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23J Elecciones generales

España, pieza clave en el tablero de la UE: el referente de la izquierda que ansían la derecha y Meloni

Pedro Sanchez junto a Olaf Scholz, Emmanuel Macron o Rishi Sunak  durante la cumbre de esta semana en Moldavia.

Europa mira a España. Mucho. La UE tendrá sus ojos puestos el 23J en uno de sus grandes países ante unas elecciones que tendrán repercusiones en todo el continente. Lo que pase esa noche afectará de lleno al reequilibrio geopolítico y a la correlación de fuerzas entre progresistas y conservadores en un ciclo hipervitaminado enfocado a los comicios europeos de 2024.

En estos momentos España es uno de los grandes referentes de la izquierda en todo el continente, con el único Gobierno de coalición progresista y con un marcado carácter europeísta. Pedro Sánchez ha hecho de la política internacional uno de sus principales ejes y ha jugado un papel clave en debates centrales en Bruselas como la puesta en marcha de los Fondos Next Generation para afrontar la crisis del covid o el establecimiento del mecanismo ibérico para rebajar los precios de la factura eléctrica.

España, cuarta economía de la zona euro, es una pieza deseada por todos los grandes bloques ideológicos. La Europa socialdemócrata tiene en La Moncloa uno de sus pilares, junto al alemán Olaf Scholz y el portugués António Costa. Para los conservadores, Madrid es su gran esperanza a través de Alberto Núñez Feijóo, pues se convertiría en el país más poblado con gobierno del PPE si vencen en julio. Con ojos golosos espera ya también un Gobierno con Vox la italiana Giorgia Meloni, ya que supondría una alianza de la ultraderecha a la conquista de las instituciones europeas. Además, las izquierdas allende los Pirineos anhelan que siga Podemos al ser su gran exponente tras la salida de Alexis Tsipras del poder en Grecia.

La pregunta que se hacen muchos políticos fuera y medios internacionales es si el PSOE y UP lograrán retener el poder ante la ola de las derechas que se va extendiendo por muchos países europeos, como acaba de suceder en Finlandia, donde ha sido destronada la socialdemócrata Sanna Marin, con quien mantenía una excelente relación Moncloa. 

"Ramificaciones para toda Europa"

The Guardian dedicó el pasado jueves su editorial a las elecciones anticipadas en España. El titular era muy directo: “Europa necesita que la apuesta de Sánchez dé sus frutos”. Y con el siguiente subtítulo: “Este verano, España podría convertirse en el último país en contar con la presencia de la derecha radical en el Gobierno”. Para el diario británico, el adelanto es una decisión “valiente”, como diría sir Humphrey en Yes, minister. El medio insiste en que Alberto Núñez Feijóo predica la moderación pero no descarta aliarse con la ultraderecha, como pasó en Castilla y León. Lanzando la idea de que las urnas en España tienen “ramificaciones importantes para Europa en su conjunto”. Recuerda el texto que la ultraderecha ha subido con fuerza en las elecciones en Italia, Suecia y Finlandia, con lo que eso conlleva para las políticas europeas en temas como la inmigración o los derechos de las mujeres. E insiste en que el “foco de atención” está en si Vox entrará a gobernar.

La más entusiasmada con ese posible Gobierno de la derecha y la ultraderecha es Giorgia Meloni. La primera ministra de Italia tiene vínculo directo con Santiago Abascal e incluso estuvo en el polémico mitin en Marbella (Málaga) en la campaña de las andaluzas junto al líder de Vox y Macarena Olona. Ella felicitó al partido español de ultraderecha por los resultados y expresó este jueves su apoyo para las generales desde la cumbre de la Comunidad Política Europea en Moldavia donde estaba también Pedro Sánchez. Vox ha recibido parabienes durante estos días por parte de Viktor Orbán, primer ministro de Hungría, Marine Le Pen, fundadora de la Agrupación Nacional de Francia, y Matteo Salvini, líder de la Liga italiana.

En el PPE están ansiosos con las elecciones en España, ya que tienen como objetivo que se convierta en su gran referente al no tener ninguno de los grandes países: Alemania es socialdemócrata, Francia es de centro-liberal e Italia está en manos de la ultraderecha. El grupo popular en Bruselas lleva moviéndose mucho tiempo para desgastar a la coalición, con ofensivas como la misión Hohlmeier para poner en duda la ejecución de los fondos europeos. Hay sintonía total para mover los hilos por parte de Manfred Weber con Génova 13 a través de Esteban González Pons y Dolors Montserrat. Con roce interno dentro de los propios conservadores europeos, ya que Ursula Von der Leyen, presidenta de la Comisión, siempre ha tenido sintonía con Sánchez, algo que no le perdonan los suyos.

La socialdemocracia ante el incremento de la derecha

El canciller alemán, Olaf Scholz, mostró, en cambio, su apoyo en Moldavia a Sánchez. Berlín y Madrid han trabajado una buena sintonía durante estos meses, hasta el punto de que el Gobierno alemán invitó al presidente español a asistir a un reunión del Consejo de Ministros. Los dos esperan, además, jugar un papel crucial en los próximos debates europeos como el pacto sobre migraciones y las reglas fiscales tras los años de pandemia. En Berlín preocupa que si se pierde España, los aliados progresistas apenas serán Portugal y Malta, con un escenario dominado por gobiernos de centro derecha.

Todo ello pensando, asimismo, en las elecciones europeas, con previsión de una subida de la ultraderecha. Esto puede romper los clásicos equilibrios a la hora de pactar las instituciones y da alas a los sectores más duros del PPE que abogan abiertamente por llegar a acuerdos con la ultraderecha (con un Gobierno así en España se allanaría el camino frente a las tesis más moderadas y de cordón sanitario que impulsó en la legislatura saliente Angela Merkel).

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Las elecciones, además, se producen casi a la vez que el inicio de la Presidencia española de la UE, por lo tanto es clave el papel del país. El Gobierno ha solicitado formalmente el aplazamiento de la intervención del jefe del Ejecutivo ante el Parlamento Europeo, se pasa del 13 de julio a septiembre, para presentar las prioridades. Una decisión que ya se avanzó el pasado martes, aunque ahora el PP europeo venda que es fruto de sus gestiones.

El adelanto electoral tiene también como uno de sus motivos, según dijo Sánchez ante sus parlamentarios el pasado miércoles en el Congreso, que no se convierta la Presidencia española de la UE en un “barrizal” por la campaña de la derecha y de la ultraderecha. Bruselas se ha convertido en un campo de batalla también nacional en asuntos como la ley de regadíos de Doñana, duramente criticada por la Comisión Europea a través de Virginijus Sinkevičius. Manfred Weber acusó a la CE de ponerse la camiseta electoral de Pedro Sánchez y el PP enredó con el bulo de que todo estaba relacionado con el hijo del ministro de Agricultura, Luis Planas. Una acusación que hizo directamente el consejero de Presidencia de la Junta de Andalucía, Antonio Sanz.

El presidente español plantea este 23J como una gran pregunta para la democracia: ¿Gobierno progresista u ola reaccionaria? El dirigente socialista centra la campaña en frenar a la ultraderecha y evitar un Ejecutivo al estilo de Donald Trump en EEUU o de Jair Bolsonaro en Brasil. Desde el PSOE llevan tiempo advirtiendo de que en España se están utilizando estrategias copiadas de otros países con bulos y desinformación para que las derechas lleguen a La Moncloa. Europa mira a España.

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