REDES SOCIALES

Más allá de Mastodon: Hive, Post o Bluesky también buscan robarle el trono a Twitter

Los logos de Hive, Post y Bluesky, las nuevas alternativas a Twitter.

Elon Musk lleva ya más de un mes al frente de un Twitter que, a pesar de todos los malos presagios iniciales, sigue vivito y coleando. En este corto periodo de tiempo, muchas cosas han cambiado desde que el hombre más rico del mundo se convirtió el pasado 27 de octubre en el "tuitero en jefe": la purga de trabajadores ha dejado a la plantilla mermada y a los sistemas bajo mínimos, la polémica nueva verificación duró activa menos de 48 horas, la "amnistía general" para las cuentas suspendidas que incluyó en su primera fase a Donald Trump o la reciente decisión de paralizar la política de información engañosa sobre el covid-19 abriendo la puerta a los bulos sobre el virus. 

Ante tantos cambios y giros de guión, hay un sentir general en el universo tuitero: hay que buscar una alternativa a Twitter. "Estamos en un momento de caos", asegura Susana Pérez Soler, periodista y doctora de Comunicación Digital por la Universitat Ramon Llull, que sostiene que la red social "no va a cerrar". No obstante, esta experta recomienda buscar un nuevo espacio "por si las cosas empiezan a ponerse muy negras" dentro de la red del pájaro azul y el usuario pierde "esta esfera pública digital". Así, explica, "tendremos un lugar donde encontrarnos". 

Lo cierto es que ya son numerosos los usuarios que han anunciado durante las últimas semanas que abandonan Twitter. ¿Se está produciendo un éxodo? "Es difícil saberlo", puntualiza Pérez Soler que señala que será "interesante" ver qué pasa y pone el foco a nivel ideológico. "En el caso de España, no sé si aquí notaremos un cambio: quizás la gente de izquierdas se está yendo, pero la extrema derecha de nuestro país ya se mueve con normalidad", comenta. En cambio, en EEUU, donde "la cosa está todavía más polarizada" y se han produjeron suspensiones de cuentas entre las filas más conservadoras, se podría esperar un regreso en tromba de los ultras: "Musk lo cuenta todo con un argot muy trumpista y esto puede generar más morbo para la extrema derecha". 

¿A dónde? Esta es, sin duda, la pregunta del millón. Y la respuesta debería basarse en dos factores. Por un lado, ¿qué aporta Twitter al mundo de las redes sociales? Pérez Soler destaca dos características fundamentales. La primera que es la única textual: "Si perdemos Twitter, Instagram y TikTok son puramente audiovisuales". Y la segunda es que es un espacio para comentar la actualidad aunque "últimamente está muy contaminado por la desinformación y el discurso de odio": "Instagram y TikTok se basan en el entretenimiento". 

Y, por otro, ¿qué debería tener esta nueva red social para robarle el trono a Twitter? "Ninguna de las que tienen actualmente volumen de usuarios nos ofrece estas dos características", reconoce Pérez Soler. Esta experta recuerda que muchos jóvenes se están yendo a Instagram, mientras los mayores lo están haciendo a LinkedIn pero "no terminan de ser el lugar ideal". 

Con todos estos ingredientes en la coctelera, los propios usuarios ya se han encargado de dictar sentencia a golpe de colocarla día sí y día también como trending topic: Mastodon es ¿la alternativa? Creada en 2016, es una red que "no está a la venta" y que se define como "abierta, libre y federada que opera de manera similar al correo electrónico": una versión descentralizada que ofrece una experiencia comparable a la de Twitter, pero con un complicado proceso de registro. El pasado 20 de noviembre, anunció que acababa de superar los dos millones de usuarios activos. "El futuro de las redes sociales no tiene que pertenecer a un multimillonario, puede estar en manos de sus usuarios", tuiteó la plataforma. 

Pero Mastodon no es la única. Muchas otras se han subido al carro durante las últimas semanas para robarle el trono a Twitter. "Lo bueno de toda esta situación es que esto hace que otras empresas empiecen a proponer alternativas", explica Pérez Soler.  

Entre ellas destacan Hive Social, Post y Bluesky. Las tres tienen una cosa en común: su corta existencia. ¿Podría ser su juventud su condena de muerte? "Confío en que tengan unos buenos equipos técnicos detrás para recibir a todos los usuarios", afirma Pérez Soler que le pone, en cambio, otros deberes a estas nuevas plataformas: lograr que la gente se quede y esté presente y conseguir la presencia de cuentas de organismos gubernamentales, políticos o celebridades. "No creo que el tener muchos usuarios sea el problema. El problema es no localizar a los usuarios que encontramos en Twitter", sostiene.

