Inaciu Galán: "WhatsApp contribuye a normalizar la escritura de lenguas minoritarias como el asturiano"

Inaciu Galán es fundador de la Residencia Lliteraria Xixón y miembro de la Academia de la Lengua Asturiana.

Marisa Martínez Pérsico

Inaciu Galán es fundador de la Residencia Lliteraria Xixón y miembro de la Academia de la Lengua Asturiana, la primera de Europa en incluir mujeres entre sus miembros. En esta conversación con infoLibre, analiza los desafíos del asturiano: oficialidad, alfabetización, autoconciencia lingüística, diálogo en el parlamento. "Ha mejorado la percepción del idioma y ha mejorado la percepción del autoconocimiento. En los años 80 una parte importante de la población pensaba que hablar asturiano era hablar mal, hoy ese porcentaje no llega al 3%, y son las generaciones insalvables porque les han inculcado eso a sangre", explica.

¿Podrías contarnos tu historia con tu lengua materna? ¿En qué idiomas hablabas en familia, en la escuela, en la calle?

Este tema es difícil entenderlo desde la perspectiva de un hablante de una lengua monolítica, oficial. La nuestra es una lengua minorizada, que además sufre procesos de hibridación y de sustitución, pero todavía resiste. Entonces es una historia muy mestiza la de mi biografía lingüística, porque de niño mis abuelos me hablaban en asturiano, mis padres más o menos, en mi entorno con mis amigos usábamos el asturiano también, aunque somos una generación más urbana en la que el asturiano ocupaba espacios más informales. Pero sí tengo el recuerdo, desde pequeño, de tener conciencia de que hablábamos algo distinto, de que en nuestra familia había una lengua diferenciada, expresiones que te recordaban a tus abuelos, a tus padres, a tu vida y a tus amigos. Es a partir de determinado momento, a comienzos de la adolescencia, cuando yo descubro en la biblioteca de mis abuelos los únicos dos libros en asturiano que había en la casa. Recuerdo una antología de los años 70 de poesía en asturiano. Cuando veo y leo aquello me doy cuenta de que lo que hablamos en casa ¡también se escribe y es un idioma! Básicamente, fue un descubrimiento para mí. Aunque en mi época ya había bastante gente que estudiaba la asignatura de asturiano en la escuela, yo fui a una escuela concertada católica en la que no se ofrecía la posibilidad. Enseguida empecé a tener conciencia lingüística, empecé a tener intentos de usarla, y recuerdo muy bien una situación en la que escribí, para una actividad del colegio, una redacción en asturiano que me obligaron a borrar. Y me dijeron: ¡pero así no se puede escribir! Te estoy hablando del año 2001, primer año de la ESO.

Esa forma de censura escolar no sería posible hoy, ¿verdad? ¿Has visto avances en la alfabetización desde 2001 hasta hoy?

Creo que sucede cada vez menos, pero todavía pueden ocurrir casos de este tipo, de represión lingüística. Yo lo he vivido como profesor hace cuatro o cinco años, durante la pandemia. Unos chicos de bachillerato daban su discurso en asturiano, en un acto de entrega de un premio en el instituto, y una profesora les llamó la atención. Hay casos, lo que pasa es que como sociedad sí hemos evolucionado, antes eso se daba por normal, no se decía nada, y ahora se responde a eso, y se dice basta, no puede ser. También la ley ha evolucionado. Mi experiencia lingüística, en este sentido, es la de: Te encuentras con una casa medio caída y te preguntas: ¿Qué hago con mi casa? ¿La tiro abajo y construyo una nueva, y sigo mi vida en castellano, o esa casa medio destruida pero que aún se tiene en pie la reconstruyo? Mi decisión fue la de vivir en esa casa, restaurarla, y decir: la voy a llevar hacia el futuro. Eso significó, pues, sorpresa para mis abuelos. Por ejemplo, mi abuelo, cuando yo decidí conscientemente que iba a hablar siempre en asturiano, a los catorce o quince años, dijo, ¿pero a este rapaz qué le pasa, a este niño qué le pasa?

Pero él hablaba en asturiano, ¿no?

Claro.

Entonces reacciona así porque cree que, para el futuro de su nieto, es más conveniente vivir en castellano. Una forma de autodiscriminación lingüística.

