclando (2009), una de las joyitas de la discografía jarabesca y que podéis encontrar en nuestra página web. Ahí desvelé el secreto de uno de los romances más cortos e intensos que he vivido, así como otras muchas historias que me llevaron a componer algunas de las canciones más populares de Jarabe de Palo", escribía Pau en su autobiografía 50 palos... y sigo soñando (2017).

En sus páginas narra la historia de este clásico atemporal de la música española, a partir de un viaje de varios amigos a Cuba en 1995: "El director de cine Fernando de France había comprado ocho billetes baratos y nos invitó a viajar a la isla con el objetivo de rodar el videoclip de El lado oscuro, canción que en aquel entonces no estaba ni editada. Tres días antes de irnos nos encerramos en un estudio y grabamos una demo bastante bien arreglada, lo que serviría después para regrabar la canción como se conoce en la actualidad".

Y continúa: "Llegamos a La Habana, dejamos las cosas en el hotel y con el subidón nos fuimos de fiesta a 1830, una discoteca al aire libre en El Malecón que allí todos conocen como La Tasca. Tomamos unos mojitos y cuando nos marchábamos entró en el local una mujer de belleza impresionante, con un vestido de gasa roja semitransparente y en la cara dos soles que sin palabras hablaban".

Pau se quedó pillado. Durante los días siguientes estuvieron buscando una modelo para el videoclip que había motivado su viaje, por lo que vieron a "muchas chicas estupendas, pero en la cabeza de todos había solo una, la del vestido rojo" que encontraron el primer día en La Tasca. "Y allí que fuimos cada noche hasta que por fin la encontramos. Una diosa, eso es lo que era. Nos acercamos y le contamos nuestros planes: necesitábamos una modelo para un videoclip y pensábamos que ella era la ideal. Y sin más prolegómenos, Alsoris aceptó", cuenta Pau.

"Nos citó al día siguiente en su casa para recoger sus cosas y al mediodía ya estaba instalada en nuestro hotel, compartiendo habitación con Eva Nielsen, en aquellos momentos la ayudante de dirección", continúa el músico, quien recuerda: "Llovió sin compasión toda la semana, por lo que no pudimos rodar ni un metro de película, aunque sí descubrir, de la mano de Alsoris, esa Cuba que no sale en los catálogos de las agencias de viajes".

Durante esa semana se produjeron cambios en la logística del equipo y Alsoris se mudó a la habitación de Pau. "No porque le gustase más yo, sino más bien todo lo contrario, porque resultó que Eva le gustó un poquito más de lo normal y Fernando -el director- pilló una ameba que le tuvo en el hospital cuatro o cinco días", rememora divertido en su libro, en cuyas páginas confiesa que se enamoró "perdidamente de ese coral negro de La Habana, de esa tremenda mulatona".

La artista cubana, que actualmente reside en Milán, contó tiempo atrás al diario El Mundo su propia versión: "Surgió un beso, pero ya. Un beso en el autobús cuando íbamos en viaje por Cuba. Él era una persona tímida entonces, aparte de que éramos muy jóvenes; y a mí no me pidas mezclar el trabajo con otra cosa". Y en otra entrevista con la SER compartió más recuerdos sobre aquellos días: "Me llevaron allí y allá, íbamos de parranda, de gozadera, pero no me dieron nada. Qué me iban a dar si no tenían ni para ellos. Pau durmió en mi casa cinco días porque no tenían para el albergue".

Mientras tanto, aunque no se llegó a rodar el videoclip de El lado oscuro, Pau y su equipo sí grabaron imágenes en la isla con Alsoris, quien por eso protagoniza la primera y mayoritariamente desconocida versión del videoclip de La flaca (el oficial, el conocido por todos, se rodó meses después de ese viaje en Nueva York y se popularizó gracias a una campaña de publicidad de Ducados). Y así pasaron los días mientras se acercaba el momento de volver a España.

En apenas diez minutos tenía esa poesía corta que relataba lo que había sentido por esa mujer durante esas dos increíbles semanas en La Habana

PAU DONÉS

Fue entonces, en esas últimas horas, cuando llegó sin llamar la inspiración. "La noche antes del viaje salimos a celebrar, volvimos al hotel de madrugada y ya en la habitación, Alsoris, como cada noche, me dio un beso en la mejilla y se metió en su cama", narra Donés. Pero la cosa no se quedó ahí, no podía ser así: "Fui al baño y al salir, viendo a ese ángel negro enfundada entre sábanas blancas, no me pude reprimir. 'Flaca, no me puedo ir de la isla sin haberme acostado contigo'. Ella sonrió, abrió los brazos y me dijo: 'Ven, Pablito'".

"Me recosté en la cama, la abracé y el siguiente recuerdo que tengo es despertarme con el sol de la mañana dándome en la cara, abrazado a Alsoris, pero totalmente vestido. Fue tal la emoción que había sentido esos días que me había quedado dormido". Lo que sintió en ese preciso instante, rendido ante su musa, fue lo que convirtió en canción: "Me levanté, agarré un lápiz y una hoja de papel, y sentado en mi cama y mirando a La flaca dormida escribí".

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En apenas diez minutos tenía una "poesía corta que relataba lo que había sentido por esa mujer durante esas dos increíbles semanas en La Habana". Acto seguido, copió el poema en otra hoja y la guardó en un sobre antes de partir hacia el aeropuerto de Varadero.

Allí le entregó Pau una copia del poema: "Aquí te dejo un regalo, mi Flaca, en agradecimiento por estos días que nunca olvidaré. Solo te pido una cosa, que lo abras cuando me haya ido". Se abrazaron y se despidieron: "Una vez hube traspasado el control de pasaportes, no pude resistir la necesidad de verla por última vez. Me di la vuelta y al mirarla me di cuenta de que ya había abierto el sobre. Estaba llorando a la vez que leyendo esa corta poesía que con los años se convertiría en la canción que puso a Jarabe de Palo en el mapa. Me refiero, cómo no, a La flaca".

Como en toda buena historia de amor, no faltan las contradicciones y al menos un par de versiones, pues Alsoris ha declarado en alguna ocasión que Pau le entregó el poema antes, durante aquellos días de estancia en la isla (algo que encaja más viendo lo rodado entonces). Sea como fuere, ella publicó un mensaje en Facebook hace un par de meses coincidiendo con el segundo aniversario de la muerte del músico. "¡Un recuerdo por siempre Pau!", escribió, compartiendo a su vez esa primera versión del videoclip de La flaca en el que ella es, efectivamente, esa flaca. Para que luego digan que un flechazo no puede convertirse en amor eterno (a pesar de no haber sido consumado... o justo por eso).

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