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Cómo el lobby sionista trabaja para controlar la política exterior de Estados Unidos

El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, hablando ante una delegación de congrsesistas estadounidenses en Israel.

¿Puede un Estado financiar, mediante millonarios afines, a políticos en un país extranjero para que estos aprueben legislación a su favor? PAra la mayoría resulta muy difícil pensar que, por ejemplo, Francia pudiera pagar cientos de miles de euros a personas de todos los partidos en España para que beneficiaron en el Congreso los intereses económicos, militares y geopolíticos del país galo. Sin embargo, esta es la manera en la que Israel opera desde hace años en Estados Unidos.

La influencia del Estado de Israel en la vida política estadounidense es indudable desde la creación del propio Estado. El país, presidido por Benjamin Netanyahu, se sirve de lobbies y asociaciones financiadas por millonarios sionistas para ejercer una gran influencia sobre políticos tanto demócratas como republicanos. El lobby sionista en EEUU lo conforman organizaciones como Jews Democratic Council of America o Democratic Majority for Israel, además de la más influyente en ambos partidos, AIPAC –American Israel Public Affairs Committee– y su filial United Democracy Project.

AIPAC nace en 1954, fundado por el lobbista canadiense Isaiah L. Kenen como grupo de presión para contrarrestar la condena internacional a la masacre de la aldea de Qibya, en la cual el Ejército israelí asesinó a 69 civiles palestinos, dos tercios de ellos mujeres y niños. 

Desde su fundación, AIPAC ha tratado de influir activamente en la política estadounidense, financiando campañas y presionando a los distintos gobiernos para beneficiar a los intereses de Israel. En 2003, el lobby sionista se mostró a favor de presionar a congresistas estadounidenses para favorecer la invasión de Irak, pero también ha tratado de influir en la imposición de fuertes sanciones contra Irán y sus aliados.

La influencia de ese grupo de presión va más allá de tratar de decantar primarias a nivel local o estatal, busca defender los intereses de Israel durante la toma de las decisiones más importantes en materia de política exterior. Para lograrlo financia las campañas de ambos candidatos a la presidencia y de los cargos más relevantes a nivel institucional.

El periodista argentino y experto en relaciones internacionales y geopolítica, Roberto Montoya, en conversación con infoLibre, explica que “la influencia de AIPAC ha llegado a tal punto que se aseguran tener gente afín a su mensaje en los gabinetes que controlan gran parte de la política exterior para Oriente Medio”. Pero no solo eso. Según Montoya, “tanto demócratas como republicanos han respetado la relación con Israel" y eso también se percibe en la relación con la propia organización sionista ya que "todos los presidentes se ven obligados a pasar por la reunión anual de AIPAC, donde van personas de mucho poder y tiene una gran relación con el Gobierno israelí”.

En la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la encargada de aprobar la legislación federal, han recibido dinero por parte de la AIPAC para sus campañas tanto el líder de la minoría, el demócrata Hakeem Jeffries (866.000 dólares), como el presidente de la propia cámara, el republicano Mike Johnson (618.000 dólares). El líder de la mayoría en el senado, John Thune, recibió 120.000 dólares entre 2019 y 2024, según datos del portal Open Secrets, lo que evidencia el control económico que ejerce el lobby sobre los órganos de poder estatal más importantes.

Además, el grupo de presión proisraelí presume orgullosamente en su página web de que los 129 candidatos demócratas apoyados por su lobby ganaron sus primarias en el año 2024, primarias que en muchas ocasiones se ven condicionadas por las cifras de dinero astronómicas inyectadas para favorecer al candidato que defiende los intereses de Israel

Mantener una buena relación con el lobby te asegura un apoyo económico, de banqueros, inversores inmobiliarios, etc

Roberto Montoya — Periodista y experto en geopolítica

Las voces discordantes

A pesar de la enorme influencia que ejerce el lobby sionista en Estados Unidos, una minoría de políticos demócratas y republicanos se mantiene firme ante las presiones económicas que ejercen estas organizaciones. Estos políticos se ven frecuentemente aislados en las votaciones sobre el envío de dinero para financiar material militar que posteriormente se utiliza para llevar a cabo el genocidio en Gaza. El republicano Thomas Massie ha sido uno de los más vocales dentro de su partido, al posicionarse en contra del envío de dinero a Israel, lo que le ha granjeado fuertes enemistades entre el resto de representantes republicanos y críticas de parte del presidente Donald Trump. Además, Massie ha realizado declaraciones contrarias a la línea de su partido sobre los documentos relacionados con Jeffrey Epstein, lo que ha provocado que Trump le retire su apoyo.

En los demócratas, Cori Bush, la primera congresista demócrata afroamericana, fue derrotada en las primarias de San Luis por cinco puntos, después de que se posicionara en contra del “castigo colectivo” contra los palestinos y AIPAC financiara la campaña de su rival con 8,5 millones de dólares, según informó el medio israelí Haaretz. En las primarias demócratas entre el congresista Bowman, muy vocal en contra del genocidio, y el centrista George Latimer, a favor del estado de Israel, el lobby sionista invirtió 14 millones de dólares en publicidad negativa sobre Bowman y en la campaña de Latimer, tal y como desveló la BBC, y acabó venciendo en la carrera electoral por lo que fue felicitado públicamente por AIPAC. Y es que tal y como explica Roberto Montoya: “Mantener una buena relación con el lobby te asegura un apoyo económico, de banqueros, inversores inmobiliarios, etc.”