¡Si a mí me han dicho en la escuela que borrara la redacción, durante la dictadura a ellos les han pegado, les han castigado, les han obligado a abandonar su propia lengua, al menos en los contextos formales! Ha resistido en los informales. En los formales supone un choque total. Mi abuela no se creía que había diputados que hablaban en asturiano. Le tuve que enseñar vídeos. Porque aunque la usa, y es su lengua, sigue pensando que es una cosa vergonzosa. Cada vez menos, por suerte. Se va consiguiendo eso.

¿Qué hago con mi casa? ¿La tiro abajo y construyo una nueva, y sigo mi vida en castellano, o esa casa medio destruida pero que aún se tiene en pie la reconstruyo? Mi decisión fue la de vivir en esa casa, restaurarla, y decir: la voy a llevar hacia el futuro

La palabra bable ha ido adquiriendo una connotación peyorativa, ¿no? Asturiano y bable no son totalmente intercambiables. ¿Por qué?

El nombre “asturiano” es el glotónimo tradicional. En los estudios que se hicieron antes de la guerra en la península ibérica, específicamente en el Atlas Lingüístico de la Península Ibérica (ALPI), que recogía un montón de muestras y preguntaba, también, cómo se llamaba lo que se hablaba, en toda la recogida en los pueblos de Asturias los hablantes dicen “asturiano”. El nombre “bable” aparece en el siglo XVIII en los ámbitos cultos, primero no de una forma peyorativa, aunque parece que el origen lo es, porque es posible que provenga de “balbucear”, y por tanto, de hablar mal. Está documentado en la teoría, pero no tenemos la confirmación porque no aparece en textos medievales, por ejemplo. No podemos ver la evolución porque no existía ese término. Hasta el siglo XVIII no aparece, es una teoría de los lingüistas que yo creo que es acertada. Después se usa  en los siglos XIX y XX no de forma peyorativa, pero sí es verdad que a partir de la segunda mitad del siglo XX empieza a acoger ese sentido, incluso con el plural. Se suele usar el plural con las lenguas minoritarias para dar la idea de que no tienen unidad, como si todas las lenguas mayoritarias no tuvieran también sus variedades... Una lengua viva siempre tiene variedades, si no no estaría viva.

¿Qué variedades tiene el asturiano?

El asturiano tiene sus variedades no solamente dentro de Asturias, sino dentro de todo el territorio en que se habla, que va hacia el sur, en lo que hoy son las provincias de León, Zamora, Salamanca, parte de Extremadura, y en una pequeña comarca de Portugal que se llama Miranda del Douro, donde también resiste el asturiano, y donde, además, es una lengua reconocida oficialmente por el Estado portugués. Como aquí en Asturias, se enseña en la escuela y se elige de forma voluntaria, pero se enseña. En total somos un millón de hablantes.

Mi abuela no se creía que había diputados que hablaban en asturiano. Le tuve que enseñar vídeos. Porque aunque la usa, y es su lengua, sigue pensando que es una cosa vergonzosa

Así que la asignatura de lengua y literatura asturiana no es obligatoria.

No, no lo es. Ese es el problema. En primaria tiene una asignatura espejo, digamos, que es escoger “lengua asturiana” o “cultura asturiana”, lo cual es, también, un contrasentido, porque dentro de la lengua asturiana está la cultura, y una cultura asturiana que se exprese en otra lengua no tiene sentido tampoco, pero bueno, han sido las razones políticas las que han llevado a ello. En secundaria y bachillerato el problema es que compite con el francés, con fotografía, con un montón de asignaturas, y especialmente con el francés, porque en un territorio como el nuestro, que suele ser un territorio que expulsa a sus jóvenes cuando acaban de estudiar, las familias se lo piensan mucho a la hora de mandarlos a estudiar una lengua extranjera porque piensan que les puede dar más posibilidades. No se debería poner a las familias en esa contradicción, porque una cosa es estudiar tu lengua, que es muy importante, y otra cosa es estudiar lenguas extranjeras, que es importante también.

