IGUALDAD
El negacionismo de Vox toma el Congreso contra el 'terrorismo feminista' con el visto bueno de PP y PSOE
La de Ernest Lluch es la sala con mayor capacidad del Congreso. En la estancia se darán cita el próximo jueves quienes predican sobre la amenaza de lo que han dado en llamar "ideología de género" y aquellos que insisten en advertir del peligro de unas denuncias falsas que no han conseguido el aval de los datos. Lo harán a propuesta del partido de Santiago Abascal y con el visto bueno del PP y el PSOE, tal y como adelantó El País. Las jornadas –pero también la formación que las ha propuesto– no dejan lugar a dudas: "Ideología de género y denuncias falsas España/Argentina", se puede leer en un cartel difundido por Vox. Sobre un fondo verde, se yergue la silueta de un hombre de espaldas, solitario y cabizbajo, sentado en un banco.
En la imagen que ya corre por redes sociales figura estampado el sello de una entidad: la asociación Anavid. Asociación Nacional de Ayuda a Víctimas de Violencia Doméstica, aclaran en su cuenta de X, donde añaden que "la violencia no distingue de sexo, edad, etnia, ni orientación sexual". Presidiendo su perfil, la imagen de una mujer con la cara marcada por un golpe y la frase "tu denuncia falsa perjudica a mujeres realmente maltratadas".
No es la primera vez que los líderes de la asociación pisan el Congreso. Este año, al calor del 8M, fueron invitados a otro acto, también a propuesta de Vox: "Abuelas silenciadas por el feminismo". Entonces, presentaban el evento como una oportunidad para que "abuelas afectadas por las leyes de género" pudieran contar sus testimonios y "cómo este tipo de leyes han destruido su familia y la presunción de inocencia y la igualdad ante la ley de sus hijos".
Jesús Muñoz, vicepresidente de la organización, exponía en la sede de la soberanía popular la supuesta existencia de "víctimas de un feminismo fratricida, sectario cruel y egoísta que daña todo lo que toca". Y señalaba también a partidos políticos concretos: "PP, PSOE, Podemos, Sumar, Bildu, PNV, Coalición Canaria y Junts nos odian" y han "legislado contra nosotros y contra ustedes" para "llenarse los bolsillos con la sangre de las víctimas que jamás han salvado". Muñoz se refiere a la Ley contra la violencia de género como "ley genocida contra la mujer" y habla abiertamente de "terrorismo feminista". Él también estará presente en la jornada del próximo jueves.
Junto a él, otros nombres como el de la argentina Patricia Anzoátegui, directora del Observatorio de Falsas Denuncias. "Si una madre miente y utiliza a su hijo, no es una madre protectora, sino destructora de vínculos", ha defendido públicamente. En la misma línea, otro de los ponentes, el psicólogo José Manuel Aguilar Cuenca, es autor de varios libros sobre el falso síndrome de alienación parental, prohibido por ley y del que dice ser experto.
Propagar discursos de odio
El ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, defendió hace tan sólo unos días la celebración de la jornada. "Tienen derecho a realizar eventos y usar las instalaciones del Congreso" siempre y cuando no contravengan "la Constitución y no promuevan ni propaguen discursos de odio", señaló. Ana Redondo, ministra de Igualdad, puso algún matiz: "En el Congreso caben todas las voces. Es sede de la soberanía popular. Pero nos opondremos, como siempre, a que se den por sentados bulos, porque 1.318 mujeres han sido asesinadas por hombres machistas".
Fuentes parlamentarias señalan a preguntas de infoLibre que "lo que hace la Mesa es una tramitación administrativa del derecho reglado que tiene todo grupo parlamentario a usar las instalaciones de la Cámara para la que han sido elegidos. Salvo flagrante ataque a la Constitución, los letrados no pueden avalar ninguna restricción de los derechos y libertades de los grupos políticos. Por eso, con carácter general, siempre se autorizan los actos avalados por grupos parlamentarios". Interpeladas sobre si el propio enunciado de la jornada no es suficiente para intuir la existencia de un discurso de odio y negacionista de la violencia contra las mujeres, las mismas voces señalan que "se ha de tener mucho cuidado con cercenar derechos constitucionales con carácter preventivo".
