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La banca española respira tras el inédito rescate de Credit Suisse y recupera en dos días 10.000 millones

Las doce menos cinco en un reloj junto al logotipo del banco suizo Credit Suisse, en Zúrich, Suiza, el 21 de marzo de 2023.

La banca vuelve a coger oxígeno, tras una semana conteniendo la respiración. Las cinco principales entidades bancarias españolas han recuperado entre lunes y martes más de 10.000 millones de euros del valor de los 20.000 que perdieron la semana pasada. Mientras la bolsa sube y baja, con una volatilidad que revela el enorme miedo que campa en los mercados, en los bancos españoles nada ha cambiado. Los altos niveles de solvencia siguen intactos tras un 2022 que ha sido de récord de beneficios históricos. Las subidas de los tipos de interés, que beneficia enormemente a las entidades españolas, no se han frenado: el BCE incrementó otro medio punto, hasta alcanzar el 3,5%. Una vez despejado el humo de una semana explosiva, la banca española se revela intacta

Los inversores lo saben, y una vez se va calmando el miedo están volviendo tan rápido como se fueron. Este martes las cotizaciones de las cinco principales entidades estaban entre un 6% y un 9% por encima de los niveles del viernes pasado, antes de las gestiones de las autoridades suizas, estadounidenses y europeas, que han calmado al mercado. Entre lunes y martes, Banco Sabadell ha recuperado 9,2%; BBVA, 8,8%; Caixabank, 8,5%; Banco Santander, 7,6% y Bankinter, 6,6%. 

Paralelamente, el valor de Credit Suisse ha caído un un 52,7%, en consonancia con lo acordado en su compra por parte de UBS. El acuerdo de adquisición, supervisado por los reguladores suizos, establecen que UBS ha adquirido cada acción de Credit Suisse por un valor muy inferior al que cotizaba en el mercado, lo que ha desplomado su precio en bolsa. La escasa exposición de la banca española al Credit Suisse y enorme predisposición de las autoridades para calmar las aguas han hecho el resto para despejar las dudas: lo de Credit Suisse no va a pasar en España

“Como poder afectar, claro que una crisis de credibilidad podía afectar a los bancos españoles”, explica José García Montalvo, catedrático de Economía Aplicada en la Universitat Pompeu Fabra. “Cualquier crisis bancaria comienza con algún banco que cae. La pregunta es si hay razones que justifiquen que el miedo se transmita. De forma racional, la respuesta es no. ¿Tenemos algún Silicon Valley Bank en España? Absolutamente, no”, se responde el catedrático.

No hay silicons ni suisses entre la banca española

La situación que ha llevado a la quiebra el Silicon Valley Bank ha sido la enorme exposición que tenía a deuda pública, adquirida cuando los tipos de interés estaban muy bajos. La intensa subida de los tipos de interés ha hecho el resto: esos bonos han perdido una enorme rentabilidad, ya que la deuda pública emitida hoy vale más que la que se emitía en tiempos de tipos bajos. Es una inversión que el banco podría haber recuperado a largo plazo.

Pero no si los clientes acuden masivamente a recuperar su dinero, que lo obliga a vender los bonos justo cuando el mercado los valora muy por debajo de lo que les costó, lo que los aboca a una crisis de liquidez. El pánico que esto provoca es lo que se contagia a otros bancos, a veces justificadamente, al ser situaciones similares, y otras no. 

“Vamos a pensarlo”, continúa el catedrático. “¿Hay en España algún banco que tenga el 60% de su activo en deuda pública, o en valores de deuda en general? Ninguno. La media es del 10%. Incluso si los bancos españoles hubieran comprado deuda estando los tipos prácticamente en 0%, el impacto que tendría sobre el capital de los bancos españoles sería pequeñísimo. Si el Silicon Valley Bank ejecutaba las pérdidas no declaradas, tenía el 0,2% de capital, frente el 12% que declaraba. Esto no ocurre en ningún banco en España. Están a años luz de eso”, aclara.

“Las entidades españolas están muy saneadas”, afirma Mónica Melle, profesora de Economía Financiera y Contabilidad en la Universidad Complutense de Madrid. “Están sometidas a un control y vigilancia muy estrecha, por la supervisión bancaria que ejercen las instituciones europeas. Hay test de estrés anuales y requisitos de capital y liquidez es muy alto, tanto que les cuesta cumplirlo. Ya no se dan créditos hipotecarios como se daban antes”, explica Melle.

