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Audiolibros

Quiero escuchar libros... y no puedo

Ejemplo de audiolibro en 'Me gusta leer'

Este año, la conferencia FutureBook, organizada por la revista The Bookseller, premiará por primera vez a un audiolibro. El reconocimiento, que la publicación organiza en colaboración con Audible, reconoce la importancia creciente del audio en las empresas editoriales, así como su transición al formato digital. Según las estadísticas de la Asociación de Editores, el año pasado el mercado de audio digital subió en Gran Bretaña casi un 25%, hasta los 10 millones de libras de ventas facturadas (quizá las ventas reales sean muy superiores); desde el inicio de la década, el aumento es del 170%.

Lo dicho demuestra que éste de los audiolibros es uno de los sectores de mayor crecimiento en el mercado de libros digitales. Philip Jones, director de The Bookseller y responsable del programa de FutureBook, asegura que la audiencia de los audiolibros "se ha expandido" y que en esa transformación "Audible ha desempeñado un papel clave". Audible. Una empresa adquirida por Amazon en 2008.

¿Tiene ese crecimiento parangón en nuestro país? Veamos las cifras. Según datos correspondientes a 2014 que nos facilitan desde la Federación de Gremios de Editores de España, en la actualidad hay en nuestro país 361 editoriales que editan en soporte distinto al papel, de las cuales solo el 6,1% lo hacen en audiolibro. Eso supone "una pequeña subida que, en términos absolutos, serán 2 o 3 editoriales, porque ha pasado del 5,4 al 6,1", aseguran.

Una ridiculez, en cualquier caso. "La facturación de los formatos audiovisuales solo representa el 0,1% de la facturación en otros soportes; la facturación en otros soportes distintos al libro electrónico (entre los que se encuentran los audiolibros) es 127,28 millones de euros."

Nuestro interlocutor recuerda que a finales de los 90 o principios de la década del 2000 hubo un pequeño boom del audiolibroboom … ¡Y tan pequeño! En 1996, Alfaguara lo intentó, sin éxito. Desde entonces, el Grupo Planeta ha hecho tímidas incursiones de la mano de alguno de sus superventas, y en 2014 Penguin Random House anunció la publicación de dieciséis audiolibros en formato digital, entre ellos obras Stephen King, Javier Cercas, el papa Francisco o Ildefonso Falcones… Han aumentado ligeramente esa cantidad, pero el formato no ha calado.

Ese fracaso se debe "por un lado a la falta de contenidos y por otro al desconocimiento de dónde comprar y cómo consumir un audiolibro", nos dice Irene Fortes, Digital Product Manager de Penguin Random House Grupo Editorial. "En los años 90 algunas editoriales intentaron abrir un mercado y fracasaron: era difícil posicionar CDs en la librería y, a diferencia de otros países, en España no se recorrían largas distancias para ir de casa al trabajo". En coche, claro, que es al parecer el hábitat natural del lector que escucha, porque un audiolibro son horas, y horas.

Los costes, entonces, eran inasumibles por elevados e irrecuperables.

"Después de este intento fallido el tema quedó parado y hoy nos encontramos con un catálogo muy pobre y sin tiendas especializadas dedicadas al mercado de habla hispana —prosigue Fortes—. Pero en los últimos dos años la cosa ha ido cambiando: el audiolibro ya es digital, todo el mundo tiene un dispositivo apto para escuchar audiolibros (una tablet, un móvil, etc.) y ya hay algunas tiendas digitales que venden el producto: iBooks, Audible.com o Audioteka.es."

Asegura que Penguin Random House Grupo Editorial "ha apostado por este formato"… pero su producción se limita a algo más de 50 títulos, algunos de ellos leídos por los propios autores (como éste de Javier Marías). "Para abrir el mercado tenemos que producir contenidos de calidad pero sobre todo educar al consumidor sobre las posibilidades y ventajas del formato y sobre dónde conseguirlo".

Los problemas de los pequeños

El optimismo de Fortes, muy moderado en cualquier caso, puede tener que ver con varios hechos: la potencia de su grupo, el tener atados los derechos de autores que se venden muy bien y la existencia de un mercado que no les es ajeno. "Latinoamérica también es un mercado a desarrollar, pero en Estados Unidos, donde el mercado crece a un ritmo del 30%, más rápido que el mercado de ebooks, ya hay ventas interesantes de audiolibros en español".