Una red hecha por una mujer

Hive se presenta como alternativa mezclando las características de Twitter con las de Instagram y también con las del desaparecido MySpace, gracias a una función que permite a los usuarios agregar música a sus perfiles. "Es más audiovisual y me da miedo que sea más un Instagram que un Twitter", reconoce Pérez Soler. 

No obstante, en su carta de presentación, lo que diferencia a esta plataforma del resto es su fundadora. Mientras las principales tecnológicas made in Silicon Valley han sido creadas y están dirigidas en sus puestos más altos mayoritariamente por hombres, detrás de Hive se encuentra una mujer: Kassandra Pop. "Quizás una mujer puede tener maneras distintas de hacer una red social", argumenta Pérez Soler que pone como ejemplo el caso de Tinder y Bumble. 

Ambas son aplicaciones de citas, pero Bumble tiene a una mujer detrás, Whitney Wolfe Herd, que previamente había trabajado en Tinder. "Empodera a las mujeres porque, una vez se ha producido el match, sólo las mujeres pueden iniciar la conversación y así se evitan las foto pollas", explica esta experta. Con esta app como ejemplo, le pone deberes a Hive y a Pop: "Quizás ella pueda hacerlo mejor e implementar mecanismos para pacificar y que la red social sea un entorno más veraz". 

Si bien se lanzó en 2019, esta plataforma llegó a los 1,5 millones de usuarios en noviembre de 2022 disparada por las fugas de Twitter. Este crecimiento incluso llamó la atención de Musk que respondió con un "lmao" —que se puede traducir a español como una carcajada— a un usuario que preguntaba "¿qué diablos es Hive, no estábamos todos entusiasmados con Mastondon como hace dos segundos?".

Basada en un feed cronológico que presenta las publicaciones según se han ido compartiendo, permite compartir imágenes, vídeos, gifs y encuestas y también explorar comunidades temáticas. "Los usuarios quieren ver a sus amigos y familiares, así que lo mantuvimos simple", explicó Pop a Teen Vogue en 2021 después de que su creación llegase al número uno de aplicaciones más descargadas en la AppStore gracias al empuje de la generación Z. 

No obstante, Hive aún tiene mucho trabajo por delante. Según destaca Wired, esta red social aún no cuenta ni con las medidas básicas de seguridad ni con buenas funciones de accesibilidad. Por su parte, TechCrunch destaca que los términos y la política de privacidad son vagos. Incluso su propia fundadora, en una entrevista reciente con Business Insider, reconoció que aún no hay moderadores de contenido, aunque son su prioridad. "Hemos creado una comunidad segura y saludable (...) no hay toxicidad", defendió Pop. 

Una plataforma para una conversación civilizada

Otra que se postula como alternativa es Post. Detrás de esta nueva plataforma se encuentra un conocido para la industria: Noam Barmin, el ex director ejecutivo de Waze, la aplicación social de tránsito automotor en tiempo real y navegación asistida por GPS que compró Google en 2013. 

En su caso, la novedad de Post es que, por un lado, ofrece la posibilidad de escribir textos sin límite de extensión y, por otro, se vende como una vuelta a la conversación civilizada para "personas y noticias reales". ¿Es esto posible a estas alturas de la partida en social media? "Es un poco utopía", reconoce Pérez Soler.

"¿Recuerdas cuando las redes sociales eran divertidas, te presentaban grandes ideas y gente genial y te hacían más inteligente? ¿Recuerdas cuando no te hacía perder el tiempo y te enojaba o entristecía? ¿Cuándo podrías estar en desacuerdo con alguien sin ser amenazado o insultado? Queremos recuperar eso con Post", explica su web. En su cuenta de Twitter, Barmin ya ha adelantado que, aunque defiende la libertad de expresión y el debate de ideas, no permitirá a "nazis, antisemitas, fanáticos, racistas, homófobos o misóginos" y que también rechaza la censura gubernamental

Post aún se encuentra en fase de desarrollo ya que se apresuró a lanzar una versión beta a mediados de noviembre. Y su objetivo final, según TechCrunch, no es sólo competir con otras redes sociales sino que su modelo comercial triunfe: que los editores de noticias digitales opten por su modelo de cobrar a los lectores por artículo, en lugar de una suscripción. "Como producto, esta idea me parece disruptiva", afirma Pérez Soler. No obstante, recuerda que esto ya se ha hecho, como por ejemplo Spotify y su versión de pago, pero antes "han conseguido fidelizar al usuario". "Empezar por ahí, quizás sea demasiado precipitado", sostiene. 

