Ultraderecha

Abascal llama a Sánchez "chulo de putas" y alienta el racismo en el deslucido aquelarre ultra de Vistalegre

El presidente de Vox, Santiago Abascal, interviene durante el acto político de Vox ‘Europa Viva 2025’.

El lema era Comienza la Reconquista, pero Santiago Abascal tendrá que hacerla por el momento solo. Ninguno de sus grandes aliados estuvo presente este domingo en la gran fiesta anual del partido ultra español, en la que hubo más referencias al activista estadounidense Charlie Kirk, que al propio Santiago Abascal. Tal y como adelantó infoLibre, ni la francesa Marine Le Pen, ni el húngaro Viktor Orbán, ni la italiana Georgia Meloni acudieron a la cita que se celebró en el Palacio de Vistalegre. No hubo ni rastro de la primera, mientras que Orbán y Meloni enviaron videos de apoyo. Tampoco del presidente argentino Javier Milei —pese a que la formación ultra había anunciado su presencia—, que se conectó por videoconferencia y realizó un breve discurso que leyó casi íntegramente e intercambió un saludo con Abascal, del que dijo que "siempre le recibió" aun "cuando todos" le "daban la espalda". A diferencia de la edición anterior, que estuvo marcada por las palabras del argentino contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, y su familia, esta vez no lo mencionó en su discurso.

Sí que lo hizo el líder de la extrema derecha portuguesa, André Ventura, uno de los pocos dirigentes que acudió en persona al evento celebrado este fin de semana en el Palacio de Vistalegre de Madrid. Ventura afirmó que si gobernara en España su primera medida sería que Pedro Sánchez fuese "a la cárcel". Una declaración que generó un aplauso exacerbado de los asistentes, que aprovecharon para corear "Pedro Sánchez, hijo de puta". Un cántico que se repitió hasta en tres ocasiones, la última de ellas con Abascal ya en el escenario. El líder de Vox se sumó a esos insultos, que definió como “la canción del verano", aunque señaló que tendría que haber sido "Pedro Sánchez, chulo de putas". El aplauso fue aún mayor. El portugués alabó los ataques racistas ocurridos en Torre Pacheco en julio: "Gracias, Santiago. Como europeo, me siento orgulloso de ver lo que hicieron".

Aparte de Ventura, solo aparecieron en el auditorio otros tres dirigentes: la griega Afroditi Latinopoulou, eurodiputada de Voice of Reason, una formación extraparlamentaria en su país, el alcalde de Lima, Rafael López Aliaga, que amenazó de muerte al candidato a la presidencia Pedro Castillo, y el belga Tom Van Grieken, presidente de Vlaams Belang, que aboga por la independencia de la región de Flandes y ha apoyado públicamente al expresident Carles Puigdemont. Rostros de segunda fila de la extrema derecha europea a los que se sumaron el candidato de la oposición chilena y admirador de Pinochet José Antonio Kast, el expresidente colombiano Álvaro Uribe y la venezolana Marina Corina Machado con vídeos de apoyo.

No hubo tampoco ninguna intervención, ni presencial ni telemática, del ministro israelí de Asuntos de la Diáspora y combate contra el Antisemitismo, Amichai Chikl, que sí participó en la edición pasada. Abascal, aun así, quiso dejar claro su respaldo total al Gobierno de Benjamin Netanyahu: "Si algún día uno de esos que fantasean con recuperar Al-Ándalus se atreven a asesinar y a secuestrar a nuestros compatriotas, pretendo que España no se detenga ante nada ni nadie y haga todo lo posible para conseguir la liberación de los cautivos", afirmó después de criticar la suspensión parcial del acuerdo comercial con Israel que ha anunciado esta misma semana la Comisión Europea. El discurso de Abascal contrastó con el de Meloni, que previamente había apelado a la "necesidad" de llegar a un "cese de los ataques en Gaza" y reconoció el "derecho de los palestinos a tener un Estado propio".

