Fallarás: “Hay que hablar de cómo nos castigan cuando las mujeres llegamos a presidentas o a directivas”

La periodista Cristina Fallarás y la directora de infoLibre, Virginia P. Alonso, durante el evento 'Visibles'.

Pintoras, escritoras, directivas, recepcionistas, periodistas o informáticas, lectoras y socias, entre otras muchas mujeres, han sido las protagonistas del foro Visibles 2025. Unas jornadas sobre la igualdad de género organizadas por infoLibre que han reunido en la tarde de este jueves a mujeres de distintos ámbitos profesionales y sociales para hablar sobre cultura, pensamiento, arte y, sobre todo, igualdad y género.

En la apertura del acto, la directora del diario, Virginia P. Alonso, ha puesto el acento en la importancia de las historias, de cómo deben contarse para “visibilizar” a las mujeres y de ensayar una mirada “activa, crítica y comprometida”. Justo después dio paso al discurso inaugural que pronunció la ministra de Igualdad, Ana Redondo. En la organización del evento han participado, junto con infoLibre, la Fundación “la Caixa”, Aena, Telefónica, Paradores y Estrella Damm. 

La titular de igualdad habló de la trascendencia de un momento histórico clave en materia de igualdad y mencionó la ola reaccionaria que crece desde Estados Unidos y que desafía los derechos y la diversidad de muchos colectivos. “En este momento histórico es más importante que nunca hacer visible la igualdad y la diversidad como núcleos de nuestra democracia”, comenzó. En su discurso habló de todas las mujeres que protagonizaban el acto y tuvo una mención especial para la periodista Cristina Fallarás, que ha sido víctima de una campaña de odio por parte de Vox y que también quiso participar en el foro. “Hay que hablar de cómo nos castigan cuando las mujeres llegamos a presidentas o a directivas”, señaló Fallarás, que describió las dinámicas de odio cuando la invisibilidad se transforma en acoso y señalamiento.

“Cuando desde posiciones políticas se persigue a los colectivos diversos o cuando se pretende reducir la diversidad a la unidad, hay un único objetivo que es dominarnos mejor”, sentenció la titular de Igualdad, que terminó hablando sobre el “sufrimiento” de aquellas mujeres que se atreven a dar un paso o se mueven en ambientes donde su presencia desafía lo establecido.

Precisamente sobre este tema ha girado la conversación entre Fallarás y la directora de infoLibre, que tomó la forma de una charla en la que en muchas ocasiones pudieron intervenir las asistentes. “Me tuve que cambiar dos veces de piso, amenazaban a mi familia, me insultaban, me escupían, no podía salir con mis amigas…”. Así enumeraba Fallarás lo que ha vivido tras la campaña de odio y que trata de mostrar que muchas veces la otra cara de la invisibilidad es el acoso, el señalamiento y el odio.

“Mañana se cumple un mes de mi jeta en la página web de Vox. Y yo me pregunto: ¿qué he hecho en mi vida para acabar protagonizando una campaña de la extrema derecha?”, se cuestionaba Fallarás. Y la respuesta a la que llegaban ambas periodistas es que ese es el precio que se paga por hablar de violencia sexual, de acoso, de retrocesos en materia de igualdad. A la pregunta “¿Merece la pena?”, que le lanzaba Alonso a Fallarás, la periodista respondía enumerando las veces que le habían hecho esa pregunta que ella misma se hace. “A ningún hombre” se lo preguntan, concluyó.

Entre las anécdotas y los análisis asomó el tema de la responsabilidad de los medios, de la forma de comunicar y del reto de colocar a las mujeres en una posición segura dentro de las redes sociales. En este último ámbito, las periodistas han remarcado los extremos que se dan en este entorno digital: la invisibilidad o el señalamiento.

“Se está descomponiendo lo que conocíamos como información. Ya no nos informamos bien y ya no tenemos las herramientas para utilizar esos canales. La fiabilidad de medios que eran sacrosantos ya no existe”, explicaba Fallarás, quien en este contexto de “cambio de paradigma en la comunicación”, opina que las redes sociales “nos hicieron creer que podíamos participar, pero al final nos hemos tenido que salir”. La charla concluyó con un “¿Y qué hacemos?”, de la directora de infoLibre, y a lo que Fallarás respondió poniendo el acento en “crear redes de apoyo”, en la calle y también en las plataformas.

Artistas, profesionales… y visibles

En las mesas redondas se han tratado temas como la visibilidad de las mujeres rurales, en la que participaron Eva Legaza, directora del Parador de Ávila; Cristina Moreno, recepcionista del Parador de Gredos, y Teresa López, presidenta de Fademur. Ellas hablaron del trabajo que realizan las mujeres lejos de las grandes ciudades y que muchas veces se queda atrapado en el estereotipo. “Tenemos que contar mejor las iniciativas, dejarnos del trazo grueso y dar a conocer el día a día de las mujeres en el rural”, reivindicó la presidenta de Fademur. También dio algunos datos sobre el papel clave de ellas a la hora de crear y asentar comunidad. “Desde el 2018 hasta ahora, hay 178.000 mujeres más que viven en municipios de menos de 5.000 habitantes. Las mujeres apostamos por quedarnos en los pueblos pequeños”, concluyó. Tanto Legaza como Moreno, ambas trabajadores de Paradores, insistieron en la necesidad de crear oportunidades y de contar bien. “Yo creo que la gente no sabe lo que es vivir en un pueblo; sabe lo que es ir al pueblo de vacaciones”, concluía Moreno.

Es evidente que cuando somos mujeres las que estamos al frente recibimos la crítica con una agresividad y una virulencia que solo pasa porque somos mujeres

Fallarás sigue desprotegida y recibiendo amenazas 15 días después de la campaña de odio iniciada por Vox

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La presencia de mujeres en ámbitos masculinizados fue otra pata del encuentro. En otra mesa redonda guiada por la subdirectora de infoLibre, Marta Jaenes, participaron Isabel Mendiguchía, directora del aeropuerto de Son Bonet (Mallorca) y Virginia Barcones Sanz, directora general de Protección Civil y Emergencias. Dos mujeres que saben lo que es dirigir y trabajar en ámbitos donde ellos son mayoría. “Es evidente que cuando somos mujeres las que estamos al frente recibimos la crítica con una agresividad y una virulencia que solo pasa porque somos mujeres”, resumió Barcones, quien compartió algunas de las situaciones machistas que enfrentó en crisis como la dana y los incendios. Mendiguchía, en cambio, puso el acento en la necesidad de formar referentes femeninos en el ámbito de la tecnología para corregir los sesgos de género.

El arte tuvo dos caras y muchas representantes en el evento, que ya va por su segunda edición. Por un lado, expusieron sus obras varias pintoras que hablaron del proceso creativo, de la inspiración que bebe de lo cotidiano y de lo invisible —las madres, las abuelas, las hermanas— que inspiran sus obras. Las creaciones obras de Desi Civera, Lucía Astuy, María Gallego, Davi Kabaro, Paula Dornan y Unpatrus (Patricia de Norverto) decoraron las pareces de la cristalería del siglo XX que acogió el evento. “Lo sensible, lo echo a mano y lo cotidiano también tienen valor. Es arte a pesar de ser cotidiano”, resumió la Kabaro, después de que cada una interviniese para contar su experiencia como jóvenes mujeres artistas.

La otra cara del arte fue la cómica Esther Gimeno, que puso —con las pocas sutilezas que muchas veces solo se puede permitir el humor— las risas y la crítica ácida a la clausura del evento.

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