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25 años de ‘Saber y ganar’, el triunfo de la sencillez (y del eterno Jordi Hurtado) en pleno auge de la telebasura

El presentador Jordi Hurtado posa en la celebración de los 25 años del programa ‘Saber y Ganar’, en el centro de producción de RTVE de Cataluña, a 10 de febrero de 2022, en Sant Cugat del Vallès en Barcelona (Cataluña).

Este jueves Saber y ganar cumple 25 años ininterrumpidos en pantalla. Es, sin duda, el concurso que más tiempo se ha mantenido en televisión, a pesar de carecer de la espectacularidad de otros que han obtenido grandes cuotas de audiencia y popularidad, como el histórico Un, dos, tres, o el actual Pasapalabra. Siempre con Jordi Hurtado al frente, e instalado en La 2 de TVE, debe su excepcional recorrido a mantenerse, desde su creación por Sergi Schaaff en 1997, en la esencia y la sencillez de cualquier otro espacio de la especialidad: preguntas y respuestas. Así, sin más artificios, se ha mantenido en el tiempo, y sobrevivido a los grandes triunfadores. La efeméride será celebrada con un programa especial este jueves a las diez de la noche en La 2.

Y es que el género de los concursos en televisión no hace sino heredar los que se sucedían en la radio. Los más mayores quizá recuerden al genial Pepe Isbert en la película Historias de la Radio, entrando en el estudio vestido de esquimal para ganar el premio, un año antes del nacimiento de la televisión en España. Al principio, el nuevo medio utiliza los concursos más para seleccionar personal (Hacia la fama o Caras nuevas) que otra cosa, ya que el número de televisores es muy escaso. Ya en los sesenta aparece La unión hace la fuerza, en el que se compite por provincias con un deportista del lugar, que se somete a distintas pruebas y, cuando falla, un paisano "intelectual" debe responder a preguntas. También en esa época se estrena Cesta y puntos, con Daniel Vindel, en el que se enfrentan por equipos colegios e institutos de toda España. Ambos espacios consiguen atraer a los espectadores que han podido comprar un televisor, pero el éxito masivo llega con Un millón para el mejor, primero con Joaquín Prat y después con José Luis Pecker. El concurso concita tal atención que vecinos y amigos "se cuelan" en el domicilio de quién tiene tele, o se agolpan en los llamados tele-club, y hacen famosos a concursantes como Rosa Zumárraga, o el alcalde de Bélmez. Otro tanto ocurriría con don Secundino, el bedel de los pájaros, o el montañero César Pérez de Tudela, tras participar en Las diez de últimas, también presentado por Pecker.

Entre tanto, la pequeña pantalla ha ido entrado en la mayoría de hogares españoles, aún es en blanco y negro, pero cuando, en 1972, nace Un, dos, tres este concurso monopoliza las conversaciones en domicilios y bares. En realidad, no es un concurso, sino tres en uno en que se participa por parejas. En la primera parte se responden preguntas "a veinticinco pesetas cada respuesta"; en la segunda se compite en habilidades diversas para superar pruebas de todo tipo; por fin, en la última, la pareja ganadora participa en "la subasta" para obtener premios suculentos, ocultos tras distintos objetos del decorado, con la única pista que suministra el presentador al leer la primera parte de una tarjeta, que culmina con un "hasta aquí puedo leer". Y se llevan un apartamento en la playa, o un coche... o un caballo.

Con todo, a Chicho Ibañez Serrador, creador del "concurso de concursos" y una figura clave de la televisión en España, no le basta. Él pretende hacer del programa un espectáculo total y ofrecer alicientes en cada una de las fases. Así, en la fase preguntas y respuestas introduce la figura de Don Cicuta, un gruñón que se indigna ante las cantidades que se logran, encarnado por el actor Valentín Tornos, que obtiene en la primera temporada más popularidad que la lograda en cincuenta años como actor. Le sucederán los tacañones, y después las hermanas Hurtado.

