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Siria

Rusia y China vetan que la ONU investigue el ataque químico en Siria

Rusia y China vetan que la ONU investigue el ataque químico en Siria

infolibre

El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha pedido "claridad" sobre el supuesto ataque con armas químicas llevado a cabo este miércoles por el Ejército sirio sobre suburbios del este de Damasco, aunque no ha emitido una orden para que se investigue lo sucedido por la oposición de Rusia y China, que tienen capacidad de veto. 

"Hay una fuerte preocupación entre los miembros del Consejo de Seguridad sobre las acusaciones y un sentido general de que debe haber claridad sobre lo que ocurrió y que la situación debe seguirse estrechamente", ha dicho la presidenta pro tempore, la embajadora argentina María Cristina Perceval. 

La reunión a puerta cerrada del órgano ejecutivo ha concluido sin un llamamiento a investigar lo ocurrido, a pesar de que 35 países, entre ellos Estados Unidos, Reino Unido y Francia, habían solicitado que los expertos de la ONU que ya están sobre el terreno incluyeran estos hechos en sus pesquisas. Fuentes diplomáticas han revelado a la agencia de noticias Reuters que no ha sido posible porque Rusia y China –que ya han vetado varias resoluciones de condena a la violencia del Gobierno de Bachar al Asad– se han opuesto a que los expertos de la ONU investiguen también esta denuncia.

El ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, ha lamentado la respuesta "un poco ambigua" del Consejo de Seguridad y ha considerado este jueves que, si se confirma el ataque químico por parte del régimen, habrá que emplear la "fuerza" como respuesta. También ha reclamado al presidente sirio que permita que se investigue lo ocurrido, al tiempo que ha afirmado que, de confirmarse el ataque, Al Asad habría estado "burlándose de la comunidad internacional". No obstante, Fabius ha descartado la invasión militar de Siria, al señalar que está "fuera de cuestión" el envío de tropas.

Por su parte, un portavoz de la Casa Blanca ha afirmado que "afortunadamente, hay investigadores profesionales y creíbles sobre el terreno en Siria ahora mismo", al tiempo que ha pedido que no se obstaculice su trabajo y que las informaciones se valoren con prudencia: "vamos a darles la oportunidad de ver qué ha ocurrido y de recoger pruebas físicas, y después podremos llegar a una conclusión sobre qué ha pasado allí exactamente", ha señalado. No obstante, el portavoz también ha declarado que "el uso de armas químicas es algo que Estados Unidos encuentra profundamente deplorable y completamente inaceptable". Rusia, por su parte, ha acusado a los rebeldes de organizar el ataque para poder culpar del mismo al gobierno de Al-Asad, según informa The New York Times.

El ministro de Exteriores de Turquía –una de las potencias regionales–, Ahmet Davutoglu, ha asegurado que "se han cruzado todas las líneas rojas" y ha criticado la inacción de la ONU, al lamentar que "todavía el Consejo de Seguridad de la ONU no ha sido capaz de tomar una decisión". Por su parte, su homólogo alemán, Guido Westerwelle, ha reclamado que el régimen sirio permita a los expertos internacionales investigar el ataque, y ha afirmado que su país se encuentra "muy preocupado" por la situación. "Estas informaciones son muy graves y si se confirman serían intolerables", ha declarado Westerwelle, que no obstante, no ha detallado posibles acciones posteriores.

La guerra en Siria se cobra 300 muertos desde el lunes

A primera hora del miércoles varios activistas denunciaron que el Ejército sirio llevó a cabo un ataque con armas químicas en suburbios del este de Damasco, que habría dejado cientos de muertos. El líder opositor George Sabra ha hablado incluso de 1.300 fallecidos, aunque otras fuentes de los rebeldes rebajan la cifra: el Comando del Consejo Revolucionario habla de 430 víctimas, mientras que el grupo Coordinadores de la Revolución Siria habla de 377 fallecidos y el Consejo Militar del Ejército Libre Sirio –uno de los grupos armados rebeldes– ha cifrado en 288 el número de muertos.

Además, según el diario británico The Guardian, fuentes de los rebeldes han afirmado que el jueves por la mañana los barrios afectados por el ataque químico han vuelto a ser bombardeados, esta vez con fuego convencional de cohetes y morteros. El capitán Alla al Bacha, del Ejército Libre Sirio, describió así la situación a The Guardian tras el ataque químico: "Cuando llegué, pude oler lo que parecía ser fuego y azufre, y algo así como huevos cocidos. El humo no era completamente blanco. La mayoría de las víctimas estaban temblando y volviéndose de color amarillento. Vi a una mujer que estaba desgarrando su ropa porque no podía respirar".

El Ejército sirio, por su parte, ha negado el uso de armas químicas y ha considerado que estas acusaciones son una muestra de "la histeria y las dificultades" de la oposición a Al Asad, que pretendería "desviar a los investigadores de la ONU de su labor". "Son mentiras que sirven a la propaganda de los terroristas", ha afirmado un oficial del Ejército sirio. Este supuesto bombardeo coincide con la llegada a Siria de un equipo de expertos de la ONU –liderado por el sueco Ake Sellstrom– para investigar el uso de armas químicas. Las pesquisas se centrarán en tres lugares, aunque, de acuerdo con el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, seguirán analizando otros casos, "incluido el más reciente".

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