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RECUPERACIÓN ECONÓMICA

El empleo en la construcción crece a doble ritmo que en la industria y los servicios

La construcción crea empleo con el doble de brío que el resto de los sectores.

La creación de empleo ha vuelto a acelerarse con el fin del año, después de un tercer trimestre en que perdió fuelle. Lo dice el Banco de España en su último informe trimestral sobre la economía española. El impulso se lo atribuye a la construcción, donde constata una “aceleración más intensa” y un “mayor dinamismo” laboral durante el mes de noviembre.

Los registros de afiliación de la Seguridad Social no sólo corroboran la apreciación del Banco de España respecto al último mes sino que también revelan el músculo con que la construcción lleva creando empleo todo el año. De hecho, el número de cotizantes en este sector ha aumentado en 106.087 desde enero hasta noviembre, un 10%, más del doble de lo que ha crecido en la industria –86.831 afiliados más, un crecimiento del 4%– y en los servicios –587.472 más, un alza del 4,4%–.

Es más, desde que la construcción tocó fondo en lo peor de la crisis, cuando en 2013 llegó a contar con sólo 989.332 cotizantes de media, hasta el pasado noviembre, cuando alcanzó los 1,16 millones, la creación de puestos de trabajos en el sector se ha concentrado este año. Desde 2013 hasta diciembre de 2016 el empleo en el ladrillo sólo creció en 64.190 afiliados; en los últimos 11 meses, por tanto, ha aumentado casi el doble.

El sector que más sufrió la recesión y destruyó 1,5 millones de puestos de trabajo –de los más de cuatro millones que se volatilizaron desde 2008— se está recuperando con mayor brío que los demás. El Banco de España recuerda, no obstante, que este comportamiento es similar al de las crisis anteriores. También tras la de 1993 e incluso en la de mediados de los años 70, la construcción creció más que la media y por encima de la industria. Claro que a partir de 2008 el empleo en el ladrillo se recortó en más de un 60%, mientras que en las dos recesiones anteriores el desplome fue sólo del 30%. En su año de apogeo, en 2007, justo antes de estallar la burbuja inmobiliaria, el sector daba trabajo en España a casi 2,5 millones de personas.

Es decir, la construcción sigue acaparando el protagonismo en lo que el Banco de España llama “oscilaciones cíclicas de la economía” nacional: destruye más empleo que el resto de los sectores durante las crisis y lo crea a mayor velocidad durante las recuperaciones.

Este último año el número de afiliados del Régimen General –los asalariados– en la construcción ha experimentado alzas interanuales superiores al 8% casi todos los meses. El pasado noviembre incluso rozaron el 10%, más del doble que cualquier otra rama de actividad, incluyendo el comercio y la hostelería, que se consideran los motores del empleo.

Más contratos indefinidos y más duraderos

Otro tanto puede decirse si la atención se pone en las estadísticas del paro registrado. Según los datos del Ministerio de Empleo, el pasado noviembre la construcción fue el sector que más recortó el desempleo en comparación interanual, un 17,38%, por delante de la industria, con un 11,36% y casi triplicando el descenso de los servicios, un 6,55%. Así, la industria tiene ahora más parados –303.384– que el ladrillo –303.768–, cuando en el peor momento de la crisis, en marzo de 2013, llegó a sumar 761.458 desempleados registrados, 207.421 más que el sector secundario. Al igual que ocurre con la afiliación a la Seguridad Social, los descensos del paro en la construcción a lo largo de este año con los mayores en términos interanuales, rozando algunos meses el 20%. En la industria los mayores alcanzan el 13,7%; en los servicios, apenas el 9%.

Finalmente, la construcción también lidera el crecimiento de contratos indefinidos respecto al resto de los sectores. Pese a su escaso peso en el mercado laboral español –son apenas el 9% de los que se firman cada mes–, este año el número de contratos fijos ha aumentado en el ladrillo un 22% respecto a 2016, por un 14% en la industria y un 12,2% en los servicios. Además, la duración media de un contrato en la construcción supera en mucho la del resto de los sectores. A fecha de noviembre, es de 75 días, mientras que en la industria se queda en 54,16 días y en los servicios es sólo de 53,98 días, según las estadísticas del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE).

Además, según detalla el Banco de España, el tirón laboral del ladrillo es positivo en términos de productividad. El informe del supervisor explica que la crisis y la recuperación han cambiado el peso de cada sector productivo en términos de empleo. El porcentaje de quienes trabajan en la construcción ha caído en más de siete puntos porcentuales desde 2007, por lo que ahora representan el 5,9%, mientras que el de asalariados en la industria se ha reducido sólo tres puntos. Esas pérdidas han sido absorbidas por los servicios, que crecen 7,5 puntos. Sin embargo, ramas como la hostelería y el comercio tienen una productividad muy baja, inferior a la construcción. Que el empleo crezca en el ladrillo, indica el supervisor, compensa así la menor productividad del sector más pujante de la economía. Aunque, de momento, sólo ha permitido un crecimiento “muy reducido” esta magnitud, concluye el informe.

Subida salarial, más inversión, vivienda más cara

La tasa de empleo de los titulados universitarios en España alcanzó el 80% en 2016, cuatro puntos menos que en 2007

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De momento, los indicadores positivos del sector han permitido firmar un convenio colectivo para los próximos cinco años, que fija una subida salarial del 2% para 2018, por encima de las recomendaciones del último acuerdo de negociación colectiva entre los sindicatos y la patronal para este año.

También es optimista en sus previsiones el Instituto de Estudios Económicos (IEE) –el instituto de estudios de la CEOE–, que prevé un alza del 4,6% de la inversión en el sector del ladrillo el próximo año. Son dos décimas más de lo que creció el ejercicio en curso y dos puntos más que en 2016). Es decir, todo parece dispuesto para que la construcción siga empujando al alza en la economía y el empleo.

Naturalmente, el resultado de tal pujanza no es otro que la subida del precio de la vivienda. Según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), sólo entre julio y septiembre la vivienda se encareció un 6,7%, casi dos puntos más respecto al trimestre anterior. La subida es el mayor aumento desde el tercer trimestre de 2007. Entonces el precio de la vivienda se disparó un 9,2%.

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