'Su Majestad', la serie que retrata a una 'royal' inútil como Victoria Federica y soberbia como Ayuso

Una imagen promocional de la serie 'Su Majestad'.

"Hijos de puta", musita la princesa Pilar en un primerísimo plano agigantado por las grandes pantallas del estadio donde se va a disputar la final de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Girona. Banderas esteladas, abucheos, pitos, mofas de todo tipo cuando ella y el rey Alfonso XIV hacen acto de presencia, con el himno de España a todo trapo. Podría haber pasado desapercibido ese feo gesto, pero pronunció esas tres palabras con tan mala fortuna que justo en ese momento ahí estaba su rostro en pantalla para que no hubiera posibilidad de duda. Sí, así es, efectivamente, ha dicho "hijos de puta".

Con esta escena ya escrita, no salió de su asombro el cineasta Borja Cobeaga cuando "pasó lo de 'me gusta la fruta' de Ayuso". "La realidad nos imitó", asegura divertido a infoLibre, aún incluso un tanto perplejo ante la imposibilidad de que algo así pudiera acontecer de verdad y de repente constatar que se había quedado corto en su imaginación. Puede que eso de que la realidad siempre supera a la ficción sea un cliché pero, caramba, es que siempre termina por ser exactamente así. "Mientras hacíamos la serie las noticias que se filtraban sobre la institución nos pasaban por delante, tenían el volumen más subido que la propia serie casi", apunta la codirectora de la serie, Ginesta Guindal.

Y aunque Ayuso no sea una princesa ni pertenezca a la realeza, sí que hay parte de ella en la protagonista de Su Majestad, la nueva serie creada por Cobeaga y Diego San José que llega este 27 de febrero a Prime Video con Anna Castillo clavando un personaje en el que todo el mundo ve una referencia clara: Victoria Federica. "Se dice mucho lo de Victoria Federica, es verdad, pero para mí hay muchas referencias a otras personas, personajes ficticios también. Creo que hemos conseguido encontrar algo por lo menos especial", plantea Castillo a infoLibre, convertida por obra y gracia de esta serie de siete capítulos en la mandamás de la Casa Real española.

Pero antes de continuar, situemos el contexto de la trama. España, año 2024. Pilar es una joven princesa y futura reina de España quien, de forma repentina y precipitada, se ve obligada a quedarse al frente de la institución tras un escándalo económico que salpica a su padre. el rey Alfonso XIV (Pablo Derqui). que lo aleja de la primera línea pública durante unos meses. De buenas a primeras, sin comerlo ni beberlo, ella debe demostrarle al país que no es la irresponsable, insolente vaga e inútil que todos creen. Lo que pasa es que igual tienen razón.

"Puede tener aspectos de Victoria Federica, pero también pienso mucho en Estefanía de Mónaco. De hecho, alguna vez pensamos que igual sacara algún disco o saliera con alguien del circo, como hizo Estefanía. Pero hay otros referentes que nos sirven. También hay cosas de la monarquía británica con la princesa Margarita, o en el propio Froilán, su hermano. Hay una especie de mezcla", explica Cobeaga, para quien este personaje de la realeza "puede tener ecos de muchas personas que ostentan privilegio, poder o exposición pública". Y, claro, sí, también Ayuso.

Porque Su Majestad no es tacaña en escenas que recuerdan a situaciones que todos hemos visto en los telediarios, como cuando Pilar tiene que soportar (de nuevo) abucheos, quejas y protestas en una visita a la universidad. Y también hay momentos que nunca veremos, pero que son muy reveladores de lo que sucede en las esferas de poder institucional, como ese episodio en el que Pilar quiere acercarse a un grupo de magistrados del Consejo General del Poder Judicial y terminan todos de fiesta en el picadero del monarca, sacando pecho por haber dictado sentencias contra el euskera o haber metido en prisión a algún rapero.

Es por eso que, en palabras de Cobeaga, Su Majestad es "una sátira sobre la monarquía, pero no solo, sino también sobre España y las instituciones en general". "De hecho, me habría gustado que se llamara Españita, porque creo que versa mucho acerca de ese concepto de España muy de bandera", comenta entre risas, antes de que Ernesto Alterio, cuyo personaje recibe el encargo de custodiar todo el rato a la joven Pilar, añada a infoLibre: "Es una serie que propone el juego de imaginar una España en una realidad paralela, con un rey que tiene una única hija, única heredera al trono, pero le descubren un pufo muy gordo porque ha desfalcado mucho dinero. Es ficción, eh (risas). Pero deciden que tiene que irse del país y tiene que asumir el puesto su hija, que no está para nada en eso, porque es fiestera, drogadicta, caprichosa... todas esas virtudes".

