ECONOMÍA

La subida de la cesta de la compra y el sueldo medio: Díaz y los sindicatos hacen números para subir el SMI

El secretario general de CCOO, Unai Sordo; la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, y el secretario general de UGT, Pepe Álvarez.

Lo que unos proponen, a otros no les encaja. Pero el objetivo aspiracional volverá a ser el acuerdo en uno de los puntos calientes de la semana. La cita es este jueves, 30 de noviembre, a las 16:00 horas, en el Ministerio de Trabajo y Economía Social. Asistirán representantes de los empresarios y de los trabajadores para intentar cerrar la próxima subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), que en la actualidad se sitúa en 1.080 euros mensuales en 14 pagas, 15.120 brutos anuales, tras incrementarse un 8% respecto al del año anterior.

La primera propuesta ha brotado esta vez de forma inesperada desde la patronal CEOE-Cepyme. Ha planteado, antes incluso de sentarse a la mesa, una subida de un 6% los dos próximos ejercicios: llegar a 1.112,4 euros en 14 pagas en 2024 y a 1.145,77 en 2025. Para UGT y CCOO dicha oferta es “insuficiente”. Con todo, Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT matiza que lo lanzado por la patronal tiene una triada de “aspectos positivos”. Para empezar, “la propuesta en sí”, indica, ya que “parte de las cuantías que no aceptaba previamente -los empresarios se desmarcaron del acuerdo anterior-”. “Asume los 1.080 euros como último de los incrementos que sí que pactó el Gobierno con los sindicatos sin ellos, por lo que el punto de partida me parece muy interesante, el hecho de que ya acepten de manera pacífica dónde estamos y cómo hemos llegado hasta aquí”, asevera. Destaca también que “hablen de un incremento, que lo relacionan con el AENC –Acuerdo para el empleo y la negociación colectiva–, pero un incremento al fin y al cabo que nos ha parecido razonable introducir en la negociación de los convenios colectivos”. Y en tercer lugar, “el que lo haya hecho en noviembre, parece que con un interés de que este tema esté resuelto al finalizar el año, de tal manera que entre en vigor en enero para evitar disfunciones, que algunas veces cuando se retrasa esta negociación ocurren”, abrocha.

El debate el jueves no partirá pues de posturas opuestas indudables, pero del lado de UGT, cuya delegación estará encabezada por el propio Luján, sí que pondrán el acento en una cuestión en la que, consideran, la patronal no ha profundizado: “Cuánto tiene que cobrar una persona que trabaja para que él o ella y su familia tengan una vida con un mínimo de dignidad y de suficiencia”. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT aboga por abordar el SMI “desde una óptica mucho más social”. “Acercarnos a él exclusivamente desde el punto de vista económico, como hacen algunos, nos podría llevar en la exageración a defender la esclavitud”, avisa. Cree que la clave sustancial de la negociación pasará por “buscar una cuantía que permita a una persona vivir con dignidad”. Sabe que “es un tema subjetivo”, pero también que “hemos tenido la suerte de que nos lo ha dado marcado la Carta Social Europea, que además han incorporado los dos partidos que ahora forman el Gobierno -PSOE y Sumar-”. En ese sentido, apostarán por un alza del SMI que alcance el 60% del salario medio. “Sobre eso tenemos que trabajar”, señala Luján. Para su organización sindical, es “primordial” que el SMI sea “mucho más allá de una medida de carácter económico” y es consciente de que entre las dificultades que tendrán que afrontar se encuentra “cómo encontramos el salario medio”.

Su intención será la de llegar a un punto de encuentro, como la del sindicato CCOO, desde el que confirman la convocatoria de la reunión. En representación de esta organización sindical asistirá Mari Cruz Vicente, la secretaria de Acción Sindical y Empleo. Como en UGT, en CCOO entienden que en la elevación del SMI se ha de tener en cuenta la evolución del precio de los productos básicos, como la alimentación, que constituyen la parte fundamental de la cesta de la compra de quienes perciben este salario, para garantizar que cumple con el fin de cubrir las necesidades básicas de las personas trabajadoras y de sus familias.

La última palabra, tras elevar el asunto a consultas, la tendrá el Gobierno, acostumbrado a lidiar con paisajes negociadores más rígidos de partida. La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha ligado ya el SMI con la tasa media del IPC entre diciembre de 2022 y noviembre de este año, la cual estima que estará entre el 3,7% y el 3,8%. ¿El motivo? El mantenimiento del poder adquisitivo de los beneficiarios. Desde que Díaz arribó al ministerio y Pedro Sánchez a Moncloa, el Salario Mínimo Interprofesional se ha incrementado un 47%, pasando de 735 euros en 2018 a los actuales 1.080 euros. Dicho de otro modo, le han insuflado 345 euros al mes en cinco años. 

Séptimos en Europa

Con las últimas subidas del SMI, España se ha acercado a los países de la Unión Europea (UE) que cuentan con los más abultados, si bien, sigue ocupando la séptima posición. Según datos de Eurostat, que unifica en 12 pagas y actualizados a julio de este año, el país se encuentra por detrás de Luxemburgo, con 2.508,24 euros al mes; Alemania, con 1997; Países Bajos, donde está establecido en 1995; Bélgica, con 1955,04 euros; Irlanda, que tiene un SMI de 1909,70 euros mensuales; y Francia, con1747,29.

En conjunto, los salarios mínimos en los estados miembros de la UE oscilan entre los 399 euros al mes de Bulgaria y los mencionados algo más de 2.508 en Luxemburgo.

Los actores del encuentro del jueves acudirán con “voluntad” de diálogo y entendimiento, aunque éste no es obligatorio. Tal vez influya a favor del consenso el que antes, por la mañana, patronal y sindicatos coincidirán en unas jornadas previstas en instalaciones de la CEOE “para hablar del SIMA-FSP”, avanza Luján. Se refiere al mecanismo nacional desarrollado por los sindicatos y las asociaciones de empresarios de solución autónoma de conflictos, los hay también en las comunidades, “sobre todo, -afirma- por los ataques que está teniendo el diálogo social en los gobiernos autonómicos donde tiene alguna o mucha influencia la ultraderecha”. “El que estemos de acuerdo en reivindicar el carácter útil y de desarrollo constitucional que tienen los organismos de solución autónoma de conflictos, y que lo hagamos al unísono la patronal y los sindicatos, es importante porque es un mensaje que lanzamos a toda la sociedad y en particular a quienes están atacando la negociación colectiva, el diálogo social o el papel de los sindicatos, olvidándose de que cuestionan también el de las organizaciones empresariales”, sintetiza. “En realidad -apostilla- atacan el modelo de convivencia de la Constitución que algunos dicen defender”. Puede que partir de ahí, sirva para acortar distancias en lo relativo al SMI. 

De momento, la ministra de Trabajo y Economía Social se ha mostrado confiada en que la reunión del jueves no acabe lastrada por el enfrentamiento y ve "factible" el pacto entre patronal y sindicatos. Desde Bruselas, donde ha participado en un Consejo de Ministros de la UE, ha pedido a los agentes sociales que, "por el bien" del país y "por la necesidad que hay de serenidad y tranquilidad", estén "a la altura de las circunstancias" y sean capaces de concitar el acuerdo.

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