“Además está la salvaguarda del Banco Central Europeo, que ha dicho que hará lo necesario para que no se produzca ningún tipo de crisis financiera por liquidez. En la anterior crisis no tuvo esa disposición: se hizo a posteriori, rescatando a los bancos una vez que habían quebrado. Y se perdió mucho, porque la quiebra de los bancos repercute en las economías. Se ha tomado nota y se está dispuesto a inyectar liquidez previa si fuera necesario. Está todo bastante articulado para evitar que haya contagio”, añade la profesora.

¿Por qué Credit Suisse sí cae y entidades españolas no?

El viernes 10 de marzo, un día después de conocerse la caída en desgracia de Silicon Valley Bank, los cinco principales bancos españoles sumaban una cotización de 144.000 millones de euros. El siguiente viernes, tras conocerse que el terremoto había afectado a los dañados cimientos de Credit Suisse, el valor se había desplomado a unos 124.000 millones. Este martes, dos jornadas bursátiles después, el valor conjunto ha recuperado los 134.000 millones

“El miedo es libre”, advierte el profesor García Montalvo. “Si los accionistas empiezan a entrar en pánico y empiezan a vender activos, esto hace que las acciones bajen. Pero no creo que vaya a haber contagio. La intervención del Banco Central Europeo los ha cortocircuitado”, añade. 

La situación de Credit Suisse es particular. La entidad suiza ha encadenado decenas de escándalos que incluyen delitos como el blanqueo de capitales, el fraude o el lavado de dinero procedente de actividades delictivas. infoLibre participó como único medio español en un consorcio internacional de 48 medios de comunicación de 39 países que investigó minuciosamente los detalles de 18.000 cuentas bancarias cuyos datos se habían filtrado, y que daban fe del saqueo al que gobernantes corruptos y sus personas de confianza sometían a sus países de origen, como Venezuela, Argelia, Azerbaiyán, Nigeria, Yemen, Angola, Kenia, Kazajistán y Uzbekistán, entre otros. 

“Las polémicas le han costado unos 11.000 millones de euros a Credit Suisse, en multas”, explica García Montalvo. “Credit Suisse perdió dinero en 2021. Perdió dinero en 2022. Y ha dicho que prevé que perderá dinero en 2023. Sin embargo, los bancos españoles ganaron dinero en 2021. 2022 fue el mejor año de la industria bancaria. ¿En qué se parece esto a Credit Suisse? ¡En nada! ¿Hay algún caso español que se le parezca? Aquí es justo lo contrario, la crítica a los bancos es que ganan demasiado dinero”, ironiza el catedrático. 

“Credit Suisse no sufrió un contagio, llevaba mal mucho tiempo”, explica la profesora Mónica Melle. “Estaba haciendo muy mal control interno de los riesgos. Lo que ha desencadenado es que el mayor accionista, Arabia Saudí, le retiró el apoyo. Pero el banco ya estaba mal”, señala la profesora. 

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Como dice el dicho, la confianza tarda una vida en construirse y un segundo en derrumbarse. Pese a que la banca española está en la misma situación que hace un mes, su cotización sigue más baja, ante el recelo de los inversores. Sin embargo, la subida de tipos de interés que aprobó el Banco Central Europeo el jueves pasado, que eleva los tipos al 3,5%, allana la pista a la banca española para obtener otro año récord de beneficios. 

“Las subidas de tipos de interés siguen beneficiando a los bancos españoles. Sin embargo, esto a Silicon Valley Bank le mató. Al estar muy expuesto a la deuda pública, la mayor parte de su balance perdía valor cada vez que se subían los tipos de interés. Sin embargo, a la banca española le pasa lo contrario”, observa el profesor García Montalvo. Las entidades españolas están mayoritariamente expuestas a hipotecas, y préstamos, cuya rentabilidad se dispara cada vez que suben los tipos, en detrimento de los hogares y empresas.

La banca está aprovechando las subidas de tipos de interés para elevar el precio del dinero solo en lo que le beneficia. Por un lado, ha trasladado las subidas inmediatamente al interés de los préstamos e hipotecas, que en enero estaban al 2,61% de media. Por el otro, sin embargo, no sube la rentabilidad de los depósitos, que están a un 0,37% de media. Este margen de maniobra, que precisamente garantiza su solvencia y su rentabilidad, roza máximos de 20 años, según los cálculos que publicó este periódico este lunes

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