Instantáneas

Pako Martí

El País publicaba una instantánea de Kobi Gideon (agencia EFE) en la que se aprecia al primer ministro belga, Alexander de Croo, a Benjamín Netanyahu y al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, durante el encuentro que tuvo lugar en Jerusalén el pasado jueves. El rostro de Sánchez refleja enojo, fastidio y desagrado, el de Croo cuesta describirlo, no es muy claro, podría ser una sonrisa extraña con una brizna de diplomacia, y el de Netanyahu, brazos abiertos explicitando: aquí estoy yo, por mis santos huevos. Muy buena instantánea la de Gideon. Refleja lo que el titular rezaba: “El gobierno de Netanyahu abre una crisis diplomática con España y Bélgica al acusar a Sánchez y a De Croo de dar apoyo al terrorismo”. Lo que hay que ver y leer.

Alguien tendrá que decirle a este genocida a la cara que la matanza indiscriminada de civiles inocentes, niños y niñas incluidos, es completamente inaceptable

Que alguien tendrá que decirle a este genocida a la cara que la matanza indiscriminada de civiles inocentes, niños y niñas incluidos, es completamente inaceptable. Esto fue lo que Sánchez le dijo, en un perfecto inglés, pecando tal vez de exceso diplomático, lo que no merece semejante hideputa. A partir de aquí, se lio la de Dios es Cristo. Las autoridades israelíes calificaron las declaraciones de Sánchez como de apoyo al terrorismo y, cómo no, invocando a la mentira y la estupidez, el gabinete de exteriores israelí se apresuró a colocarlas de facto. 

Los hechos son los que son e irrefutables: Israel es un territorio ocupante del mismo modo que Rusia ocupa Crimea. Israel lleva décadas actuando con la mayor impunidad, sin respeto alguno al derecho internacional. No hay crisis diplomática alguna, lo que hay es una violación absoluta al derecho internacional humanitario. No se puede, no se debe negar la evidencia. El coste son vidas humanas. 

Sánchez y De Croo han dicho lo que otros líderes europeos no se atrevieron a mentar: hechos deleznables contra la población civil, y esto es lo que hay y acontece, por más que el gabinete de exteriores israelí diga lo contrario. Mienten con el más absoluto descaro y desprecio humanitario.

El gato del vecino me observa de modo extraño. A ver si después de los años va a resultar ser nazi.

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Pako Martí es socio de infoLibre.

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