Israel-Hamás, la guerra de las palabras

Un palestino lleva a niño herido enn edificio destruido en un ataque aéreo israelí en Deir al-Balah.

En el discurso político, las palabras nunca son inocentes. Y, en una guerra, pueden convertirse en potentes armas que influyen en cómo la opinión pública percibe individuos, grupos o naciones. ¿Con quién está en guerra Israel? ¿Quién le atacó? ¿Quién está muriendo ahora bajo sus bombardeos? La diferencia en las palabras que se utilizan, como enseñó la guerra de Irak, es crucial a la hora de entender cómo percibimos un conflicto que unos entienden como una "guerra contra el terrorismo" y otros como el "genocidio" del pueblo palestino.

Desde 1948, cuando Israel se proclamó Estado independiente, un bando y otro han utilizado el lenguaje para construir un relato de parte. Por ejemplo, los israelíes siempre han llamado "muro de seguridad" a lo que los palestinos denominan "muro de segregación". En el momento actual, donde campa la desinformación, y en un conflicto tan complejo como este, cómo las palabras orientan la interpretación de la realidad a través del encuadre discursivo puede tener un impacto devastador.

Desde el 7 de octubre, en nuestro país ha habido distintas formas de denominar este conflicto. La mayoría de los medios de comunicación han optado por hablar de una guerra entre Israel y Hamás. Sin embargo, también hay quien la ha denominado guerra entre Israel y Gaza, entre Israel y Palestina o crisis en Oriente Medio.

"Lo que opera en estos últimos ejemplos es un encuadre por metonimia. Se dicen cosas distintas según se hable de guerra de Israel con Gaza o con Hamás. Ahí hay una trampa que legitima operaciones no adecuadas y que enmascara a los participantes en la guerra", explica Beatriz Gallardo Paúls, catedrática de Lingüística de la Universidad de Valencia.

Un ejemplo claro y reciente lo hemos visto aquí en España cuando el jugador israelí del Granada, Shon Weissman, aseguró que no había "ningún gazatí inocente y que toda Gaza apoya el terrorismo", equiparando a los civiles de la franja con quienes atacaron Israel a principios de octubre. En Twitter, hoy X, pidió que se "lanzasen 200 toneladas de bombas sobre Gaza" y por ello ha sido denunciado por un delito de odio contra los palestinos.

Hamás, una organización terrorista o no

El debate en torno a la selección léxica de unos términos y otros se ha acrecentado con el uso de la palabra ‘terrorismo’. Mientras que una gran mayoría de medios de comunicación internacionales califican a Hamás de organización terrorista, otros afirman que las acciones de Israel en Gaza equivalen también a terrorismo, incluso a genocidio. ¿Qué se considera hoy en día terrorismo? ¿Es correcto llamar a Hamás grupo terrorista?

"Se dice continuamente que el Estado de Israel ha declarado la guerra, pero ¿a quién? Porque no hay estado Palestino al que declararle la guerra. ¿Esto es una guerra o hay que denominarlo actos de terrorismo de Estado? Cuando España reaccionaba a los actos de ETA, incluso con el juego sucio de los GAL, a eso no lo llamábamos guerra", se pregunta Gallardo Paúls.

La BBC o la Radio Televisión Pública de Canadá, la CBC, lo tienen claro. Creen que no es conveniente llamar terroristas a los miembros de Hamás y optan por utilizar las palabras militantes, soldados o milicianos. El editor de Asuntos Globales de la BBC, John Simpson, explicaba hace unos días la postura de la cadena tras las críticas recibidas por el Partido Conservador y el primer ministro Rishi Sunak. "No es trabajo de la BBC decirle a la gente a quién debe apoyar y a quién condenar ni quiénes son los buenos y quiénes los malos. Debemos presentar los hechos y dejar que el público tome sus propias decisiones", decía en un vídeo.

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La palabra ‘terrorismo’ está cargada de connotaciones negativas, ya que define al sujeto como un monstruo inhumano. En un conflicto como este en el que están cometiendo crímenes y cruzando líneas rojas, fomenta la división entre el "nosotros", los objetivos del terrorismo, y el "ellos", los perpetradores. Además, si en una guerra se etiqueta a un solo actor como terrorista hace que su causa sea más desafiante y peligrosa y socava la defensa de la población afectada por la violencia.

La preactivación: ¿Israel = Estados Unidos?

Otro de los fenómenos lingüísticos que, según los expertos, están operando en los usos del lenguaje que se están utilizando en esta guerra es el de la preactivación. "Es un mecanismo que funciona por asociación, es decir, si continuamente decimos que Israel es socio de Estados Unidos, esto marca el posicionamiento, ya que si vas contra Israel vas contra Estados Unidos. Al poner juntos los dos significados uno se apropia de los rasgos de otro", añade Paúls.

El gran reto que tienen los medios de comunicación y la clase política internacional en este conflicto es intentar no dejarse llevar por el lenguaje de bandos y evitar utilizar términos sesgados. Porque como dice el filólogo Paolo Flores en su libro ¡Democracia!, "allí donde las palabras pueden ser domesticadas y doblegadas por el poder, el totalitarismo está en marcha".

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