Por el momento, sólo admite usuarios tras apuntarse en una lista de espera. Según datos de TechCrunch, a finales de noviembre, Post contaba con 65.000 cuentas activas y unos 335.000 usuarios estaban en su lista de espera. El propio Barmin ha contado en Twitter que él mismo se encarga de gestionar este listado: "Mi lógica es equilibrar la fecha en que las personas se registraron, lo que compartieron sobre sí mismos, los creadores de contenido y los consumidores de contenido, la diversidad de edad, política, profesión, género, raza, orientación sexual, sentido del humor, etc". 

La nueva red del fundador de Twitter

La que también tenía abierta su lista de espera para acceder es Bluesky, la nueva red social de uno de los fundadores de Twitter, Jack Dorsey. Sólo en los dos primeros días con este listado abierto, recibió la petición de 30.000 usuarios, según tuiteó la cuenta de la plataforma.

No obstante, Bluesky no nació para ser una aplicación como tal. Era, tal y como publicó TechCrunch en enero de 2021, el futuro descentralizado de Twitter. La idea es la misma en la que se basa Mastodon y ambas plataformas forman parte del fediverso. "Creo que a veces se entiende mal", confiesa Pérez Soler, que explica que muchos usuarios entienden que "cuando se entra en un servidor en concreto ya no se puede salir y no es así": "Al estar descentralizada, te permite cambiar y todo son ventajas porque el usuario tiene más poder sobre sus datos y se puede mover libremente por otras comunidades". 

El objetivo de lo que era una iniciativa dentro de la propia plataforma era cambiar las técnicas "modernas" de moderación y los esfuerzos para prevenir la radicalización en línea. Así, pretendía crear un protocolo descentralizado que eventualmente pudiera conectarse a Twitter y hacerla interoperabilidad con otras redes no relacionadas con la tecnología. 

Sin embargo, con la salida de Dorsey a finales de 2021 unida a la llegada de Musk ha convertido este plan en una red social con todas las letras. Así, el pasado 18 de octubre, el exCEO de Twitter anunció que su nueva creación estaba construyendo su propio protocolo social, el Protocolo AT. "Sea lo que sea que Bluesky esté construyendo, parece que podremos usarlo relativamente pronto", explican desde The Verge

¿De qué huyen los usuarios?

Estas tres aplicaciones intentan, cada una a su manera, aprovecharse de la desconfianza que ha generado el también dueño de Tesla y SpaceX con su Twitter 2.0. Según compartió en su propia cuenta, quiere mensajes encriptados, tuits sin límites de caracteres, verificaciones de varios tipos o pagos a través de la propia red social. Y también ha tenido tiempo para definir el futuro de sus políticas: en la primera publicación en el blog de la compañía desde la llegada de Musk a la tecnológica, se explica que su misión es "promover y proteger la conversación pública: ser la plaza del pueblo de Internet".

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Mientras Musk asienta las bases de su nuevo juguete, aprovechó la ocasión para lucir los nuevos números de Twitter. En concreto, ha mostrado que el número de nuevas cuentas está en un nivel más alto que antes, con un crecimiento del 66% con respecto a 2021. Además, proyectó que para 2024 la red social contará con más de mil millones de usuarios al mes

Sin embargo, estas cifras de Musk contrastan con otros números que han ido publicando distintos medios de comunicación en EEUU. Un informe interno publicado por Reuters muestra que la plataforma está perdiendo a sus usuarios más activos. Estos llamados "tuiteros pesados" representan menos del 10 % de los usuarios generales mensuales, pero generan el 90 % de todos los tuits y la mitad de los ingresos globales. "Si se van los creadores de contenidos es perjudicial para la red social", explica Pérez Soler. Además, según datos recopilados por Global Wireless Solutions y publicado por Business Insider, las sesiones diarias en Twitter han caído un 3% en el periodo del 28 de octubre al 19 de noviembre, con respecto al 2 al 27 de octubre. 

No obstante, es demasiado pronto para responder a la pregunta sobre las bajas de Twitter con números. Habrá que esperar a si la compañía facilita algún tipo de cifra sobre el crecimiento (o no) en el cuatro trimestre y el año 2022 el próximo mes de enero, como venía haciendo hasta ahora y como hacen el resto de tecnológicas. "Sería interesante acceder a esos datos", reconoce Pérez Soler. 

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