Los nuevos zapatos de Begoña Oro

Zapatos nuevos y sopa de almendras - Begoña Oro

Plaza & Janés (2025)

Begoña Oro llega a Toledo, a la librería Taiga, para presentar su primera novela dirigida a un público adulto, tras… ¿Cuántas novelas has escrito, Begoña?

Sin contar libros de texto, tengo 106 títulos publicados. Hay novelas, cómics, cuentos… Casi todos son infantiles, aunque tengo cuatro novelas juveniles

En Toledo transcurre una parte de esta novela y Begoña Oro llega a la presentación con una caja del mazapán correspondiente para cocinar sopa de almendras. Y aquí se entera de que en Toledo a este postre se le conoce como "sopalmendras". La autora, que ama las palabras, la incorpora enseguida a su caja de palabras. Esto no es una metáfora, lleva encima una caja donde esconde y luego regala las palabras que tú eliges. A mí me regaló "lectura"; a Gala, "tintineo"; a Marina, "vericueto"; a Gonzalo, "aunque" … Y se llevó una para su sierra que no conocía: "carcamusas".

Le preguntamos a Begoña Oro por qué su última novela, Zapatos nuevos y sopa de almendras (Plaza&Janés), sale al mundo adulto, suponiendo quizás un riesgo tras haber conseguido todos los éxitos, premios (recordemos el prestigioso Cervantes Chico) y todo el cariño de los jóvenes y de los más pequeños. Yo tengo una sospecha: el hijo de Begoña Oro ha crecido, se ha hecho mayor. E intuyo que es al él a quien van dirigidos todos sus libros. Que nos lo desvele la propia autora:

Yo tengo la pulsión de escribir. Escribo y siempre he escrito. El germen de esta novela lo escribí antes y anduvo en un cajón. Pero al hacerse mayor mi hijo, he sentido la necesidad de publicarlo y que me siguiera leyendo. Sí. Que me siga leyendo

Zapatos nuevos y sopa de almendras tiene todos los ingredientes para ser calificada como novela romántica. Pablo, Pablito, conoce a Vicky en una entrevista de trabajo. Pablo, Pablito, empleado en Recursos Humanos, participa en este proceso de selección de candidatos y Vicky, Victoria, nerviosa, inquieta, muerta de miedo, cuenta una historia delirante en plena entrevista: su madre llegó a casa enrollada dentro de una alfombra. Por supuesto, como toda buena madre, se sacude el polvillo y piensa que hay que pasar el aspirador. Así, con esta imagen, Vicky va a volver a vivir con su madre un tiempo. "No es fácil explicar cómo volví a vivir con mi madre. Tampoco es fácil volver a vivir con ella. Dicho esto, ojalá no se me muera nunca. Ojalá me irrite eternamente".

Cuando terminé de leer la novela pensé que bueno, que sí. Que hay una historia de amor. Pero que no era una novela romántica. Porque esta novela es una historia de madres e hijas, así en plural. Porque todos los que somos padres o madres e hijos e hijas tenemos nuestra historia. Y siempre es complicada. O un poco complicada. O simplemente no es fácil. Afortunadamente, tenemos las fotos de los momentos felices. Vicky debería haber hecho una foto con su móvil cuando su madre le estaba pintando las uñas. Cuando cierras el libro, sabes que no es tan importante que Pablo y Vicky se queden juntos o no se queden juntos. Eso ya lo descubrirá el lector o la lectora.  Sabes que Vicky se va a arrepentir de no tener esa foto en su galería. O al menos yo lo sé con certeza.

La historia de Zapatos nuevos y sopa de almendras se sostiene mayormente en breves capítulos donde alternan los puntos de vista de "Ella" y de "Él". Es una perspectiva original que Begoña Oro maneja con soltura y que va rellenando los huecos que siempre existen cuando una persona nos relata su versión de lo que ha sucedido.

Lo que quería era dotar de agilidad a la narración. También alternar voces: que una pueda resultar más humorística (la de Pablo) y que la de ella, Vicky, parezca más intensa. De esta manera se entrevera un punto de vista más reflexivo con otro más ligero

Literatura es igual a espacio partido por tiempo

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Ir descubriendo de esta manera a los personajes, acogerlos en tu casa, volver a la estación de Atocha, empatizar con la presión de los candidatos en las entrevistas de trabajo: "¿Qué característica considera que lo define y al mismo tiempo no negaría su contraria?", leer esta novela desde el papel de hija y el papel de madre ha supuesto una experiencia muy grata y también intensa.

Leí con mis hijas y con mis alumnos Pomelo y limón hace ya unos cuantos años. Ahí empezó todo. Luego vinieron las siguientes novelas y el merecido reconocimiento. La perdí con la literatura infantil, pero afortunadamente Begoña Oro se ha calzado unos zapatos nuevos. Ojalá te sean cómodos. Tienes mucho que caminar y nosotros siempre te estamos esperando.

* Sonia Asensio es profesora de Literatura.

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