"Es una joven bastante irreverente, insolente, frívola, altiva y un poco vaga. Todo el mundo cree que es incapaz de asumir sus responsabilidades porque les parece bastante caprichosa e inútil", continúa Castillo, que comparte con humor cual ha sido su momento preferido de la serie: "Nunca jamás en mi vida imaginé pinchar en Pachá el himno de España. Que haya pasado es cuanto menos fuerte". Y comparte una reflexión aprendida con esta producción: "España sigue siendo un país con arraigo a una tradición y una institución bastante antigua y en momentos con cierta caspa. Es importante poder reírnos de nosotros mismos, del país del que formamos parte, porque al final son cosas que sabemos, que intuimos, y ponerle cara siempre está bien".

'Su Majestad' es una sátira sobre la monarquía, pero no solo, sino también sobre España y las instituciones en general

Borja Cobeaga

En esto mismo incide Alterio, para quien "reírse de estas cosas es síntoma de salud", pues "el humor viene a desarticular cosas trabadas" y, además, "poder reírnos de esto nos une como sociedad". "La serie es muy incisiva con los jueves y las instituciones, pero es bueno arrojar una mirada digamos humorística sobre nosotros mismos en realidad", argumenta, explicando a su vez que a él personalmente lo que más le gusta de esta serie es la relación entre su personaje y Pilar, de la que prácticamente hace de niñera. "Al principio chocan totalmente, pues él odia tener que hacer este trabajo y ella odia que le hayan puesto a este menda encima. Lo bonito es ver cómo se van acercando cada uno desde su lugar", resalta.

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"Es que no queríamos hacer una parodia de programa de actualidad como puede darte Polonia o El Jueves, que en realidad van a la caricatura", aclara Cobeaga, cuyo objetivo ha sido en todo momento que la serie se pudiera "sostener entendiendo a Pilar", que "en realidad los problemas que tiene son los de una chavala de su edad pero, claro, aquí pasados por el filtro de la monarquía". "Porque a cualquier chavala de su edad puede pasarle que su padre la considere una inútil, pero pasado por el filtro que supone vivir en un palacio es interesante. La princesa pedorra del primer episodio no puede ser la misma del séptimo, y eso ha hecho la serie más interesante. La serie evoluciona así y ojalá pueda hacerlo en más temporadas, porque el proceso de maduración que tiene puede llevarte a otros muchos lados", explica.

Nunca jamás en mi vida imaginé pinchar en Pachá el himno de España

Anna Castillo

Es así como poco a poco el espectador va empatizando con una princesa que está siempre vigilada y controlada y que por motivos obvios no puede ser una muchacha como las demás. "Hay muchas cosas de lo que supone nacer princesa que no sé hasta qué punto son tangibles", plantea Castillo, que va precisamente a la cotidianidad para intentar entender a su propio personaje: "Nunca estás sola, tus decisiones no le afectan solo a ti, sino a un séquito de gente que está pendiente de ti y te está protegiendo. Crees que eres libre y que haces lo que te da la gana, pero es absolutamente mentira. Por mucho que haya intentado entenderlo, creo que es imposible si no has nacido en ese lugar. Además, otra de las cosas malas que tiene tener tanto privilegio y estar tan protegido es que la exposición hace que todo el mundo pueda opinar, y más de alguien de una familia que se supone que son los representantes de un país. Cualquier cosa que hagas va a ser mucho más juzgada y vas a estar en el punto de mira".

Es por ello que para Cobeaga el gran antagonista de Pilar en esta serie es España. Un país que la considera "una borracha, una inútil, un chiste andante". "El malo de la película es aquí la encuesta del CIS sobre la monarquía", bromea, antes de lanzar una última reflexión: "Era interesante mostrar a un rey perplejo ante el hecho de que algo que se ha hecho toda la vida de repente es criticado. Me llamaba la atención que el rey Juan Carlos dijera '¿pero me estáis criticando por esto cuando se ha hecho toda la vida?' Esa es la caída del caballo que tiene la realeza en la actualidad, porque ahora mismo no tenemos la misma permisividad con los reyes que antaño, y hay que ver cómo ha cambiado la percepción pública de las monarquías en los últimos años. Era importante esa perplejidad. Yo soy un tipo puesto aquí por dios, y por qué voy a estar respondiendo a los simples mortales. Eso en su cabeza no cabe y me interesaba verlo desde dentro".

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