Cultura

La RAE tendrá a partir de este jueves nuevo director

La secretaria de la Real Academia de la Lengua, Aurora Egido, informa en la sede de la RAE sobre el resultado.

La Real Academia Española continúa una semana más sin conocer el nombre del nuevo director. En la primera votación del Pleno, en la tarde del jueves, ningún académico ha alcanzado la mayoría absoluta, por lo que, según los Estatutos, se deberá realizar una nueva votación, el jueves la semana que viene. Aunque en la primera ronda no hay candidatos formales y cada miembro de la RAE puede votar libremente a cualquiera de sus compañeros, en la segunda podrán decidir solo entre los tres que han recibido más apoyos este jueves: Santiago Muñoz Machado, Juan Luis Cebrián (ambos eran los candidatos favoritos) y José Antonio Pascual. En la primera votación del 20 de diciembre deberá alcanzarse aún la mayoría absoluta. Si esto no se produjera, bastará la mayoría simple.

En esta primera sesión tenían derecho a voto 44 de los 46 académicos, ya que el crítico Carlos García Gual y el dramaturgo Juan Mayorga no han ingresado todavía formalmente en la Academia. La institución no ha hecho público ni el número de votos emitido ni su distribución. La expectación era mayor que en años anteriores: el ambiente preelectoral ha sido inusualmente tenso desde que Darío Villanueva, todavía director, anunciara el pasado octubre que no quería renovar en el cargo. Juan Luis Cebrián, exdirector de El País y expresidente del Grupo PRISA, dio de inmediato un paso al frente, y le siguió el jurista e historiador Santiago Muñoz Machado. Entre los apoyos del primero figuraban nombres como los del propio Villanueva, mientras que el escritor y periodista Arturo Pérez-Reverte impulsaba la candidatura del segundo. El catedrático de Lengua española José Antonio Pascual ha sido la única sorpresa de la terna, ya que se creía que la también catedrática de Lengua española Inés Fernández-Ordóñez estaría dentro de los tres primeros. 

A preguntas de este periódico, Darío Villanueva aseguraba el martes que en caso de no alcanzarse la mayoría absoluta en la primera ronda estaría "dentro de lo normal y de lo previsible". Aunque en su caso se alcanzó la decisión a la primera, en el de José Manuel Blecua, su predecesor, hubo que esperar a la segunda ronda. En esta edición, el electorado llegaba dividido entre los dos candidatos informales, sin que nadie se atreviera a adelantar con seguridad el resultado. Desde el principio, la candidatura de Cebrián tuvo en contra a una parte de los académicos, que consideraban que el periodista estaba demasiado marcado políticamente para una institución que se quiere neutral y no resultaba una apuesta sólida dada su mala gestión económica en el Grupo PRISA. La falta de fondos de la RAE, que ha visto caer su presupuesto de 4 millones de euros a algo más de 1 desde 2008 —se han reducido también las aportaciones de la Fundación pro-RAE y las ventas de diccionarios—, es uno de los grandes asuntos que tendrá que abordar el nuevo director.

Del otro lado, otra parte de los académicos se mostraba escéptica ante el liderazgo de Muñoz Machado. El jurista tampoco cuenta con grandes logros dentro del campo de la filología o la escritura, ámbitos que han sido tradicionalmente mejor valorados dentro de la RAE, pero sí se ha encargado del Diccionario del español jurídico Diccionariodel español jurídicode la institución, y el haber recibido hace poco el Premio Nacional de Historia por Hablamos la misma lengua. Historia política del español en América podría reforzar su candidatura. Gregorio Salvador Caja, catedrático de Lengua española y ocupante de la letra q desde 1987, decía sobre él a este diario, días antes de las elecciones: "No sé si es favorito o no, probablemente sí que pueda serlo, se necesita a alguien que acabe de llegar y tenga entusiasmo". El historiador llegó a la Academia en 2013, mientras Juan Luis Cebrián lo hizo en 1997.

Santiago Muñoz Machado, nuevo director de la RAE

Santiago Muñoz Machado, nuevo director de la RAE

Lo que ocurre, en palabras de los académicos consultados, que piden permanecer en el anonimato, es que la figura de Pérez-Reverte, muy presente en la campaña informal, genera cierta desconfianza. Algunos no se tomaron bien que el escritor hubiera desafiado con anterioridad cierta doctrina lingüística de la RAE, o su postura con respecto al informe sobre lenguaje inclusivo en la Constitución encargado por el Gobierno. Amenazó en Twitter con dejar la RAE si se aceptaba ese cambio en la redacción de la Constitución. Aunque parece que tal cosa no va a suceder: la institución ha insistido recientemente en que "no va a haber sorpresas" en el informe, que se adecuará a su doctrina repetida recientemente en el nuevo Libro de estilo de la lengua española, según la cual "no hay razón para pensar" que el uso del masculino genérico "excluye a las mujeres".

La campaña informal ha estado inusualmente presente en los medios de comunicación. Varios periódicos se han llenado de las declaraciones anónimas de distintos académicos, que tachaban a Juan Luis Cebrián de "arrogante y ambicioso" y consideraban un "escándalo" que optase al puesto. El filósofo Emilio Lledó, que algunos sitúan del lado de Cebrián sin que él llegue a confirmarlo, se mostraba crítico con esto: "Prefiero no hablar de ese tema”, decía a este periódico unos días antes de las elecciones. "Esto es algo demasiado serio para jugar con ello. Se está informando de cosas que no tienen sentido". Villanueva se decía también "disgustado", particularmente con que se hubieran filtrado detalles del pleno del 4 de octubre, según él "de manera muy tergiversada".

El Pleno tenía que votar también otros dos cargos: el de bibliotecario y el de vocal segundo. Pedro Álvarez de Miranda ha sido reelegido como bibliotecario, mientras que para el puesto de vocal no se ha alcanzado tampoco la mayoría absoluta.

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