Las mujeres que acusan a un catedrático de la UB de coerción sexual y abuso de poder piden al centro más contundencia
La actuación de la Universitat de Barcelona no ha sido suficiente. Así lo han denunciado las catorce personas que el 18 de junio mandaron una carta al rector de la Universitat de Barcelona denunciando coerción sexual y abuso de poder por parte del catedrático emérito Ramón Flecha, dentro de CREA (Community of Researchers on Excellence for All), un grupo de investigación sociológica.
En un comunicado, y representadas por sus abogadas, han expresado su malestar con el centro por la respuesta que la institución ha dado, tanto en una declaración escrita como en un comunicado interno que han publicado en su intranet.
La universidad argumenta que el grupo no está adscrito a la UB desde 2020, pero lo cierto es que algunos correos de sus miembros y el dominio de internet de su web siguen siendo de la Universitat de Barcelona. Afirman, incluso, que hay actos de CREA que siguen celebrándose en sus instalaciones.
Las denunciantes reclaman que la institución actúe de manera contundente por un problema que, según ellas, es estructural y no se centra solo en un caso aislado. Entienden que tiene que ser el rector de la Universidad quien tome cartas en el asunto porque es la máxima autoridad académica.
Además, en las redes sociales, las mujeres denuncian una campaña de descrédito promovida, según ellas, por Ramón Flecha y miembros de CREA. Esto, dicen, tiene un claro objetivo: silenciar a quienes han alzado la voz, generando miedo para que no puedan seguir ejerciendo sus derechos, según explican en el comunicado.
Además, cuentan que son ellas quienes están activando todos los mecanismos existentes, por lo que reclaman apoyo y contundencia de la Universitat de Barcelona, con la que van a mantener una reunión para poder establecer vías de protección efectivas y de reparación institucional.
Una investigación de infoLibre
Catorce mujeres enviaron un escrito a Joan Guàrdia Olmos, rector de la institución, denunciando la coerción sexual, el abuso de poder y el acoso que sufrieron por parte del catedrático Ramón Flecha durante décadas. El investigador se presenta como “científico número 1 [del ranking mundial] en gender violence” dentro de CREA, una organización que paradójicamente enarbola la violencia machista como una de sus principales líneas de investigación y que ha sido denunciada con anterioridad por comportamientos sectarios.
En una investigación conjunta, infoLibre, elDiario.es, RTVE Noticias y Ràdio 4-RNE han podido hablar con ocho de ellas, que han relatado un patrón de violencia machista y sistemática contra ellas. Todas denuncian que desde el nacimiento de CREA, Flecha ha aprovechado su superioridad como profesor de universidad y líder de esta comunidad para controlar, manipular y abusar de sus alumnas o becarias dentro y fuera del ámbito académico.
Según sus testimonios, el ahora catedrático emérito de la UB les ofrecía participar en un proyecto alternativo de educación para ir introduciéndolas en un clima asfixiante en el que él se entrometía en todos los ámbitos de su vida. Tenían que hablarle, cuentan, de sus parejas, les pedía que les hiciera masajes "para quitarle la tensión", e incluso llegaron a mantener relaciones sexuales con él, aunque las enmarcan dentro de un sistema de coerción.
Catorce mujeres acusan a un catedrático de la Universidad de Barcelona de coerción sexual y abuso de poder durante décadas
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No sólo eso, según detallan, Flecha las obligaba a "plancharle la ropa y prepararle los tuppers". También en el ámbito laboral académico la exigencia era abusiva, cuentan, con noches sin dormir preparando proyectos. Si se negaban, la respuesta volvía a ser el maltrato psicológico. “Son millones los ejemplos que tenemos en los que él nos acomplejaba tanto física como intelectualmente. A eso había que añadirle el aislamiento al que nos empujaba, donde nuestras relaciones, a todos los niveles, se veían reducidas a las de CREA”, resume una de las mujeres.
Ante estas acusaciones, Ramón Flecha lo ha negado todo. Asegura que ya no forma parte de la dirección de CREA y argumenta que todo forma parte de una campaña de difamación. La actual directora de la organización y Justifica las acusaciones como parte de una campaña de difamación por su apoyo a la lucha contra la violencia machista en la universidad.
Marta Soler, directora de CREA y del departamento de sociología de la UB, insiste en que es un plan de desprestigio, también orquestado por los medios de comunicación, y asegura que las denuncias — tanto las de ahora, como otras que se produjeron en 2004 y 2016— son falsas.