IGUALDAD
Comuns pide explicaciones a la UB y a la Generalitat por el catedrático emérito acusado de coerción sexual y abuso

El grupo Comuns ha solicitado que comparezcan en el Parlament de Catalunya el rector de la Universidad de Barcelona (UB), Joan Guàrdia Olmos y la consellera de Universidades, Núria Montserrat, por la denuncia de abuso de poder y coerción sexual de catorce mujeres al catedrático emérito Ramón Flecha. Con esta petición, que llega tras la investigación realizada por infoLibre junto a RTVE Noticias, Ràdio 4-RNE y elDiario.es, el grupo pide información sobre las medidas que la Generalitat va a adoptar a raíz del caso de presunto acoso de Flecha y que se garantice la aplicación del protocolo contra violencias machistas de la Universidad de Barcelona.
Las catorce denunciantes —infoLibre ha podido hablar con ocho de ellas de manera directa para recabar sus testimonios—denuncian que desde el nacimiento de CREA (Comunidad de Investigación sobre Excelencia para Todos, por sus siglas en inglés) Flecha ha aprovechado su superioridad como profesor de universidad y líder de este grupo para controlar, manipular y abusar de sus alumnas o becarias dentro y fuera del ámbito académico. El investigador se presenta además como científico número 1 del ranking mundial en ‘gender violence’ y la organización enarbola, paradójicamente, la violencia machista como una de sus principales líneas de investigación.
Las mujeres relatan cómo el académico las citaba fuera de clase y del horario lectivo con la excusa de ofrecerles participar en su proyecto educativo cuando eran alumnas, doctorandas, becarias o voluntarias. Después, según detallan, comenzaba a inmiscuirse en su vida personal, les exigía que le diesen masajes —a veces de manera individual y a veces colectiva— hasta que finalmente mantenían relaciones sexuales con él, aunque las enmarcan dentro de un sistema de coerción sexual. También, según relatan, les pedía que hicieran labores como "planchar, cocinar o prepararle los tuppers", además de tener que trabajar para sus proyectos durante largas jornadas laborales.
El pasado 18 de junio, el equipo jurídico de las catorce mujeres envió un escrito a la Universidad de Barcelona para denunciar los hechos ocurridos durante cerca de tres décadas. El centro contestó el pasado 1 de julio mediante un comunicado en el que aseguran que su voluntad es la de colaborar, pero en el que matizan que el grupo no está adscrito a la UB desde 2020. E insisten en que no conocen los hechos denunciados el pasado mes de junio: “Para poder actuar de oficio, el rector necesita tener conocimiento al menos indiciariamente de unos hechos concretos, de la persona que denuncia y de la persona denunciada. En el caso que nos ocupa, la UB no dispone de ninguna denuncia actual, solo de las denuncias de 2006 y 2016 que ya se elevaron a Fiscalía, fueron archivadas y actualmente en materia administrativa (que es la competencia que corresponde a la Universidad) son hechos prescritos”. Contactada por este medio, la Universidad confirma que se reunirá con las abogadas la próxima semana y que su intención es abrir una investigación cuando tengan todos los detalles del caso.
El equipo jurídico de las mujeres emitió este jueves un comunicado en el que exigen al centro más contundencia y que aclare si realmente CREA tiene vinculación con la UB. Lo cierto es que algunos correos de sus miembros y el dominio de internet de su web siguen siendo de la Universitat de Barcelona. Afirman que Flecha ha liderado investigaciones y proyectos europeos desde CREA con aval explícito de la UB y que su perfil en la página del centro remite directamente a la página de CREA, lo que evidencia la vinculación orgánica y operativa que desmiente la supuesta desvinculación estructural.
La UB ha confirmado este viernes que "ante las informaciones de los últimos días, en las que se incluyen acusaciones muy graves contra CREA y al menos uno de sus integrantes, hasta que la universidad y el resto de instancias competentes no hayan dilucidado la situación, ningún acto vinculado a CREA podrá tener lugar en ninguna de las instalaciones de la Universidad". Eso incluye la celebración de la European Conference of Domestic Violence 2025 que CREA iba a organizar en el campus en septiembre, una noticia que ha adelantado elDiario.es.
Además, en las redes sociales, las mujeres denuncian una campaña de descrédito promovida, según ellas, por Ramón Flecha y miembros de CREA. Esto, dicen, tiene un claro objetivo: silenciar a quienes han alzado la voz, generando miedo para que no puedan seguir ejerciendo sus derechos, según explican en el comunicado.
Además, cuentan que son ellas quienes están activando todos los mecanismos existentes, por lo que reclaman apoyo y contundencia de la Universitat de Barcelona.
También se ha pronunciado la Asamblea Feminista de la Universidad de Barcelona, conformada por Personal de Administración y Servicios y Personal Docente e Investigador, que ha enviado una carta a las autoridades de Barcelona. En ella, exigen al rectorado que abra una investigación “independiente, imparcial y con plenas garantías de protección”.
Catorce mujeres acusan a un catedrático de la Universidad de Barcelona de coerción sexual y abuso de poder durante décadas
Ver más
Piden además el cese de “cualquier función académica asociada a la condición de catedrático emérito de Ramón Flecha García” alegando que su puesto en la jerarquía de la UB y de CREA puede influir en las condiciones académicas, laborales o de evaluación de las personas afectadas o testigos. Una petición que también amplían a la directora actual de CREA, Marta Soler, y a la directora de uno de los grupos de investigación consolidados de la Generalitat de Catalunya donde trabajan integrantes de CREA, de Teoría Sociológica e Impacto Social de la Investigación (TSIR).
Tanto Flecha como Soler han negado los hechos, ambos argumentan que las denuncias son falsas — tanto las de ahora como las que se produjeron en 2004 y 2016— y que forman parte de una campaña de descrédito, orquestada también por los medios de comunicación. Desde julio de 2024, al menos 24 personas han dejado la organización arguyendo, principalmente, coerción y acoso sexual y laboral.
Para la Asamblea Feminista de la UB es una estrategia de deslegitimación de las denunciantes "doblemente grave por proceder de alguien que ostenta cargos de gobierno y supervisión académica sobre las posibles víctimas".