Abascal reitera su amenaza de hundir el Open Arms con un discurso abiertamente xenófobo

La hostilidad hacia los migrantes, especialmente si son musulmanes o de origen subsahariano, envuelta en el celofán de la lucha contra la delincuencia y la preservación cultural, fue el hilo conductor del discurso de Abascal. El líder de Vox volvió a hacerse eco de la teoría de El Gran Reemplazo, acuñada en 2010 por el escritor francés Renaud Camus, según la cual los blancos católicos están en trance de ser sustituidos, siguiendo un plan deliberado alentado por las “élites globalistas”, por árabes, subsaharianos y población de otras etnias. También hubo muchas menciones, tanto por parte de Abascal como por el resto de ponentes, a la "civilización occidental”, que ha adquirido uso corriente de forma casi intercambiable con “cultura occidental” o “valores occidentales”, un concepto estelar del pujante nacionalismo esencialista que hace fortuna en Estados Unidos, Europa y España.

"No nos vamos a ir ni de nuestros barrios ni de nuestra patria, ni vamos a permitir que proclamen el Califato de Bruselas. Se tienen que ir todos los que han venido a delinquir. Billetes de vuelta a las cárceles de su país. Todos los que prediquen su Guerra Santa, los que quieren encarcelar a la mujer detrás de una capucha, todos los que hayan venido a vivir del esfuerzo de los demás", dijo el ultraderechista entre aplausos, tras afirmar que "tenemos muchísimo terreno que reconquistar", el lema del acto de este domingo. También clamó contra la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, de la que dijo es "muy cercana" a los Hermanos Musulmanes "a los que no quiere sancionar", pese a que precisamente la alemana ha tardado casi dos años en mostrarse contundente con Israel. Y añadió: ¿Por qué no hay un clamor internacional que denuncie el genocidio de los cristianos en África?".

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El ultraderechista reiteró su amenaza del hundir el barco de la ONG española Open Arms que atiende a migrantes en las costas. "No se nos ha calentado la boca, no ha sido una provocación y nos da igual cuanto mientan. Hemos dicho confiscarlo y hundirlo después", dijo tras la polémica suscitada por sus palabras hace unas semanas. "No nos vamos a poner exigentes, lo podemos poner en la costa pero en sentido contrario", ironizó. También hizo alusión a los menores no acompañados, cuya expulsión "no es un castigo, es un premio, porque los menores donde tienen que estar es con sus padres y no en un secuestro institucional que se produce en Europa, con la complicidad también de las autoridades de su país".

Sobre el PP: "Están dispuestos a pactar con Satanás"

El presidente del Gobierno español fue el blanco de sus críticas, pero el líder de Vox también lanzó mensajes dirigidos al Partido Popular. "En el Parlamento Europeo ya hay una mayoría conservadora, pero los populares no la quieren, han elegido la gran coalición con el socialismo". Tras criticar la postura de los conservadores en Bruselas, vaticinó que en el futuro habrá un pacto entre PP y PSOE para "silenciar" a su formación y evitar que Vox entre en un hipotético gobierno junto a Alberto Núñez Feijóo si este gana las próximas elecciones generales. "Están dispuestos a pactar con Satanás con tal de que no se escuche a las fuerzas patrióticas", señaló.

Según el líder de Vox, aliado del PP en centenares de Ayuntamientos y hasta el pasado verano también en cinco autonomías, la formación de Feijóo y la de Sánchez "son lo mismo y actúan de la misma manera". Así, concluyó que el líder de la oposición tratará de conseguir un apoyo de la izquierda a cambio de ceder ante sus propuestas. "Primero dirán que no están de acuerdo" y más tarde "firmarán el pacto". "Cuanto antes aceptemos eso, antes llegará a España una nueva alternativa", zanjó ante un auditorio que pasó más tiempo escuchando vídeos enlatados que intervenciones en directo.

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