¿El uso oral y escrito del asturiano sigue siendo muy desigual? Veo que su uso en el registro oral informal es muy frecuente, pero menos en el escrito. Esto atenta contra la consolidación de una tradición literaria, y está demostrado que una lengua se robustece con la existencia de una literatura escrita en esa lengua... Son procesos encadenados.

Hemos tenido suerte en los últimos años, lo han dicho las encuestas geolingüísticas. Ha aumentado la percepción de los hablantes de que saben escribir su lengua. Esto es importante. Y una parte de esa “culpa positiva”, en este caso, la tiene el proceso de escolarización, en marcha desde el año 84. Han pasado ya cuarenta años, se celebran ahora, y eso ha significado que miles y miles de personas pasen por el sistema educativo y tengan contacto con el asturiano. Ha mejorado la percepción del idioma y ha mejorado la percepción del autoconocimiento. En los años 80 una parte importante de la población pensaba que hablar asturiano era hablar mal, hoy ese porcentaje no llega al 3%, y son las generaciones insalvables porque les han inculcado eso a sangre. Otro elemento que ha tenido mucho que ver en esto, o que yo creo que es el definitivo, es el uso de WhatsApp. Son las redes sociales en general, pero especialmente aplicaciones como WhatsApp. ¿Por qué? Gracias a los grupos familiares, porque tú hablando con tu madre usas un registro oral escrito, y si hablas en registro oral, aquí nos resulta ridículo hablar en castellano, que no es una lengua familiar para nosotros, entonces la gente se ha soltado a escribir en asturiano. Porque ¿antes qué contextos teníamos para la escritura? Solamente los formales. Incluso cuando se escribía una carta, me refiero a postales antiguas que veo de los años 60 y 70, todo era en un registro formal, que no tiene nada que ver con lo que usamos hoy en aplicaciones de mensajería. Eso ha cambiado nuestra manera de comunicar.

No se debería poner a las familias en esa contradicción, porque una cosa es estudiar tu lengua, que es muy importante, y otra cosa es estudiar lenguas extranjeras, que es importante también

Claro, se convirtió en una suerte de alfabetización no reglada, que ofrece un soporte escrito...

Se está demostrando que WhatsApp es un elemento importante para la normalización del idioma.

Me gustaría que nos contaras algo más sobre tu labor de activismo cultural y de política lingüística, tanto a nivel autogestivo como en calidad de miembro de la Academia de la Lengua Asturiana.

Por una parte está mi parte más reivindicativa, en 2011 fundamos una asociación, Iniciativa pol Asturianu, colectivo que viene trabajando intensamente desde entonces y que ha conseguido varios logros en estos años, trabajando de una forma más transversal. Pasamos de que el apoyo político a la oficialidad de la lengua haya crecido de forma exponencial –estamos hablando de que en aquel momento había unos 6 diputados de 45 en el parlamento asturiano que apoyaban la oficialidad–, y que hoy tenemos una mayoría absoluta, que es insuficiente porque para hacer esa modificación legal necesitamos más diputados, 27 de 45, y no hemos llegado todavía, pero sí que ha cambiado completamente la realidad. Partidos mayoritarios, menos los de la derecha, de momento, se han sumado ya a esa reivindicación, pero la derecha ha suavizado sus posturas. Estar siempre enfadados era un problema que teníamos, pero ahora somos capaces de agradecer los logros, no sólo para la persona que que los consigue, que es importante también, sino también para el movimiento. No estar siempre lamentándose, tener esperanza, pensar en dar pasos para el asturiano, es un cambio de mentalidad. Eso no quita las dificultades que tenemos en la transmisión de la lengua, con la falta de un sistema educativo, con la falta de un sistema de medios de comunicación potente y público en los que el asturiano tenga una presencia mayor. Pero bueno, se han hecho muchísimos logros, milagrosos en algunos casos, y entre otros está el de tener una academia.

¿Cuál es la tarea de la Academia de la Lengua Asturiana y cuál es tu rol dentro de ella?

