El Gobierno sirio anunció el fin del captagon en el país tras Assad, pero esta droga sigue apareciendo

Incautación de captagon en Nabak, Siria, el 27 de junio de 2025, en un montaje con la fotografía del ministro del Interior sirio Anas Khatab,

Selma Mhaoud y Sana Sbouai (OCCRP), Ahmed Ashour (ARIJ) y Ali Al Ibrahim (SIRAJ)

En junio, el nuevo ministro del Interior de Siria anunció en la televisión estatal que su gobierno había llevado a cabo una represión total contra la droga. “Podemos decir que ya no existe ninguna fábrica que produzca captagon en Siria”, anunció el ministro, Anas Khatab.

Pero su afirmación ha ido seguida de una serie de incautaciones de alto perfil tanto de pastillas de captagon como de los materiales utilizados para fabricarlas —incluidos 500 kilos de precursores químicos encontrados a las afueras de Damasco a principios de este mes— lo que plantea interrogantes sobre si una industria ilícita que prosperó bajo el patrocinio del régimen del dictador Bashar al-Assad ha sido realmente erradicada, o simplemente se ha adentrado más en la clandestinidad en partes del país que aún no están bajo el control del gobierno de transición.

Antes de la caída de Asad en diciembre del año pasado, Estados Unidos y Reino Unido habían impuesto sanciones a altos funcionarios del régimen por enriquecerse mediante la producción y el tráfico de la droga, así como a asociados de la milicia Hezbollah, respaldada por Irán, “responsables de traficarla por todo Oriente Medio”. (El régimen de Asad negó las acusaciones de que producía y comercializaba captagon).

Expertos internacionales y agencias de control de drogas dicen que, aunque la producción a gran escala patrocinada por el Estado en Siria se ha derrumbado, aún existen laboratorios pequeños y ágiles, incluso cuando los traficantes también están dispersando la producción y las reservas de la droga desde Siria hacia países vecinos con mercados de larga tradición.

“Todavía existen en Siria pequeños grupos que se desplazan, montan laboratorios móviles, producen cosas, sobre todo en el sur, donde el alcance del gobierno central no es tan fuerte”, dijo Nicholas Krohley, asesor radicado en Suiza en materia militar, de inteligencia y policial, y añadió que estos “talleres” siempre han tenido dificultades para satisfacer la demanda.

El captagon es especialmente popular en Oriente Medio, en particular en los Estados del Golfo como Arabia Saudí. En 2021, los expertos estimaron que el valor anual en la calle del comercio alcanzaba al menos los 5.700 millones de dólares. Su propagación supone un desafío de seguridad único para las fuerzas del orden en la región, ya que la pobreza, la inseguridad social y la guerra crean mercados propicios para la droga y oportunidades para los traficantes.

Caroline Rose, quien dirige el Captagon Trade Project en el instituto de investigación New Lines Institute, con sede en Washington, dijo a OCCRP que “en el período inmediatamente posterior a la caída del régimen, la estrategia antidroga del Gobierno interino fue una simple labor de interdicción y exposición, incautando las instalaciones de captagon más grandes y evidentes vinculadas al régimen (gestionadas por individuos que huyeron y dejaron las instalaciones desatendidas) e invitando a periodistas para lograr una cobertura de alto nivel”.

Ahora, la nueva administración tiene la tarea más difícil de interrumpir los remanentes de pequeño y mediano tamaño del comercio, dijo Rose. Esos remanentes estaban vinculados directamente al régimen o servían de canales hacia él, añadió, señalando que la nueva administración “se enfrenta al actual panorama ilícito”, ya que tiene una capacidad reducida para ejercer control y “lograr la cooperación de las comunidades a lo largo de la costa y las zonas fronterizas de Siria, tradicionales plazas del tráfico de captagon”. Los puertos y fronteras bajo el control del antiguo régimen se convirtieron en núcleos del comercio, beneficiándose de una seguridad más laxa.

Según Anwar Abdelhay, portavoz de la Dirección General de Lucha contra los Estupefacientes, una división del Ministerio del Interior sirio, los funcionarios sirios han incautado 16 envíos de drogas con destino a países vecinos y han desmantelado más de 10 grandes laboratorios y pequeños talleres desde la caída del régimen.

Abdelhay dijo en junio a ARIJ, socio de OCCRP, que la mayoría de los laboratorios estaban situados en zonas vinculadas a la Cuarta División, una de las unidades militares más poderosas del régimen de Asad, sancionada por Estados Unidos en 2020 por dirigir esquemas ilícitos de generación de ingresos, incluida la producción y el tráfico de captagon. “También incautamos más de un laboratorio en la frontera sirio-libanesa y en la región costera”, añadió.

El 12 de abril, el Gobierno sirio anunció una redada en un almacén en Latakia, el principal puerto mediterráneo del país. Descubrieron 5.000 barras de hierro en las que estaban ocultos alrededor de 4 millones de pastillas de captagon, listas para exportar, en lo que calificaron como la mayor incautación de captagon desde la destitución de Asad. En las semanas siguientes, las autoridades dijeron que desmantelaron una fábrica de captagon en Homs, cerca de la frontera sirio-libanesa, y confiscaron 4 millones de comprimidos en la zona de Latakia.