El PSOE, sin embargo, sí pidió la cancelación de las jornadas antiabortistas que se celebraron el pasado 2 de diciembre en el Senado. Y fue de hecho el propio Félix Bolaños quien clamó por no abrir la puerta a aquello que tildó como un "festival ultra de señores extremistas diciendo barbaridades". Preguntadas por la diferencia respecto a aquello, las fuentes consultadas señalan que "el carácter general de tramitación no significa que la Mesa admita todo. Cuando tenemos constancia de que se incumplirán derechos constitucionales hemos rechazado las peticiones. Pero tiene que ser algo que los letrados vean claro".
"No es propio de una sociedad democrática"
¿Hay cabida para discursos negacionistas en las instituciones, en nombre de la libertad de expresión y el debate público? Miguel Lorente, exdelegado del Gobierno para la Violencia de Género, introduce la primera objeción: lo que se plantea de cara al próximo jueves, ni siquiera es un debate. El programa no introduce pluralidad de posturas, ni voces divergentes. "Esto no es un debate, es la instrumentalización de las instituciones", sostiene el también médico forense, quien advierte que "una gran parte de la sociedad, potenciada por determinados medios y por las redes sociales, concluirá que lo que se defiende en esas jornadas es lo que dice el parlamento". Es decir, se consolida el uso de la institución como aval de tesis negacionistas que confrontan con los consensos más básicos en materia de igualdad.
Coincide la jurista Altamira Gonzalo. "No es un debate, en la medida en que hablamos de un movimiento contrario a la igualdad de mujeres y hombres, algo que ataca directamente al corazón de la Constitución". A su juicio, el contenido de la jornada "no encaja con nuestra Constitución y puede rozar el delito de odio".
"No es propio de una sociedad democrática y no es propio de un congreso acoger una jornada en la que se van a exponer cuestiones que faltan a la verdad, como la acusación de las denuncias falsas", prosigue la jurista. "No se debe permitir desde nuestro Congreso una jornada con ese contenido. Las mujeres nos sentimos atacadas".
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Especialmente en "un momento de regresión política", continúa la experta, en el que la permisividad se convierte en la tónica general. "Hay partidos democráticos en el Congreso. No es comprensible que el PSOE diga ‘sí’ a acoger una jornada con ese contenido. Apoyarlo desde la izquierda es carecer de la mínima sensibilidad de lo que es la igualdad", sentencia. Tampoco es "coherente", afirma el exdelegado, por parte de los socialistas. "Un partido contrario a la premisa del debate no puede votar a favor de que se celebre. Tampoco se haría con la esclavitud, la pena de muerte o los vientres de alquiler".
En un comunicado, organizaciones feministas como Themis Mujeres Juristas, Fundación Mujeres y la Federación de Mujeres Jóvenes, han impugnado las estrategias de la ultraderecha para difundir los discursos negacionistas, especialmente dentro de las propias instituciones. "No nos dejemos engañar ni por la provocación ideológica que niega la desigualdad y la violencia contra las mujeres, ni por los debates paralelos vinculados a la libertad de expresión y opinión", claman en el texto.
Según las estadísticas oficiales, un total de 1.318 mujeres han sido asesinadas por hombres que eran sus parejas o exparejas desde el año 2003 hasta hoy. El año pasado se registraron 48 feminicidios; el año en que entró en vigor la Ley contra la violencia de género fueron 72. Según la última Memoria de la Fiscalía, el análisis respecto a las denuncias falsas entre 2009 y 2023 "refleja cómo el porcentaje de sentencias condenatorias por denuncia falsa es ínfimo", con un promedio del 0,0084%.