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moción de censura

El PSOE recoge "el guante" y se abre a llegar a acuerdos con Podemos

José Luis Ábalos, durante su intervención en el Congreso de los Diputados,.

Ibon Uría

"Recojo el guante". Esas fueron las palabras del portavoz del PSOE en el Congreso, José Luis Ábalos, a Unidos Podemos este miércoles en el debate de la moción de censura presentada por el grupo morado contra Rajoy. Ábalos dejó claro que los socialistas están dispuestos a trabajar junto con Iglesias para aprobar reformas en la Cámara y celebró "el tono" del líder de Podemos: "No hay color entre ser insultado y lo de esta vez", dijo. Pero, al tiempo, sostuvo que la moción "no está bien planteada", que lo máximo que puede hacer el PSOE es abstenerse y pidió a Iglesias que no traslade la "presión" sobre los socialistas, porque su voto "es irrelevante".

El portavoz socialista avanzó ya el lunes que el grueso de sus críticas irían dirigidas al PP porque el Ejecutivo es "absolutamente" rechazable por su corrupción y la desigualdad que ha generado, y porque lo verdaderamente lamentable es "que en este país siga gobernando la derecha pese a la gran pulsión de cambio que ha habido". Sobre Unidos Podemos, dijo ya entonces: "Si alguien quiere seguir instalado en seguir peleándose con los que deben ser compañeros de viaje, me parece un grave error". La estrategia de la nueva dirección socialista pasa por rebajar la beligerancia hacia el grupo morado para ganar credibilidad entre votantes progresistas.

Este miércoles, en su primera intervención, mostró la disposición del PSOE a trabajar con Podemos para aprobar "reformas juntos", entre las que mencionó un nuevo Estatuto de los Trabajadores y todo lo referido a deshacer los recortes del PP, tanto en materia de financiación de servicios como la sanidad y la educación como en lo que tiene que ver con el recorte de libertades. En su réplica agrego que socialistas y morados comparten el "diagnóstico". "Y a lo mejor en las propuestas tampoco discrepamos tanto, ¿no? Al final es un problema de voluntad, de interés partidista, de tirarnos de la pista... yo creo que es así", comentó.

Una moción mal planteada

Sobre la moción de censura, en la que los 84 diputados del PSOE se abstendrán por decisión del secretario general Pedro Sánchez, Ábalos expresó dudas sobre las verdaderas intenciones de Podemos al plantearla. El portavoz socialista, que será secretario de Organización en la Ejecutiva de Sánchez, leyó para argumentar sus recelos extractos de un argumentario interno de la formación morada, titulado Éramos pocos y llegó Sánchez, y fechado el 26 de mayo, donde Podemos admite que su objetivo central "no es tanto echar al PP como seguir estando al frente de la ola de indignación y vergüenza contra el Gobierno del PP".

"¿Qué les preocupa, la indignación y la vergüenza de la ciudadanía, el motivo de dicha indignación y vergüenza, o simplemente ser ustedes los que estén al frente para su provecho partidista?", preguntó Ábalos. El portavoz leyó otro pasaje del documento interno de Podemos: "Si Sánchez cumple con su nuevo relato y trata de acercarse a Unidos Podemos, los medios y la oposición interna no lo van a tolerar. Si no lo hace, lo castigaremos por ello. Hay que aprovechar el escenario para tensionarlo". "Yo no lo voy a interpretar, pero permítanme que tenga serias dudas de la intencionalidad de esta moción", zanjó el portavoz socialista.

Además, desgranó los motivos por los que, a juicio de los socialistas, la moción "no es buena". El primero es que no está "bien planteada", pues hasta el mismo debate no ha trascendido "ninguna propuesta de verdad" por parte de Podemos. El segundo, que sólo ha reunido 15 apoyos más y ha ignorado "a la principal fuerza de la oposición", por lo que no permite "visualizar una alternativa" y provoca que se "consolide un poco más" a Rajoy. "Deje de alimentar la expectativa de que nos jugamos que Rajoy salga [del Gobierno], porque no es verdad. No traslade la presión sobre nuestro voto sabiendo que es irrelevante: aunque le votáramos que sí, esto no va para delante", resumió.