El Ministerio del Interior anunció la incautación de 500 kilos de precursores químicos para la fabricación de la droga, ocultos dentro de contenedores de alimentos, junto con una gran cantidad de pastillas en las afueras de Damasco este septiembre. La incautación se produjo tras la captura de cientos de miles de pastillas en Alepo y Daraa un mes antes.

Las redadas de alto perfil se producen mientras figuras destacadas del Ejército y del Gobierno de transición piden más apoyo internacional para combatir las redes de captagon. El general de brigada Khaled Eid, director del Departamento Antinarcóticos del Ministerio del Interior, declaró en la Conferencia Anual sobre el Comercio de Captagon en Damasco el pasado agosto: “No hemos recibido aún ninguna ayuda ni apoyo tangible. Sí hemos tenido, sin embargo, cierto grado de coordinación e intercambio de información. También asistimos a cursos de formación en algunos países. Hay muchas promesas, pero las sanciones siguen siendo un obstáculo.”

El desbordamiento del captagon en la región

El conocimiento técnico para producir la droga o reinstalar laboratorios en otro lugar no ha sido eliminado, a pesar de la incautación de grandes cantidades de pastillas en Siria, según el New Lines Institute.

La infraestructura de producción preexistente en países vecinos también puede reforzarse potencialmente para hacerse cargo y alimentar la demanda incesante de la droga.

Según el último Informe Mundial sobre las Drogas de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), “varias incautaciones importantes registradas a finales de 2024 y principios de 2025 en países vecinos como Irak y Jordania, así como en Arabia Saudí, apuntan al uso continuado de rutas de tráfico ya establecidas”.

El doctor Mousa Daoud Al-Tareefi, presidente de la Sociedad Antidroga de Jordania, dijo a OCCRP que en Jordania “aunque la disponibilidad ha disminuido [tras el colapso del régimen en Siria], todavía se trafican algunas cantidades, lo que indica que la producción y el almacenamiento pueden continuar de alguna forma”.

Añadió que “parte de la disminución en el consumo de captagon puede explicarse por el cambio de los usuarios hacia otras sustancias como el cristal de metanfetamina, los cannabinoides sintéticos (‘Joker’) o medicamentos con receta mal utilizados. Estas alternativas son cada vez más frecuentes en algunas comunidades, sobre todo por la facilidad de acceso o la producción local”.

En los suburbios de Beirut (Líbano), Rami, que pidió usar un seudónimo, un mecánico de 28 años que se volvió adicto al captagon tras empezar a tomarlo para poder mantenerse despierto en el trabajo, dijo que las pastillas ahora eran “un poco más difíciles de encontrar” y más caras, pero seguían estando muy disponibles.

“Antes podías comprar una pastilla por 2 o 3 dólares”, explicó. “Ahora, algunas personas venden una por 5 o incluso 7, según el tipo. Si quieres algo garantizado, tendrás que pagar más. Sigue estando disponible; no es raro. Lo único es que quieres saber quién es auténtico y quién es un fraude”.

Los expertos ahora se preguntan si la producción masiva de la droga volverá a crecer con nuevos patrocinadores. “Aún no sabemos quién tiene suficiente poder, voluntad y margen, si deciden volver a esa industria”, dijo Krohley.

“Hay mucha incertidumbre al respecto”, afirmó Angela Me, jefa de investigación y análisis de la UNODC. “Estamos viendo muchos grandes envíos que salen de Siria a través, por ejemplo, de Jordania. Probablemente todavía haya existencias de la sustancia que se están enviando, pero estamos analizando hacia dónde puede estar trasladándose la producción”.

Rose y sus colegas llevan un año lanzando advertencias sobre la expansión y diversificación de la producción de captagon “acercándose a centros de destino o a valiosos puntos de transbordo en Europa, para aumentar la resiliencia contra las interdicciones o mejorar las oportunidades de ingresos”, dijo, aunque señaló que la propagación de la producción de captagon a otros países no es un fenómeno nuevo.

Además, aseguró a OCCRP que el año pasado se identificaron laboratorios de captagon en Líbano, Egipto, Turquía, Kuwait e incluso Alemania, y que en Irak la producción se había expandido hacia el norte del país.

La UNODC informó del desmantelamiento de un laboratorio de metanfetaminas y captagon en la provincia kurda iraquí de Suleimaniya en 2024, así como de intentos de establecer instalaciones de producción de captagon en las provincias del sur de Irak un año antes.

En mayo, las autoridades libanesas desmantelaron un laboratorio clandestino de captagon en la zona de Hermel, cerca de la frontera siria, tras la incautación en abril de un camión cargado con equipos para fabricar captagon que había entrado en el país.

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Este verano, las autoridades yemeníes del gobierno reconocido internacionalmente anunciaron la captura de más de 1,5 millones de pastillas procedentes de Saná, controlada por los hutíes, que estaban destinadas a Arabia Saudí, donde se concentra el principal mercado consumidor de la droga, según la Agencia Europea de Drogas.

El general de división Mutahhar Al-Shuaibi, director de la policía en el puerto yemení de Adén, acusó a los hutíes, que gobiernan en paralelo, de haber establecido una fábrica de captagon en la región de Al-Mahwit, en el norte de Yemen, “similar a la que había en Siria”, y añadió que Yemen se está utilizando ahora como zona de tránsito para el captagon con destino a Arabia Saudí.

Musab Alyassin contribuyó a este reportaje

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