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1980: Más allá de ETA: el atentado fascista que dejó tres muertos ajenos al conflicto

Portada de 'Diario 16' del 25 de julio de 1980.

1980 fue el año que más vidas arrancó ETA. 96 víctimas mortales, según los datos del Ministerio del Interior. La década de los ochenta estuvo encapotada de plomo y amonal de principio a fin. Sin embargo, en la atmósfera de violencia gravitaron otras organizaciones terroristas, tanto de la izquierda (Exército Guerrilheiro do Povo Galego Ceive, Terra Lliure o GRAPO) como de la derecha (Batallón Vasco Español, GAL o Triple A). Sirva como ejemplo el 25 de julio de 1980, cuando los periódicos abrían con la investigación de un atentado con bomba que había matado a tres personas en Bilbao, sin que estuviera clara su autoría. Este verano, infoLibre repasa la historia española reciente a partir de las portadas de los principales periódicos de la época, un espejo de los temas que llenaban el debate público en las vacaciones de entre 1978 y 2002.

 

Diario 16 daba cuenta de las pesquisas policiales del atentado con bomba que se había producido en la noche del 23 de julio en Bilbao. Una mujer embarazada de ocho meses, su hermano y otra persona murieron a causa de la metralla. "Se investiga a los ultras por la matanza de Bilbao", titulaba el periódico dirigido por Pedro J. Ramírez, en referencia ("ultras") a miembros de la extrema derecha española. No hubo testigos directos, de manera que el relato de los hechos se construyó sobre los posibles objetivos de los terroristas. Por la proximidad al lugar de la explosión, la policía barajó dos tesis: o una sede del PNV o una guardería propiedad de un militante de Herri Batasuna.

Aunque la policía no localizó a los autores y el atentado fue reivindicado por la Triple A, investigaciones posteriores han apuntado al Batallón Vasco Español (BVE). Esta organización había surgido en 1976 con el objetivo de atacar tanto al nacionalismo vasco como a ciertas organizaciones de izquierda, y tuvo especial relevancia en la constelación de grupos violentos de extrema derecha que sembraron los primeros años de la Transición. Entre 1976 y 1982, el BVE perpetró unos 50 atentados y es responsable de cerca de 30 asesinatos, el 50% de ellos cometidos en Euskadi. Aunque la organización tenía como principales objetivos a dirigentes de ETA o de otros colectivos como los GRAPO, lo cierto es que sus atentados tocaron también a personas ajenas a estas bandas. Posteriormente se descubrirían, además, los lazos entre el BVE y otras organizaciones con la llamada guerra sucia del Estado contra ETA.

Aquel 25 de julio, la mujer embarazada y su hermano recogían cartones de los cubos de basura y los iban guardando en una furgoneta. Los informes policiales especularon con la idea de que el muchacho encontrara el artefacto en uno de los contenedores cercanos a la sede del PNV y, al intentar trasladarlo al otro lado de la calle, se detonara en sus manos. Más allá de los trágicos hechos, ejemplo concreto de un enfrentamiento mayor, los periódicos que publicaron las investigaciones policiales ese 25 de julio señalaron con suficiente insistencia que la mujer y su hermano eran de etnia gitana. "En cuanto a las víctimas, los gitanillos iban recogiendo cartones", escribía Diario 16, mientras que sobre el tercer muerto decía: "La última víctima, Antonio Leal, de cincuenta y nueve años, falleció ayer por la madrugada". Las tres personas eran de nacionalidad española, pero unas eran nominadas por su etnia en diminutivo y la otra, por su nombre, apellidos y edad. Y el mismo tratamiento informativo hacía El País: "La gitana muerta y su hermano recogían cartones en los depósitos de basura".

Al día siguiente del atentado, el Ayuntamiento de Bilbao aprobó una moción de condena, de la que Herri Batasuna se abstuvo. El portavoz del Gobierno afirmó con rotundidad tras el Consejo de Ministros que la táctica que se venía empleando contra el terrorismo era suficiente.

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Las noticias falsas, las falsas alarmas y los rumores corren y se entremezclan. La autoría y la proximidad de nuevos atentados eran datos tan sensibles como crispantes para la sociedad española de la época. Y entremezclarlos, un cóctel de desinformación. Durante el verano de 1980, una serie de llamadas realizadas a medios de comunicación alertaban de una campaña de bombas contra zonas turísticas de Canarias y Cádiz. Hablaban en nombre de ETA... pero la organización terrorista había desmentido tales comunicados. El periódico El País abría portada con esta noticia: "Mentís de ETApm a una nueva campaña de bombas contra zonas turísticas". Sin embargo, el antetítulo ("Muere uno de los heridos en el atentado de Bilbao") y casi todo el cuerpo de la información pertenecían a la noticia del atentando de Bilbao cometido no por ETA, sino por la extrema derecha. 

En una nota completamente distinta, los periódicos recogían también la muerte del actor y cómico británico Peter Sellers, la marcha del histórico madridista José Martínez Sánchez, Pirri, al mexicano Puebla Fútbol Club o un multitudinario concierto de Camilo Sesto en Madrid. 

 

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