El socialista también recordó a Podemos que hubo una "gran oportunidad para echar al señor Rajoy" en marzo de 2016, cuando el partido morado votó contra la investidura de Sánchez. "Entonces sí daban los números, entonces había posibilidad de cambio y se frustró", dijo Ábalos, quien admitió que "Ciudadanos no está a la izquierda", pero justificó el pacto que cerraron Sánchez y Rivera porque "hay momentos en la política en los que hay que sumar: es lo que hicimos en la transición". "Yo defendí los pactos de la Moncloa en las calles como militante comunista. ¿Aquello no fue pactar, no fue entenderse? Y abrimos el mejor periodo de la historia de este país", proclamó.

Sobre la cuestión territorial, una de las que con mayor claridad separan a Unidos Podemos y PSOE, insistió en que la solución para por una reforma constitucional federal. Acusó al PP de hacer todo lo posible para que fracasara la reforma del Estatut y de inmovilismo durante cinco años pero, al tiempo, consideró que los independentistas están llevando a cabo un "ataque a la soberanía nacional" y reiteró el "compromiso" de los socialistas con "cuantas medidas legales" se planteen para "impedir cuanto contribuya a romper el Estado de derecho", como ya transmitió Sánchez a Rajoy en una llamada telefónica días después de ganar las primarias. "No entendemos Cataluña sin España ni España sin Cataluña", terminó.

Censura al Gobierno

Relaciones con Podemos al margen, el socialista dedicó la primera parte de su intervención a la crítica al Gobierno de Rajoy. Dijo que España está en una situación "excepcional", caracterizada por el "deterioro social" y el "descrédito de las instituciones". Y en ambos casos, agregó, "el máximo responsable es el Ejecutivo conservador. Rajoy, añadió, "merece una clara reprobación y la aplicación de un correctivo político" por parte del Congreso de los Diputados. Entre otras medidas perjudiciales, mencionó la reforma laboral –cuya derogación exigió–, los recortes en pensiones y la amnistía fiscal, declarada inconstitucional por el Tribunal Constitucional.

"El Gobierno del PP ha apostado por un modelo de competitividad basado en salarios bajos; la única política en materia de pensiones ha sido condenar a los pensionistas al empobrecimiento; la amnistía fiscal ha sido un traje a medida para presuntos delincuentes y defraudadores, muchos de ellos dirigentes del PP; el descrédito institucional ha alcanzado cotas desconocidas desde la recuperación de la democracia...", enumeró el socialista, especialmente duro con los casos de corrupción que afectan al PP: "El partido que presidente el presidente del Gobierno se presentaba a las elecciones con financiación adicional, ilegal. Un partido dopado, el primer partido que en la historia de nuestra democracia se sienta en el banquillo".

Ábalos acusó al PP de "controlar a los jueces y fiscales" en lugar de "luchar contra la corrupción" y "controlar a los corruptos" que aparecen en sus filas. De "utilizar las instituciones para beneficio partidista". De emplear a la Policía "para menoscabar al adversario político y proteger a presuntos delincuentes por corrupción". "Por todo ello, señorías, el Gobierno de Rajoy merece la censura", culminó el portavoz, quien recordó también que el 26 de julio Rajoy tendrá que declarar en la Audiencia Nacional en calidad de testigo y acusó al PP de "destruir a martillazos ordenadores para ocultar pruebas" de sus corruptelas.

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El "nuevo PSOE"

El portavoz del PSOE tampoco pasó por alto los acontecimientos de los últimos meses en el seno de su partido: "Sería enormemente negativo que no entendiera la pluralidad de nuestra organización (...). Lo que tenemos es que no nos cortamos nada, no disimulamos, cada vez somos más naturales", ironizó. Pero a renglón seguido pidió a Iglesias que prosiga el "buen tono" y cesen las "ofensas", y sacó pecho de la historia del PSOE, el "instrumento de los trabajadores" durante "138 años de historia", construido con "sudor y sangre" y con "capacidad de renovarse, adaptarse" y seguir siendo "el motor de la modernidad" y la formación que "mejor interpreta las necesidades" de la gente.

Su intervención inicial concluyó con cuatro mensajes. A Podemos le reiteró el ofrecimiento para "construir mayorías alternativas" y "sacar adelante reformas justas". Al Gobierno del PP le recomendó que "no celebren demasiado" superar la moción de censura, porque los españoles están "asqueados" y pronto les plantearán una "censura" que "no salvarán". A Ciudadanos le dijo que es "incomprensible" que no hayan colaborado a formar nuevos gobiernos en Madrid y Murcia. Y, finalmente, el "mensaje definitivo", según sus propias palabras, fue "a los españoles y españolas": "Somos la izquierda, somos el nuevo PSOE, dispuesto a combatir con justicia las injusticias y convertir la resignación en una nueva esperanza de futuro".

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