Esto es clave, ya en el siglo XVIII nuestro gran ilustrado Gaspar Melchor de Jovellanos intentó fundar una academia en Asturias, no fue posible en aquel momento, pero en 1919 se fundó la Academia. Una academia que, además, tenía muy clara la idea de normalizar, de crear unas normas. Por cierto, fue la primera academia de Europa que tuvo mujeres entre sus miembros, esto es también un orgullo para nosotros, ser pioneros en esto. Otras tardaron cuarenta, cincuenta años en tener académicas. ¿Qué ocurre? Con las dictaduras de Primo de Rivera y de Franco fue imposible continuar. Entonces, hasta 1980, después de una importante reivindicación que se hace en los años 70, se recupera la Academia. Por fin hemos tenido los primeros 45 años de tranquilidad para poder normativizar, se han puesto en marcha normas ortográficas, gramática normativa, diccionario normativo, entre otras muchas obras, pero las tres obras clave son esas, y eso ha permitido que hoy tengamos una lengua estándar, y además, un estándar que no está discutido. Muchas otras lenguas de nuestro entorno no tienen estos consensos, está el caso gallego, el aragonés, y nosotros hemos tenido esa suerte. Creo, también, que hemos hecho una norma muy permisiva, poco encorsetada, que ha permitido que todo el mundo se sienta cómodo, y que también las variedades internas puedan ser representadas por la norma general. Es una norma nada centralista en ese sentido. Entonces, gracias a eso, el trabajo de la Academia ha permitido que la educación, los medios de comunicación, la literatura, la música, utilicen ese estándar con normalidad.

Eso no quita las dificultades que tenemos en la transmisión de la lengua, con la falta de un sistema educativo, con la falta de un sistema de medios de comunicación potente y público en los que el asturiano tenga una presencia mayor

Es una institución que defiende derechos lingüísticos colectivos, pero también atiende casos individuales, ¿verdad?

Exactamente, por sus estatutos, desde su fundación por el Gobierno de Asturias, es una entidad que trabaja de forma autónoma, tiene entre sus funciones la salvaguardia de los derechos lingüísticos de los asturianos, por lo tanto también cumple una tarea no sólo de normativización sino de reivindicación. Así que, cuando hay algún caso especialmente grave, cuando a la Academia se le pide que se posicione, cumple un importante papel de defensa de los hablantes. Yo llevo tres años allí. Me han hecho bibliotecario y estamos trabajando en un calendario de actividades a lo largo de todo el año. El más importante es el Día de les Lletres Asturianes, que se celebra en mayo en el teatro Campoamor, y ahí se hace el acto de recibimiento de nuevos académicos, hay discursos institucionales, vienen ministros, es un acto de celebración importante. Tenemos la universidad asturiana de verano, que se realiza de forma conjunta con la Universidad de Oviedo. Y en el mes de noviembre se celebran las jornadas de investigación a la que vienen lingüistas, historiadores. También tenemos un Centro de Terminología Asturiana, (TermAst), en el que se van publicando distintos manuales y vocabularios en asturiano sobre distintas facetas de la vida: el turismo, el derecho, la medicina, la biología. El objetivo es aumentar los campos léxicos de nuestra lengua.

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Por último, me gustaría que me hablaras de tu tesis doctoral, defendida en la Universidad de Oviedo y publicada más tarde por Ediciones Trabe, ¡Volved las manos al bable! La llingua asturiana nel franquismu.

Quise describir una etapa, los cuarenta años de dictadura que tuvimos, y cómo vivió la lengua asturiana esas cuatro décadas. No quiere ser una tesis de parte, aunque es inevitable, pero sí que traté de enseñar no solamente la represión, especialmente en la escuela, que es donde más se vio, porque quise hablar también del exilio, y de la gente que se quedó. Porque ha habido de todo: gente franquista que trabajaba convencida por el asturiano, probablemente muy confundida también, y otra gente que estaba en los márgenes, que avanzó con mucha dificultad. Y, por supuesto, también los exiliados, porque emigraron muchos asturianos a México, Argentina, Cuba y Francia, pero sobre todo a Francia y a México. Tenemos ahí también una literatura importante que se publicó desde fuera porque aquí era muy difícil hacerlo. De hecho, el mejor poemario que se publicó en asturiano en los años 40 salió en México, y es de Matías Conde. Un poemario impresionante, de 1948.

* Marisa Martínez Pérsico es una escritora e investigadora argentina. Su último libro es la novela 'Animales blancos' (RIL Editores, Barcelona, 2024). 

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