Para los pequeños, sin embargo, la tarea es más ardua, lastrada además por un hecho diferencial: en España no estamos acostumbrados a escuchar literatura en los colegios, en la universidad o en casa. "Esto hace que el audiolibro llame muy poco la atención", asegura Ángel Sierra, que se presenta como técnico de sonido, adaptación y SEO (optimización en buscadores) de audio-libro.com, cuyo objetivo, dice, "no es ganar dinero sino mantener nuestro equipo humano".

Lamenta Sierra lo complicado que resulta invertir en producir audiolibros en un escenario caracterizado por el poco interés que muestran las editoriales y el miedo que existe hacia el pirateo. "Es también difícil obtener derechos para grabar textos actuales, además, pensamos que la mayoría de los bestsellers de hoy no perdurarán en el tiempo. Por eso nos centramos en producir literatura de interés universal de dominio público o en nuestros propios textos (poetas y autores independientes). Entendemos que en ese dominio público están y estarán los autores más importantes de la literatura como Cervantes, Kafka, Thomas Mann, Poe, Larra, Quevedo, Bécquer, Dickens... y un largo etcétera".

También Fernando de la Iglesia, de EdelaE, cree que la principal causa del estancamiento es la negativa de las editoriales tradicionales poseedoras de los derechos a cederlos, fundamentalmente por el miedo a la piratería. Pero él no desdeña otro factor: "una mentalidad más arraigada al papel de lo que sería razonable. Este mismo aspecto ha afectado mucho también a la evolución de los eBooks en España".

De la Iglesia mantiene un blog en el que comenta el estado del sector y los avances tecnológicos. En el momento de escribir este artículo, las dos últimas entradas están consagradas a "AEneas, sincronización opensource de eBooks y Audiolibros" y a "La fiebre del streaming de Audiolibros". Le pregunto si funcionalidades como la que Amazon incorpora en Kindle, van a cambiar la situación en España… "No lo creo. Lo que cambiaría el panorama es la aparición en audiolibro de los títulos que el público quiere escuchar y un crecimiento importante de la oferta de títulos sostenida año tras año".

Hay otros mundos

Cuando empecé a escribir este texto, lancé en mi perfil de Twitter un llamamiento a los lectores que en alguna ocasión hubieran recurrido al audiolibro para que compartieran su experiencia. Nada.

Pero al cabo llegó una respuesta, la de Estela Landrove . Un tuit:

Y después otro:

Y un tercero con una referencia: los libros Daisy.

Para que sus afiliados puedan hacer lo que a tantos nos gusta, leer, la ONCE cuenta con un Servicio Bibliográfico que adapta obras literarias, textos educativos, etc. a braille, relieve y audio digital.

Los libros DAISY de los que Estela me hablaba son libros en MP3. Pero diferentes de los audiolibros en MP3, porque (leo en la web de la organización) "al audio de un libro DAISY se añaden además otros archivos que permiten su navegación y que definen su estructura".

¿...y a la de tres?

¿...y a la de tres?

Por ejemplo, un libro en audio con únicamente ficheros MP3 se podría leer secuencialmente, como un disco de música, pasando de un corte a otro. La navegación dependería, pues, de cómo estuviera "cortado" el audio: si se ha cortado en capítulos, se pasará de un capítulo a otro al pasar al archivo MP3 siguiente. DAISY permite además moverse dentro de los archivos de audio a distintos niveles, o ir a una página determinada, añadir marcas de lectura al libro, hacer uso del índice del libro, etc. Además, si extraes el libro DAISY que estás leyendo para leer otro, y vuelves al primero, el libro continúa donde se había quedado, cosa que no ocurre con los reproductores de MP3.

Establecidas las diferencias técnicas, hay otra sustancial que concierne a los derechos de autor, que como hemos leído tanto preocupan a los que tienen plataformas de audiolibros en España. Vuelvo a la página de la ONCE:

"La ley dice que los libros adaptados para distribución a personas con discapacidad están exentos de solicitar permiso a los poseedores de los derechos de autor siempre que «carezcan de finalidad lucrativa, guarden una relación directa con la discapacidad de que se trate, se lleven a cabo mediante un procedimiento o medio adaptado a la discapacidad y se limiten a lo que ésta exige». El sistema de grabación DAISY fue diseñado por el Consorcio DAISY, formado por organizaciones sin ánimo de lucro dedicadas a dar servicios a personas ciegas y deficientes visuales. Es, pues, una tecnología diseñada por y para las personas con discapacidad para acceder a la lectura, habida cuenta de las limitaciones de navegación que ofrecen los audiolibros. La ONCE «controla» la distribución de libros a sus afiliados, y no obtiene beneficio alguno por la venta de sus copias."

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