El conductor del espacio es el peruano Kiko Ledgar, que llega con la lección aprendida tras presentar espacios de entretenimiento en su país. Aparece con un impecable smoking, con calcetines de colores chillones y distintos en cada pie, porta varios relojes y regala mil pesetas a cada miembro del público que le facilita un bolígrafo, una aguja, o cualquier otro utensilio. Junto al presentador aparecen las azafatas, con grandes gafas y faldas muy cortas. Muchas de ellas saltarán al cine y al espectáculo gracias a la enorme popularidad que obtienen en el programa: Agata Lys, Blanca Estrada, Yolanda Ríos, María Casal, Lidya Bosch, Sylvia Marsó, Victoria Abril, o la propia Mayra Gómez Kemp, que sucedería al frente del programa a Kiko Ledgar. Para la fase final del programa ("la subasta") crea el espectáculo total, ya que cada una de las opciones que se ofrece a la pareja protagonista es introducida por humoristas, bailarines, cantantes, orfeones, tunas, restauradores famosos y un largo etcétera.

El éxito y la repercusión popular del concurso es tan instantáneo como prolongado en el tiempo durante veinte años. Ya se ha dicho que Ibáñez Serrador sabe mucho de televisión, y lo demuestra haciendo descansar el programa durante períodos más o menos largos al menor signo de cansancio, para volver con más ingredientes y sorpresas. En la primera década no existen los actuales medidores de audiencias, sin embargo, a mitad de los ochenta, el Estudio General de Medios afirma que el Un, dos tres llega a superar los veinte millones de espectadores mayores de 14 años. Dicho en castizo, "lo ve todo el mundo". Con la llegada de las televisiones privadas las audiencias se reparten, al punto de que Pasapalabra, el gran triunfador actual, domina con cuotas de pantalla por encima del 20%, y entre cuatro y cinco millones de espectadores, cifras muy alejadas del fenómeno que supuso en su época el concurso de Chicho Ibáñez Serrador. Quizás la única excepción fue la primera temporada de Operación Triunfo, con más del 40% de audiencia, que se elevó casi al 60% en la final, contemplada por trece millones de personas.

Programa especial de Saber y Ganar

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El especial Saber y Ganar que se emite este jueves para conmemorar los veinticinco años en antena salta de su horario habitual de sobremesa para ser emitido a las diez de la noche, eso sí, en La 2, que acoge el concurso. Jordi Hurtado explicaba en la presentación a los medios de esta emisión que el suyo es un trabajo vocacional: “Cada día lo doy todo" y ha destacado la importancia de que cada programa sea distinto, los concursantes lo vivan cada día como algo nuevo y que el telespectador así lo reciba, gracias a la autenticidad del formato. En la cita de este jueves, Hurtado estará acompañado por seis presentadores de concursos de la televisión: Ion Aramendi, Llum Barrera, Carolina Ferre, Antonio Garrido, Goyo González y Luis Larrodera, que comprobarán en primera persona cómo se sienten los concursantes en el atril de Saber y Ganar al participar en pruebas habituales como Cada sabio con su tema, Última llamada, Especial de cine o una Parte por el todo muy musical.

Jordi Hurtado no estará solo como maestro de ceremonias. Sus compañeros Juanjo Cardenal, Elisenda Roca y Pilar Vázquez comentarán curiosidades y anécdotas de su labor en el programa y participarán en una Pregunta caliente encadenada sobre el programa muy singular. También desfilarán por el especial los concursantes más destacados que han pasado por el programa. Los “magníficos” David Díaz, Manolo Romero, Óscar Díaz, Ana Pérez, José Manuel Dorado o Víctor Castro, que recordarán alguna de las anécdotas que vivieron durante su paso por el concurso y desvelarán cuáles son sus pruebas preferidas o las más temidas, y Jordi Hurtado repasará en un vídeo los momentos más divertidos protagonizados por los exconcursantes. A continuación se emitirán el primer programa, del 17 de febrero de 1997, y el programa número 5.000, del 1 de junio de 2018.

Durante esta semana de conmemoración, están volviendo a participar en el concurso algunos de los que se mantuvieron durante más programas, lo que eleva la audiencia del espacio que es, desde hace mucho tiempo, el auténtico líder de La 2, con un público muy fiel, y una media superior al 7%, más del doble de la cadena. Es, como se decía al principio, el triunfo de un programa sin pretensiones, sencillo, y al que Jordi Hurtado confiere un ritmo uniforme para saltar entre las distintas pruebas. 

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