'El macho alfa'
“Vox le cuela el aborto en la campaña al gestor Feijóo”.
Embutido en sus ínfulas, amamantado en el cubil de la carcunda retrógrada y hostil a cuanto pueda moverse afuera, al aire libre, lejos de la madriguera que lo protege, listo para salir a airear sus adminículos machos. Sean los que sean tan masculinas como displicentes, tan innecesarias como cuando va el macho alfa en cuestión y declara, sin rubor, mejor dicho, con una media sonrisa que muestra la impertinente audacia del tipo, que se atreve a declarar que él "no sabe mucho de embarazos”. Y entonces va y dicta doctrina al respecto. El mismo tipo que trata de implantar ciertas medidas pro vida, y se queda tan pancho el fulano, una vez más, con las mujeres por medio, tratadas como menores, puestas al servicio de los sueños enloquecidos de esta gente de masculinidad macha y alfa, como si él fuera algo más que un alfeñique insignificante en la existencia de tanta mujer… acorralada.
Un machismo que viene de encargo y con las ideas muy claras, con tal de confundir y perturbar, someter y jalonar pasos atrás
En un ejercicio malévolo del gran macho alfa, con sito huero de vicepresidente en Castilla y León, va y busca el ojo de su aliado, el PP, a costa de molestar a las mujeres, así en plan de echar sal gorda a la herida, sea cual sea la herida. Capaz de suscitar las iras de cualquier risa echada a cuentas, de nuevo, de las mujeres maltratadas, violadas, negando cualquier chiste de mal gusto, seguro, en una secretaria de Estado del Ministerio de Igualdad, para qué querrán más los machos alfas, que haberlo haylos, con tal de intentar alejar el escándalo del entrometimiento intolerable de un “desahogado” machito alfa. Atreviéndose a molestar donde más puedan y vayan a perder, las mujeres una vez más, avisando que las mujeres que vayan a abortar, de acuerdo con la ley que debiera ampararlas, podrán someterse, “sí o sí”, al protocolo de la vergüenza y el arrepentimiento. Sin que ningún vicepresidente fuera a ocurrírsele meter sus disposiciones bien calculadas, o sí, porque será su naturaleza y la de su banda, la propia y la aliada, sin duda, para sacar rédito político. Es decir, socavando el actual estado de cosas, para bien y sobre todo para mal, de mayorías o minorías, que irán descentrando al macho alfa. Aunque no tanto, que el pasado fin de semana tuvo a bien acudir a una parada motera, en Valladolid, con su casco, su cazadora y su planta indiscutible de machote alfa, después de haber armado el lío infame y nauseabundo. Contra el derecho que debe asistir a las mujeres, incluso sin la tutela del impresentable macho alfa… decreciente, después de tanta impostura, a abortar por decisión exclusiva de ellas.
A rebufo de un machismo que viene de encargo y con las ideas muy claras, con tal de confundir y perturbar, someter y jalonar pasos atrás.
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Antonio García Gómez es socio de infoLibre.