Sin embargo, el lobby no puede ganar siempre, el pasado 24 de junio el candidato progresista del partido demócrata de Nueva York, Zohran Mamdani, venció en las primarias para la alcaldía de la ciudad.   

El 'caso Mamdani'

Zohran Mamdani, suscitó todo tipo de opiniones tras su victoria hace ya tres meses en las elecciones para ser el representante del partido demócrata que buscará ostentar el puesto de alcalde de la ciudad de Nueva York. Este neoyorquino de origen ugandés se ha mostrado a favor del movimiento por la desinversión, el boicot y las sanciones, y durante su tiempo como miembro de la asamblea de la ciudad impulsó la aprobación de un decreto ley para acabar con la exención fiscal a organizaciones benéficas que colaboran con asentamientos israelíes ilegales

El caso del candidato progresista ha representado una excepcionalidad rompedora. El nuevo candidato a la alcaldía de Nueva York por parte del Partido Demócrata fue capaz de vencer al exsecretario de Vivienda, Andrew Cuomo, quien era respaldado por las figuras más importantes dentro del propio partido, los lobbies sionistas más poderosos y formaba parte del equipo legal de Benjamin Netanyahu destinado a defenderle de las acusaciones de la Corte Penal Internacional. A pesar de haber distinguido siempre entre antisionismo y antisemitismo, Mamdani ha recibido agresivas críticas y acusaciones por parte de grupos de presión vinculados al Estado de Israel que lo consideran una amenaza.

Montoya explica que acusar de antisemitismo a las personas que critican las acciones del Estado de Israel es uno de los métodos habituales usados por parte del lobby sionista y que no es casual sino que se trata de una estrategia coordinada para acallar dichas críticas.

El rastro del dinero

AIPAC recibe dinero de parte de una incalculable cantidad de personas. Sin embargo, algunos de sus donantes son más generosos que otros: Jan Koum, empresario estadounidense de origen ucraniano y fundador de WhatsApp, fue el mayor donante de AIPAC en el ejercicio fiscal 2023-24, aportando 5 millones de dólares a su filial UDP, según datos del portal AIPAC Tracker. Koum, es uno de los mayores financiadores del sionismo a nivel mundial. En el año fiscal 2019-20 donó 17 millones a la European Jewish Association y 10,5 millones a la Federation of Jewish Communities of the CIS, según publicó el portal Ynet Global, filial en inglés del medio israelí Yedioth Ahronoth. El multimillonario, según informó The Times of Israel, ha financiado a través de su fundación familiar, entre otras muchas organizaciones, a la Asociación de Amigos de las Fuerzas de defensa Israelís y al Central Fund of Israel, fondo acusado de apoyar a colonos israelíes violentos en asentamientos ilegales en la Palestina ocupada.

Entre los donantes más destacados se encuentra también Miriam Adelson, una de las mayores partidarias de Donald Trump que junto a su marido, el ya fallecido Sheldon Adelson, ha financiado ampliamente todas las campañas del presidente republicano. Adelson aportó a AIPAC 5 millones de dólares en el año fiscal 2023-24, y se estima que ella y su marido han inyectado cientos de millones de dólares durante los últimos años a organizaciones que promueven el judaísmo y el Estado de Israel, tal y como reveló el medio israelí Jerusalem Post. Además financiaron directamente a la organización Birthright Israel, que organiza viajes planificados al Estado sionista de manera gratuita para jóvenes estadounidenses.

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No solo individuos financian a este lobby, sino también importantes fondos de inversión como el grupo Kraft, propietario del equipo de fútbol americano New England Patriots. Este fondo donó un millón de dólares a la filial de AIPAC en el año 2022. Este no es el único caso en que sionismo y deporte se entrelazan en Estados Unidos: Martin Geller, fundador de Geller & Company, y propietario de una parte del equipo de baloncesto Philadelphia 76ers, donó 268.000 dólares en 2022 a UDP.

“La relación entre Estados Unidos e Israel es de interés mutuo, Israel no podría vivir sin el apoyo de Estados Unidos”

Roberto Montoya — Periodista y experto en geopolítica

Una alianza inevitable

Ambos países viven en una relación de dependencia mutua que les mantiene inevitablemente ligados a las acciones del otro. En palabras de Montoya: “La relación entre Estados Unidos e Israel es de interés mutuo, Israel no podría vivir sin el apoyo de Estados Unidos” y, al mismo tiempo, “Estados Unidos ha visto que ese país puede controlar que no haya un bloque árabe unido que pueda condicionar el precio del petróleo o tener un poder militar importante, es el único país de Oriente Medio al que se le permite tener armas nucleares".

A día de hoy, y tras más de 68.000 palestinos asesinados, el Gobierno norteamericano mantiene una posición de respaldo férreo a las acciones del Ejecutivo de Benjamin Netanyahu. El pasado 18 de septiembre, EEUU volvió a vetar una resolución de Naciones Unidas que pedía el alto al fuego en Gaza y era apoyada por los otros 14 miembros del Consejo de Seguridad, lo que demuestra su apoyo tajante a la barbarie que el Estado de Israel comete en la Franja y a la ocupación de los territorios palestinos.

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