El futuro de Cataluña

El empresario emblema de los constitucionalistas dice que no traslada sus empresas porque quiere "muchísimo a Cataluña"

Josep Bou, presidente de la Asociación Empresaris de Catalunya.

Josep Bou, presidente de la Asociación Empresaris de Catalunya, ha mostrado en numerosas ocasiones su oposición frontal al procésprocés independentista de Cataluña. Por ejemplo, a Carles Puigdemont lo ha llegado a acusar de convertirse en "una especie de hooligan" y de alentar una "violencia pasiva" en la calle. Convertido en el empresario emblema de los denominados constitucionalistas, es desde hace meses asiduo a los platós de televisión y fue uno de los oradores en la multitudinaria manifestación que Societat Civil Catalana organizó en Barcelona con motivo del Día de la Hispanidad. Aquel día, en su discurso, Bou hasta recordó la participación de los catalanes en el descubrimiento de América: "Fuimos el primer y único imperio global y les dimos la condición de súbditos y no de esclavos. Estad orgullosos, España es irrevocable". 

Aunque es el empresario con mayor presencia en las principales cadenas de televisión, la asociación que dirige es minoritaria en Cataluña. Josep Bou, nacido en Vic, es dueño de dos empresas: una promotora de obra, Bahia Franc S.L., y  la panadería familiar Jaime Bou S.A.. Este miércoles, en el programa Al Rojo Vivo de laSexta, después de que Bou asegurase que los empresarios están siendo "expulsados" de Cataluña, le preguntaron si él también había trasladado sus empresas. Y esta fue su respuesta: "Tengo dos empresas. No las he sacado. Una no la puedo sacar porque es imposible. Yo nací en Vic, soy catalán de cabeza a pies y quiero muchísimo a Cataluña. Y voy a aguantar aquí hasta el último momento".

"No me puedo llevar a mis clientes"

A la vista de estas declaraciones, infoLibre se puso en contacto con Josep Bou para conocer qué motivo le impedía trasladar una de sus empresas. El empresario admitió que, en contra de lo que había declarado en laSexta, no existe ningún impedimento que le prohiba hacerlo. "Yo podría deslocalizar mis dos empresas, como todo el mundo. Son 80 euros ir al notaria y al Registro Mercantil ", indicó, pero no lo hace por motivos económicos. Esta es su explicación: "La panadería familiar es una empresa que tiene 20.000 clientes finales, que son tiendas de comercio. No me los puedo llevar. Me puedo llevar la infraestructura, pero a los clientes no".

En cuanto a su otra sociedad, Bahia Franc S.L., ve menos problemas para un posible traslado de sede. "En ese caso sí puedo, pero me resisto porque mi criterio es que hay que seguir en Cataluña". 

Josep Bou encuentra otras razones que consiguen frenar una posible decisión de abandonar Cataluña: "El IVA lo recauda el Estado pero es imputable a la zona donde se produce. La empresa que se va a Madrid, lo imputa ahí". Por eso, según critica, "Cataluña va a sufrir". En realidad, esto tampoco es así: la distribución del IVA entre las diversas comunidades autónomas se realiza conforme a la proporción de consumo que tiene cada territorio. Por tanto, la sede social no afecta en absoluto al importe de dinero que recibirá Cataluña por este concepto. 

Endesa traslada de Barcelona a Madrid la sede de su sociedad de distribución eléctrica

Endesa traslada de Barcelona a Madrid la sede de su sociedad de distribución eléctrica

Fondos de inversión que presionan

De la afirmación de Josep Bou de que no traslada su empresa porque quiere "muchísimo a Cataluña", podría deducirse que los casi 3.000 empresarios que lo ha hecho tienen menor cariño por esa comunidad. El empresario explica que "las empresas importantes se van mayoritariamente porque tienen fondos de inversión que aprietan para que se deslocalicen por miedo a la inseguridad jurídica". Y admite que, en algunos casos, la falta de apego a Cataluña puede influir: "Habrá personas como yo que tienen afecto al territorio, pero hay que ser libre. Algunos tienen menos apego y les importa un pimiento estar aquí o allí. El capital es cobarde y no tiene patria". 

No obstante, el empresario insiste en que la razón de fondo que está provocando estas decisiones empresariales es el nacionalismo catalán. "Las empresas llevan mucho tiempo aguantando esta presión del nacionalismo y hay mucha gente que está de un cabreo… El daño que está haciendo el nacionalismo es gravísimo. Yo no puedo entender cómo hay gente que les puede votar. Es puro sentimiento, porque si razonaran un poco… Afecta en el bolsillo a todos", concluye Bou.

Más sobre este tema
stats